El jefe de seguridad me llevó hasta el depósito de cadáveres, durante el camino yo solo no podía dejar de suplicar porque fuera un error, no podía tratarse de Eun-Ji, esto no podía estarme pasando. Ya era suficiente sufrimiento estar enamorado de una mujer prohibida, teniendo que seguir casado con otra.Tampoco podía dejar de pensar en las palabras que me dijo Soo-Jin —“¡Es tu hijo!” “¡Es mi amiga y yo le creo!”Tenía tanta confusión en mi mente, pero en ese momento solo podía suplicar para que se tratara de un error y no fuera su cuerpo el que estaba en esa morgue.—Soy Seung-Yi, me dijeron que los cuerpos que encontraron en el parque nacional podrían ser de dos de mis empleados, por eso vine a ver si puedo identificar los cadáveres — Le dije al policía que estaba a cargo de la morgue.—Señor Seung-Yi, no era necesario que viniera usted personalmente, si gusta el reconocimiento puede hacerlo su jefe de seguridad.—Encárgate de reconocer el cadáver masculino, tal vez logres reconocer
—¡Despierta Eun-ji! ¡Corre! ¡Tienes que irte!— Me gritaba Dong-Yul mientras sacudía mi cuerpo tratando de que despertara.Abrí los ojos y no pude evitar gritar al ver los cuerpos de dos hombres muertos tirados en el piso y Dong-Yul con las manos llenas de sangre.—No me hagas daño— le supliqué llorando y rogando por mi vida, no podía haberme equivocado con él al pensar que no era mala persona.El tiempo que convivimos juntos en el Hanok, llegué a pensar que era un buen hombre, pero había matado a dos personas, aun cuando eran delincuentes, se trataba de quitarle la vida a dos seres humanos.—Escúchame bien Eun-Ji, no sé qué fue lo que le hiciste a Hana-Rhee para que te odie tanto y quiera verte muerta. Lo que sí sé, es que me traicionó y envió a esos dos a matarme a mí también y eso no se lo voy a perdonar. ¡Ahora vete y huye lo más lejos que puedas o vas a terminar como esos dos!En ese momento me percaté de que él también estaba sangrando, tenía una herida que parecía profunda en e
Agradecimos a los ancianos que nos ayudaron y muy de madrugada tomamos un autobús hacia la ciudad de Pohang, según Dong-Yul, iba a ser más fácil salir de Corea en un barco rumbo a Japón y volar desde ahí hacia América.Los dos nos poníamos a temblar cada vez que veíamos un policía cerca de nosotros, pero respirábamos al darnos cuenta de que ni siquiera nos miraban. Abordamos un barco pesquero que nos cobró muy barato por llevarnos como parte de la tripulación, no nos convenía gastar dinero de más, ni arriesgarnos en un crucero de pasajeros que por lo regular estaban más controlados.Una vez en Japón fue muy fácil conseguir un vuelo hacia América y por fortuna logramos abordar sin ningún problema. Decidimos seguir haciéndonos pasar por esposos ya que nuestros apellidos no tenían ninguna similitud, era difícil que nos creyeran que éramos hermanos.Gracias a mi dominio del inglés conseguimos pronto alojamiento y nos dimos a la tarea de buscar un apartamento económico y la manera de conse
Estaba muy nerviosa porque el día del nacimiento de mi bebé estaba cada vez más cerca, aun cuando no sabía una fecha exacta para su nacimiento, según el médico podía suceder en cualquier momento y debía estar preparada. Tenía que reconocer que la incertidumbre de ser madre primeriza me llenaba de temor.Alisté una maleta con todo lo necesario para llevar al hospital y trataba de mantenerme tranquila y sin hacer esfuerzos innecesarios. Dong-Yul insistía en que estuviera en cama pero yo no podía pasar el día sin hacer nada.No consideraba que preparar la cena fuera un sobreesfuerzo para mi cuerpo y además el médico me indicó hacer ejercicio así que debía caminar para mantener mis piernas en movimiento.Salí a comprar algunos ingredientes para preparar la cena, Dong-Yul se esforzaba tanto porque nada faltara en casa que trabajaba doble jornada, salía rumbo al trabajo desde antes de que saliera el sol y regresaba ya muy tarde cansado y hambriento.Volvía de la tienda cuando un fuerte dolo
Estaba en el octavo mes de mi embarazo, el ginecólogo me prohibió viajar a América porque mi salud se vio desmejorada debido a mi cuerpo tan delgado y un pequeño grado de falta de vitaminas ya que mi organismo no las asimilaba correctamente por una deficiencia metabólica provocada por querer mantener mi bajo peso y verme siempre delgada de acuerdo a los estándares de belleza tan extremos que exigía la sociedad.Por supuesto yo nunca le mencioné a Seung-Yi que no me tomaba las vitaminas que me indicaba el médico para no subir de peso excesivamente durante el embarazo. Simplemente le decía que todo iba bien cada vez que acudía a revisión y con mantener reposo absoluto para no poner en riesgo al bebé que llevaba dentro era más que suficiente.—Necesitas un permiso médico para viajar Hana-Rhee, tu embarazo está muy avanzado y te lo solicitarán para abordar el avión — Me dijo Seung-Yi, ya que él debía viajar y pasaría varios meses en América para echar a andar el inicio de operaciones de l
Tenía que pasar la noche en el hospital y convencí a Dong-Yul de irse a casa, no tenía caso de que se quedara conmigo y pasara la noche en vela cuando, tanto yo como el bebé estábamos en perfectas condiciones.—Anda, vete a casa, no es necesario que te quedes aquí, los dos estamos bien y estamos muy bien atendidos por las enfermeras.—Y más vale que así sea, con todo el dinero que vamos a pagar por pasar solo una noche en el hospital, podríamos pagar un mes de vacaciones en un hotel de lujo en París.—Ve a casa y descansa, ya verás que mañana cuando vengas, estaremos listos para volver contigo al departamento.No fue fácil, pero terminó por irse prometiendo que volvería muy temprano para llevarnos a casa. Me dio un ligero beso en los labios y se fue. Me quedé mirando las flores que trajo para mí y no pude evitar pensar en lo maravilloso que habría sido que fuera Seung-Yi quien estuviera a mi lado. Sin duda nunca iba a terminar de arrepentirme de haber huido de mi destino.La enfermera
—So-Soo-Min — Balbuceé y bajé la mirada, se trataba del amigo de Seung-Yi a quien también había conocido en Shanghái en aquél viaje que marcó mi vida para siempre.—¡Eun-Ji! ¡No lo puedo creer! ¿Quién iba a imaginar que te iba a encontrar aquí? ¡Seung-Yi se va a poner feliz cuando sepa que estás viva!—Soo-Min, por favor, por favor te lo suplico, no le digas dónde estoy. No quiero que sepa dónde encontrarme.—Lo siento señor, la señora debe descansar tengo que llevarla a su habitación— dijo la enfermera sin dejar de empujar la silla de ruedas ni por un instante.—Por favor Eun-Ji, tenemos que hablar — Insistió Soo-Min — Tenemos que hablar.—Está bien, mañana a la hora de visitas que permite el hospital, estoy en la habitación 203 pero por favor, no le digas a Seung-Yi que me viste, al menos, no hasta después de que hablemos.—Está bien, te lo prometo, será como tú digas.La enfermera siguió su camino y Soo-Min se quedó parado detrás, pero podía sentir que me seguía con la mirada.—Es
—Está bien, será como tú quieras, no le diré nada a Seung-Yi, pero por favor, toma esta tarjeta y si en algún momento necesitas algo, para ti o para tu hijo, no dudes en llamarme.Acepté la tarjeta y di gracias porque se fue de inmediato. Le pedí a la enfermera que me ayudara a conseguir un cable para conectar mi móvil y así poder llamar a Dong-Yul y por fortuna ella tenía uno que compatible con mi teléfono.Apenas conecté el teléfono y los mensajes comenzaron a llegar. Mi estómago dolió cuando vi un mensaje de Dong-Yul que nunca me esperé.«Perdóname Eun-Ji, no quiero ir a la cárcel. Esta mañana cuando llegué al hospital, la puerta de la habitación estaba abierta, escuché la conversación que tenías con ese hombre. Sé que soy un prófugo de la justicia y tal vez tú puedas confiar en él, pero yo no puedo estar seguro de que no va a denunciarme. Me voy de este país y no sé a dónde, tal vez nunca volvamos a vernos. Sé que no tendrás problemas para conseguir el dinero para pagar el hospita