Pasaron los días, Kate y Bastien se complementaban en todo, él parecía saber todos sus gustos y eso la descolocaba, cuando él empezaba una frase, ella la terminaba, y así, eran como magnetos, se movían en sincronía, cada día que pasaba Kate quedaba más prendada de Bastien dejando en el olvido a Nick.No pudo evitar compararlos, en una semana Kate había conectado más con Bastien que en 6 meses con Nick, con él siempre todo era forzado,extraño, frío, en cambio con Bastien su cuerpo reaccionaba a cada pequeño detalle que él tenía.Su aroma, su voz, la manera que tenía de sostenerla suavemente, el rose de sus manos, se suponía que debería estar triste por la muerte de su esposo, pero no sentía nada, solo paz al lado del hombre que la cuidaba como si fuera una princesa de porcelana.Kate salió de la habitación y no encontraba a Bastien, notó la puerta del jardín entrejunta y salió, Bastien estaba debajo del borde del techo con las manos en los bolsillos mirando hacia el cielo.— Bastien…
Pasaron los días y Kate necesitaba más cosas, así que decidieron salir a comprar, ese tiempo después que Kate le robara un beso pensando que estaba dormido, había sido más cercana, siempre habían miradas furtivas, sonrisas tiernas, roces que hacían sonrojar a Kate, Bastien la cuidaba como su princesa, como siempre la había cuidado y ella se sentía protegida.Iban camino al centro comercial mientras Kate miraba hacia la calle, llegaron y Kate caminaba junto a Bastien, se dio cuenta que él no pasaba desapercibido y las mujeres le sonreían, pero él ni se inmutaba, eso no evitaba que sintiera celos, pero no podía demostrarlo.— Kate, me dijiste que querías comprar lencería, toma mi tarjeta, yo iré al baño para darte privacidad, ¿está bien?— Gracias Bastien — él sonrió y se fue dejándole la tarjeta.Kate entró a la tienda y compro todo tipo de lencería, compró una que encaje negro, pensando en mostrársela a Bastien, se sonrojó automáticamente al verse comprando lencería para que él la dis
Llegaron a la casa y Kate se había quedado dormida, Bastien la miró con amor y sacó un mechón de su rostro, su Kitty seguía siendo la misma. Bajó del auto y abrió con cuidado, la tomó en sus brazos y la llevó a su habitación, la acostó con cuidado y sacó sus zapatos.— mmm Bastien…. — Kate lo llamó entre sueños y Bastien no pudo evitar sonreír, se acercó a ella y besó su mejilla— Aquí estoy Kitty, por favor vuelve a mí. — besó su frente y se fue al auto, bajó todas las bolsas dejándolas en la habitación de Kate, revisó la bolsa de la lencería que había comprado hoy y había conjuntos muy parecidos a los que usaba con él, eso lo hizo sonreír.— Kitty si compras esto es porque quieres que yo los vea, eso me gusta. — terminó de dejar las bolsas y cubrió a Kate, juntó la puerta dejándola entreabierta y fue a cocinar.— En poco tiempo la casa estaba inundada con aroma a comida que despertó a Kate, abrió los ojos y estaba acostada, arropada con una manta, se sentó y vio todas las bolsas all
Bastien se movía de un lado a otro sacando precios y etiquetas. Dobló los pantalones por color, las blusas por tamaño y las faldas por estampado.—Cielos, doblas la ropa tal cual como yo lo hago.—¿De verdad? Eso es solo suerte. Te ayudo con esa ropa.—¡NO! Esa ropa es privada.—Oh… es tu lencería, la ropa prohibida. — Bastien bromeaba haciendo que Kate se sonrojara.—No me molestes, me da vergüenza.—Está bien, no te molestaré —dijo con una sonrisa traviesa mientras tomaba la bolsa.Kate corrió para quitársela.—¡Dámela, Bastien! ¡Pásamela!—Alcánzala —contestó levantándola en alto.Kate saltaba tratando de alcanzarla. Bastien la sujetó por la cintura para evitar que cayera. Sus miradas se cruzaron, y el corazón de Kate dio un brinco. Bastien dejó caer la bolsa al piso sin apartar los ojos de los de ella. Su mano fue a su mejilla.Kate sentía su corazón latir con fuerza cuando Bastien se inclinó y rozó sus labios.—Perdón, Kate… —susurró antes de darle un beso suave.Kate se afirmó d
— ¿Estás seguro de que no hay otra opción? — No señor, ese hombre se ha ganado la confianza de ella, su madre la vendió hace 6 meses por una considerable suma, el delito lo harán este sábado y lo transmitirán por la web oscura, la única manera es hacerlo usted primero. Bastien se soltó el cuello de la camisa y se tiró hacia atrás en su silla, un cigarrillo descansaba en su dedo mientras botaba la ceniza en un cenicero lleno de colillas, su mano frotó el puente de su nariz angustiado, mientras Lucca le entregaba una carpeta que su espía había clonado, ahí estaban las fotos de Kate en la universidad, mientras salía de casa, con sus amigos, todo estaba registrado, sin duda la habían investigado, y estaban preparando todo para destruirla, Bastien cerró la carpeta y tomó un trago mirando el humo del cigarrillo. — Ella me odiará para siempre por esto — Pero señor, si usted no lo hace, su destino será peor, ellos no se detendrán, hasta que usted mande la prueba, o lo hace usted primero, o
Kate despertó en una cama, su cuerpo aún pesaba por el pañuelo que usaron para dormirla, se sentó de un brinco en la cama y se dio cuenta que en la esquina había un hombre sentado mirándola, tenía su pelo negro, su piel clara, su cuerpo se notaba trabajado a pesar de usar un pantalón de traje negro y una camisa blanca, sus dos primeros botones estaban abiertos y sus mangas arremangadas, un reloj adornaba su muñeca y una pulsera de cuero la otra, sostenía un cigarrillo en sus dedos mientras la otra sostenía un vaso de whisky— ¡¿Quién eres?! ¡¿Dónde estoy?! ¡Por qué M I E R D A me trajeron aquí! — Kate se arrastraba por la cama pegando su espalda al respaldar mientras miraba fijamente al hombre sentado frente a ella.— Cálmate — una voz fría y profunda le hizo erizar la piel –— ¡¡¡Cómo quieres que me calme si me secuestraron!!!— Trata de calmarte o será peor— ¿Peor? – Kate se puso de pie y corrió a la puerta que estaba con llave — ¡Abre esta maldit@ puerta, quiero volver a casa! —
Kate temblaba abrazada a la almohada, lo que había pasado ayer aun la hacía temblar de miedo y asco, se puso se pie y miró por la ventana, estaba en un segundo piso, abajo se podía ver un gran jardín lleno de rosas rojas sus favoritas y un pequeño campo de lavandas sus segundas flores favoritas.Una piscina enorme con agua cristalina, el lugar era tan grande que no podía ver todo de una vez, solo notó que estaba rodeado de muros que tenían por lo menos 2 metros y medio de altura, dio un suspiro contra la ventana empañándola.Debo salir de aquí, Sebastián debe estar preocupado, debo volver con él, este sábado tendríamos nuestra primera vez, y este maldito me lo arrebató, ahora ¿cómo miraré su rostro?Kate sollozaba contra la ventana, su estomago gruñó y miró el desayuno, aún estaba tibio, comió un poco de fruta y tomó el jugo, comió los huevos que sabían muy bien, se dio una ducha y abrió el closet, encontró ropa de su talla y su gusto, se vistió con unos jeans, polera y zapatillas, est
— ¿Qué acaso no digo la verdad?, castigaste a ese hombre cortándole la mano por tocarme contra mi voluntad ¿y tú? ¿Qué fue lo que hiciste anoche? Eres igual de cerdo que ese hombre.— ¡¡¡Basta!!! Entiende, no saldrás de aquí depende de ti si es una cárcel o un lugar agradable. ¡¡No trates de escapar otra vez o se me acabará la paciencia entendiste!! Los ojos de Bastien estaban oscuros mientras le hablaba duro a Kate, ella se asustó y guardó silencio mientras él seguía poniendo suavemente la compresa fría en su cara, Kate no se había dado cuenta lo cerca que estaba, su loción había cambiado ahora era mas suave, ya no tenía olor a alcohol, solo a cigarrillos, Bastien se alejó y buscó en unos cajones, tomó unas tabletas y un vaso de agua.— Toma esto te ayudará con la hinchazón de la cara.— ¡No tomaré nada que venga de ti! — escupió.— Si quisiera drogarte o matarte ya lo hubiera hecho, tómatelo, o quieres que te lo de a la fuerza, abre la boca.— ¡No!— Abre la boca— ¡No! Bastien la