Narrado por Anya
La noche había caído sobre Silver Creek, bañando el territorio en una quietud inquietante. La tensión en el aire era palpable; incluso los lobos patrullando los límites lo sentían. Pero no era solo por el inminente enfrentamiento con Derek. Había algo más. Algo que había estado creciendo entre Aiden y yo desde el momento en que regresé.
Caminaba por el bosque, buscando un poco de paz entre los susurros de las hojas y el sonido distante del arroyo. Necesitaba aclarar mi mente, escapar de las miradas expectantes de la manada y, especialmente, de la presencia constante de Aiden. Pero, como siempre, no podía escapar por mucho tiempo.
—¿Huyendo de nuevo?
La voz grave de Aiden llegó desde detrás de mí, haciendo que mi corazón diera un vuelco. No me giré de inmediato, dejando que sus pasos se acercaran.
—No es
Narrado por AidenEl beso había sido como un rayo que iluminó la oscuridad en la que habíamos estado atrapados durante tanto tiempo. Pero cuando la realidad volvió a asentarse, las sombras regresaron con ella, trayendo consigo la complejidad de lo que habíamos dejado atrás.Anya no dijo nada mientras caminábamos de regreso hacia el centro del territorio, nuestras pisadas apenas audibles sobre la tierra húmeda. Pude sentir su incomodidad, su lucha interna. Cada vez que trataba de mirarla, ella apartaba la mirada, como si temiera que mis ojos fueran demasiado intensos o reveladores.—¿Quieres hablar de ello? —pregunté finalmente, rompiendo el silencio.—¿Hablar de qué? —respondió con una mezcla de sarcasmo y evasión—. ¿Del beso? ¿De la guerra? ¿De cómo todo esto parece un desastre sin salida?&mda
Narrado por AnyaEl olor a magia antigua impregnaba el aire, pesado y penetrante, como un eco de algo olvidado que había vuelto para reclamar lo que era suyo. La mano de Aiden, fuerte y cálida, me anclaba mientras avanzábamos hacia el origen de aquel hedor extraño. Mi corazón latía con fuerza, cada latido una mezcla de adrenalina, temor y determinación.Sabía que no podía retroceder, pero tampoco podía evitar la sensación de que algo más grande que nosotros se estaba gestando, algo que no entendíamos del todo.—¿Lo sientes? —preguntó Aiden, con los ojos clavados en el bosque oscuro frente a nosotros.—Es más fuerte ahora —murmuré, sintiendo cómo una ligera vibración recorría el suelo bajo mis pies—. Esto no es magia común, Aiden. Esto es... algo diferente.Él apret&oa
Narrado por AidenEl amanecer se filtraba a través de las ramas, un débil consuelo después de la noche que habíamos sobrevivido. El aire aún olía a magia, un rastro persistente del espectro que había enfrentado a Anya y a mí. Mi cuerpo seguía dolorido por el impacto de la energía oscura, pero lo que más dolía era la incertidumbre: si esa criatura era solo un emisario, ¿qué estaba realmente por venir?Anya caminaba a mi lado en silencio. Sus manos estaban manchadas de restos de magia quemada, y su cabello desordenado caía sobre su rostro. Podía sentir su agotamiento, pero también su fuerza. Había enfrentado algo que la mayoría de los lobos nunca entenderían, y lo había hecho sin retroceder.—No fue solo una advertencia —dije finalmente, rompiendo el silencio.Ella me miró, sus ojos cansados pe
Narrado por AnyaEl salón del consejo estaba en silencio, un eco inquietante en la cabaña más antigua de Silver Creek. Las paredes de madera, marcadas con las runas de protección de la manada, parecían pulsar débilmente, como si respondieran al peso de la magia que aún flotaba en el aire. Me senté al fondo, lejos de las miradas inquisitivas de los otros alfas y betas que se habían reunido.Aiden estaba en el centro, irradiando autoridad. Su postura era firme, sus palabras medidas mientras explicaba los eventos de la noche anterior. Pero podía sentir su mirada en mí, incluso cuando no me miraba directamente.—La criatura que enfrentamos no es un enemigo común —dijo Aiden, su voz grave resonando en el espacio—. No solo busca atacar físicamente, sino desestabilizarnos desde dentro.Marcus, su beta, asintió con gravedad.—&iqu
Narrado por AidenEl bosque estaba cubierto por una neblina espesa que parecía abrazar los árboles, un susurro constante acompañando cada paso que dábamos. Anya caminaba unos pasos delante de mí, su figura apenas visible entre las sombras, pero el olor a magia que impregnaba el aire era inconfundible. Era como un eco antiguo, algo que pertenecía a otro tiempo pero que insistía en recordarnos su presencia.—¿Estamos cerca? —pregunté, rompiendo el silencio.Anya se detuvo por un momento, su cabeza inclinándose ligeramente como si estuviera escuchando algo que yo no podía percibir.—Sí —respondió, con un tono distante—. Está más adelante.Cerré la distancia entre nosotros, asegurándome de mantenerme a su lado. Aunque ella había insistido en que no necesitaba protección, algo en mi interior m
Narrado por AidenEl miedo en los ojos de Anya me golpeó como una ola helada. No era algo que asociara con ella. Anya siempre había sido fuerte, incluso cuando la adversidad nos aplastaba, pero ahora, con el pergamino temblando en sus manos, parecía que todo su mundo se estaba desmoronando.—Déjame verlo —dije, extendiendo una mano.Ella me entregó el pergamino sin una palabra, sus dedos aún tensos. Lo desenrollé y leí las palabras escritas con una tinta oscura que parecía pulsar con energía:"La sangre de la Luna será la llave. Preparen su despedida, porque la tormenta llega."Mi mandíbula se tensó, y un gruñido bajo surgió de mi pecho. "¿La sangre de la Luna?" Estaba claro que el mensaje iba dirigido a Anya. Pero ¿qué significaba realmente?—Esto no es solo una amenaza —dije en voz b
Narrado por AnyaLas palabras de Kieran resonaban en mi cabeza, cada una como un eco oscuro que se multiplicaba. No era solo mi sangre lo que buscaban, sino también la de Aiden. Una mezcla de miedo y furia se arremolinaba en mi interior mientras lo miraba, tratando de descifrar sus verdaderas intenciones.—Explícate —dije, cruzando los brazos frente a mí para mantener la compostura. Mi voz era firme, pero por dentro, estaba temblando.Kieran sonrió con ese aire arrogante que siempre me ponía los nervios de punta. Era un hombre acostumbrado a jugar con la paciencia de los demás, y parecía estar disfrutando del espectáculo.—¿Por qué habría de hacerlo? —replicó, sus ojos brillando con malicia—. A menos, claro, que haya algo para mí.Aiden dio un paso al frente, y la energía de la manada detrás de él se intensif
Narrado por AnyaEl aire estaba cargado de tensión y un frío mordiente parecía filtrarse por cada rendija del bosque. Aiden y yo seguimos avanzando en silencio, nuestras pisadas resonando levemente en el terreno húmedo. La magia se sentía más fuerte ahora, como si el bosque estuviera vivo y observándonos.No podía quitarme de la cabeza lo que Aiden había dicho antes. Sus palabras seguían girando en mi mente, arrancándome de mis propios pensamientos estratégicos y llevándome de vuelta a ese muro invisible que habíamos levantado entre nosotros.—Aquí es —dijo Aiden de repente, deteniéndose.Miré alrededor. Habíamos llegado a un claro donde los árboles parecían retroceder, dejando un espacio abierto bajo el cielo ahora oscuro. El aire aquí era diferente, más denso, cargado de energía.—La magia es más fuerte en este punto —añadió.Cerré los ojos por un momento, dejando que mi propia percepción tomara el control. Sentí un hormigueo en la piel, un indicio claro de que algo poderoso estaba