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Un infierno para mujeres

Cuando Kate despertó miró la mesita y había una bandeja con comida, se abrió la puerta y se hizo la dormida, sintió la fragancia de Bastien sabia que era él, lo escuchaba moverse por la pieza hasta que sintió como se hundía la cama, sintió la yema de sus dedos recorrer su rostro y sacar un riso que caía sobre sus  ojos, un suspiro escapó de él, algo triste y melancólico, sintió sus labios posarse en su frente mientras susurraba su nombre … mi Kate … por favor no me odies… - se levantó y salió de la habitación Kate abrió los ojos con su corazón latiendo, aún sentía la calidez de sus labios sobre su frente, sintió partir un auto y se puso de pie rápidamente haciendo que su pie doliera pero no le importó miró por la ventana y vio un auto deportivo negro salir seguido de dos camionetas negras, miró la mesita había un plato de su comida favorita, lasaña, un vaso de limonada con menta y un trozo de sandía –

Como es que sabe lo que me gusta, desde cuando este tipo me espía. – se sentó y empezó a cenar con su corazón apretado, luchando entre odiar a Bastien, el hombre que abusó de ella o dejarse cuidar por él –

Bastien caminaba seguro por unos pasillos oscuros seguido de sus hombres, se escuchaban horribles gritos de mujeres a lo lejos, hombres salía de las habitaciones con sonrisas triunfantes y ojos llenos de lujuria, una puerta se entre abrió y pudo ver a una mujer no mas de 18 años, un hombre la tenía con su miembro metido en su boca mientras otro tenía su miembro en su entrepierna, podía ver sangre corres por sus muslos, era una escena horrible, la pobre chica lloraba mientras el hombre la tomaba del pelo y la apretaba contra él causándole arcadas al hundir su miembro profundo en su garganta… eso es perra trágala toda, pague mucho por ti, traga todo … la puerta se cerró de golpe, solo fueron segundos pero para Bastien fueron horas, siguió caminando hasta llegar a una oficina, 2 mujeres solo en bragas estaban arrodilladas, con esposas mientras el hombre sentado detrás del escritorio sonreía – quien será la afortunada de mamármela este día – las mujeres temblaban mirando el suelo, el hombre levantó la mirada y vio entrar a Bastien –

Bastien!! Amigo, deseas servirte algo, estas perritas son profesionales es mamártela – Bastien lo miró con desagrado –

Vengo por algo puntual, le tiró su móvil sobre le escritorio donde le hombre miró la foto de Kate siendo follada por Bastien tomando su virginidad –

Ya no podrás vender su virginidad, así que déjala en paz.

¿Te atreviste a tomar algo que es mío Bastien?

Ella no es tuya y nunca lo será, dime cuanto pagaste por ella y te devolveré el doble.

Mmm – el hombre se sobaba el mentón – interesante oferta, pero… esa mujer tiene dueño, mi hijo, se preocupó especialmente para traerla a la fiesta y poder saborearla, pero ya que tú te nos adelantaste, espero que lo hayas gozado, esas piernas se ven deliciosas – Bastien le quitó el celular de las manos –

Dime tu precio

10 millones, pague 5 por ella, lo justo son 10 millones, pero no te aseguro que la dejaremos de buscar, puede ser una deliciosa sirviente como estas dos preciosuras que están aquí – el hombre se agacho pasando la lengua por el rostro de una de las mujeres mientras ella lloraba – mmm ese sabor salado me excita tanto. – Bastien hizo una seña y Lucca se acercó con un maletín abriéndolo, captando la atención del hombre -

Aquí hay 15 millones, si veo a uno de tus hombres rondando mi propiedad nuevamente, vendré aquí a cortar eso de raíz – Lucca tiró una bolsa con la cabeza de un hombre, manos y pies, a la cabeza le faltaban sus ojos, era un espectáculo grotesco, la sangre manchaba el escritorio del hombre, las mujeres gritaron al ver la sangre –

Ya veo, bueno, espero que hayas sacado provecho de sus órganos, se a que te dedicas Bastien, no eres mejor que yo.

Yo destripo y vendo los órganos solo de lacras como tú, aunque tus órganos no me servirían por la cantidad de grasa que deben tener, escucha bien Fabio, no me busques, sabes muy bien que no tengo paciencia, saca a Katherine de tu lista o créeme que la próxima cabeza que recibirás será la de tu amado hijo.

¡¡¡No te atreverías!!!

¡¡No me provoques!! Sabes muy bien que no tengo límites cuando se trata de defender lo mío, y esa mujer es mía grábatelo bien en la cabeza, lo que le pase a ella se lo hare pasar a tu hijo e hija 10 veces más, así que tú decides Fabio. – El hombre cerró el maletín guardándolo bajo su escritorio –

Haré lo posible, no te prometo nada ya que mi hijo está obsesionado con esa muchachita.

Espero que lo hagas si no quieres que le saque la obsesión cortándolo en pesados – Bastien salió de la oficina volviendo sobre sus pasos justo por donde había entrado, los gritos de mujeres eran ensordecedores, Lucca se acercó a Bastien caminando a su lado –

¿Por qué no le dice jefe?

Porque no tiene por qué saberlo, ella nunca sabrá lo que le planeaban hacer en este infierno.

Pero jefe, ella lo odia

Prefiero que me odie antes que sepa de un lugar tan asqueroso como éste.

Llegando a la mansión Bastien subió directo a la habitación de Kate, ella estaba acostada, sentada mirando por la ventana la luna que asomaba por la colina, al escuchar la puerta se tenso y automáticamente se cubrió con las sábanas, al ver que era Bastien se relajó un momento, Bastien se sentó a su lado –

Como está tu pie

Bien, aunque duele

Comiste

Si

Tomaste los antibióticos

Si – Bastien suspiró –

Si mañana puedes ponerte de pie, me gustaría que me acompañaras a desayunar, quiero mostrarte algo.

Te dije que no quiero comer contigo.

Kate…

Te dije que no quiero, entiende, tengo novio, lo amo y él me ama, debe estar preocupado, debe estar volviéndose loco buscándome, y tú me tienes aquí encerrada, abusaste de mí, no me dejas salir.

Es mejor que te olvides de ese hombre ahora eres mía

Jamaaas!!! ¡¡¡Jamás seré tuya, jamaaas!!! – Bastien la tomó de las manos y subió sobre ella respirando rápido mientras Kate abría sus ojos asustada – que harás, me violarás otra vez?

Por que eres tan difícil, eres mía Kate, mía, solo mía.

 Jamás Bastien – Kate tenía lágrimas en los ojos llenos de odio y hablaba apretando los dientes, repitiéndole una y otra vez, Bastien se acercó y besó su frente, la soltó y se puso de pie.

Si mañana no bajas a tomar desayuno subiré yo, tu decides. – Bastien salió de la habitación dejándola en silencio, el corazón de Kate latía con fuerza ante lo cercanía de Bastien, sus ojos eran hipnóticos como una serpiente, Kate se giró en la cama mirando la luna por un rato mientras suspiraba por su novio … Sebastián, me extrañas? … se quedó dormida después de unas horas, entre sueños sentía que alguien besaba sus labios y acariciaba su cabello y le susurraba contra sus labios – Kitty por favor no me odies...

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