Tenía que pasar la noche en el hospital y convencí a Dong-Yul de irse a casa, no tenía caso de que se quedara conmigo y pasara la noche en vela cuando, tanto yo como el bebé estábamos en perfectas condiciones.—Anda, vete a casa, no es necesario que te quedes aquí, los dos estamos bien y estamos muy bien atendidos por las enfermeras.—Y más vale que así sea, con todo el dinero que vamos a pagar por pasar solo una noche en el hospital, podríamos pagar un mes de vacaciones en un hotel de lujo en París.—Ve a casa y descansa, ya verás que mañana cuando vengas, estaremos listos para volver contigo al departamento.No fue fácil, pero terminó por irse prometiendo que volvería muy temprano para llevarnos a casa. Me dio un ligero beso en los labios y se fue. Me quedé mirando las flores que trajo para mí y no pude evitar pensar en lo maravilloso que habría sido que fuera Seung-Yi quien estuviera a mi lado. Sin duda nunca iba a terminar de arrepentirme de haber huido de mi destino.La enfermera
—So-Soo-Min — Balbuceé y bajé la mirada, se trataba del amigo de Seung-Yi a quien también había conocido en Shanghái en aquél viaje que marcó mi vida para siempre.—¡Eun-Ji! ¡No lo puedo creer! ¿Quién iba a imaginar que te iba a encontrar aquí? ¡Seung-Yi se va a poner feliz cuando sepa que estás viva!—Soo-Min, por favor, por favor te lo suplico, no le digas dónde estoy. No quiero que sepa dónde encontrarme.—Lo siento señor, la señora debe descansar tengo que llevarla a su habitación— dijo la enfermera sin dejar de empujar la silla de ruedas ni por un instante.—Por favor Eun-Ji, tenemos que hablar — Insistió Soo-Min — Tenemos que hablar.—Está bien, mañana a la hora de visitas que permite el hospital, estoy en la habitación 203 pero por favor, no le digas a Seung-Yi que me viste, al menos, no hasta después de que hablemos.—Está bien, te lo prometo, será como tú digas.La enfermera siguió su camino y Soo-Min se quedó parado detrás, pero podía sentir que me seguía con la mirada.—Es
—Está bien, será como tú quieras, no le diré nada a Seung-Yi, pero por favor, toma esta tarjeta y si en algún momento necesitas algo, para ti o para tu hijo, no dudes en llamarme.Acepté la tarjeta y di gracias porque se fue de inmediato. Le pedí a la enfermera que me ayudara a conseguir un cable para conectar mi móvil y así poder llamar a Dong-Yul y por fortuna ella tenía uno que compatible con mi teléfono.Apenas conecté el teléfono y los mensajes comenzaron a llegar. Mi estómago dolió cuando vi un mensaje de Dong-Yul que nunca me esperé.«Perdóname Eun-Ji, no quiero ir a la cárcel. Esta mañana cuando llegué al hospital, la puerta de la habitación estaba abierta, escuché la conversación que tenías con ese hombre. Sé que soy un prófugo de la justicia y tal vez tú puedas confiar en él, pero yo no puedo estar seguro de que no va a denunciarme. Me voy de este país y no sé a dónde, tal vez nunca volvamos a vernos. Sé que no tendrás problemas para conseguir el dinero para pagar el hospita
Tal como lo prometió, Soo-Min alquiló un departamento para mí y para mi hijo en una mejor zona de la ciudad y me dio una tarjeta de crédito para que yo no tuviera que pedirle dinero cuando lo necesitara.—Siempre tendrás gastos con el bebé, el pediatra, la leche y los pañales, no quiero que te veas presionada o te preocupes por nada.—Soo-Min, ¿como voy a pagarte todas tus atenciones? — le dije avergonzada porque sin duda se había gastado una fortuna en nosotros.—Eun-Ji, desde pequeños, Seung-Yi y yo hemos sido como hermanos, crecimos juntos y hemos trabajado hombro con hombro en la compañía que heredamos de nuestros padres. Yo siento a ese niño, como si fuera de mi familia, no sabes el esfuerzo que implica para mí no decirle a Seung-Yi que estás viva y que tiene un hijo hermoso.—Supe que el hijo de Hana-Rhee estaba en la incubadora porque nació prematuro. ¿Sabes cómo está? Es una pena que haya nacido tan delicado.—Lleva casi un mes hospitalizado y Hana-Rhee ni siquiera se ha parad
Desde la muerte de Eun-Ji mi vida se tornó en un infierno, parecía increíble que el solo tenerla cerca me hiciera sentir vivo aun cuando los celos y la frustración por no poder tocarla me volvían loco; sin embargo, el saber que ella ya no estaba en este mundo y que nunca más iba a volver a verla me mató por dentro.Mi convivencia con Hana-Rhee era nula, a pesar de que mi padre insistía en que una esposa debía acompañar siempre a su esposo cuando el viaje fuera por largas temporadas yo prefería irme dejándola en Corea.Cuando me enteré que mi hijo había nacido prematuro por la falta de vitaminas y minerales en el cuerpo de Hana-Rhee me puse furioso, no solo porque era una irresponsabilidad de su parte que ponía en riesgo su salud y la de mi hijo, sino porque también podría significar que nuestro bebé creciera con una deficiencia.El médico nos explicó que sus pulmones no habían madurado por completo y que había nacido con una complicación respiratoria que a largo plazo podría producirl
—Eun-Ji, ¡Te tengo buenas noticias! ¡Ya tienes un empleo en la compañía, serás mi asistente! — exclamó apenas le abrí la puerta del departamento el día que volvió de Corea después de su viaje por la enfermedad del hijo de Eun-Ji—Por favor Soo-Min, ¡dime que el hijo de Seung-Yi está bien! —Dije ignorando que me estaba proponiendo trabajar en la compañía de la familia Yi.—No te preocupes Eun-Ji, lograron estabilizarlo y aunque sigue delicado, los doctores tienen esperanzas de que mejore pronto. Seung-Yi va a quedarse en Corea para estar cerca de su hijo y pendiente de su salud, yo me haré cargo de la compañía en América y tú podrás trabajar para mí — Insistía con lo del empleo, pero yo solo estaba interesada en saber cómo estaba Seung-Yi y su hijo, no me sentía capaz de trabajar en ese lugar, expuesta a que él pudiera encontrarme en cualquier momento.—¡Qué alegría! Solo de pensar que mi hijo pudiese enfermar así me moriría de la angustia… ¿Cómo se encuentra Seung-Yi? —Pregunté avergo
Con el apoyo de Soo-Min y llena de miedos e incertidumbre comencé a laborar en la compañía de la familia Yi. Ser asistente del vicepresidente, tenía muchas ventajas y sobre todo, una buena remuneración en dólares americanos que me permitía vivir muy cómodamente. A pesar de que insistí Soo-Min no me permitió pagar el dinero que gastó en nosotros desde que me encontró en el hospital, hasta que recibí mi primer salario, pero yo no permití que fuera él quien siguiera pagando el costo del alquiler y mucho menos los víveres y el colegio de mi pequeño Kwan-Ji; incluso, podía darme el lujo de tener una empleada doméstica que hacía a la vez de niñera quedándose con mi hijo desde que lo recogía en el colegio, hasta que yo volvía del trabajo. Sabía que en cualquier momento iba a estar frente a frente con Seung-Yi y yo no iba a tratar de evitarlo, pero tampoco pensaba en propiciarlo. Si nuestro destino era que nos volviéramos a encontrar, así sería tarde o temprano. Por supuesto cada vez que So
—¿Estás lista? — Me preguntó Soo-Min apenas abrió la puerta de mi oficina para entrar mientras yo trataba de respirar profundamente para contener los nervios que me estaban consumiendo.Asentí con la cabeza porque mi garganta se negaba a emitir algún sonido ¿Cómo se podía estar lista para enfrentar al hombre al que le mentí desde el primer día que lo conocí? ¿Cómo podía alguien preparase para enfrentar una verdad que podía llevarme no solo a la cárcel, sino a la separación de lo que más amaba en el mundo?Soo-Min estaba seguro de Seung-Yi no se atrevería a quitarme a mi hijo, ¿pero podría perdonarme por haber huido en lugar de decir la verdad y ocupar el lugar que me correspondía como su esposa?—¡Vamos!— Balbuceé tomando las carpetas que estaban sobre mi escritorio.El tiempo había pasado demasiado rápido, los días anteriores había tratado de mantener la calma preparando la presentación para los inversionistas italianos, pero mi mente y mi corazón estaban en una encrucijada ante el t