LA TRAGEDIA

Castillo Sforzesco en Milán, reino Sur de Italia

El noble milanés Paolo Maldini, un hombre de gran poder que abarcó todo el sur de Italia y la República San Marino por un reinado de muchos años, era delgado de ojos negros y una cabellera azabache, usaba siempre vestiduras reales dando a entender que era el único rey de Italia. Poseía una mirada fría y casi nunca reía, su carácter era de un hombre muy posesivo y apático. Fue un aliado poderoso del rey Franco Baresi que en algunas batallas le ayudó a alcanzar la victoria, pero pronto un mal entendido que fue planificado por el sultán Sai Baba I obligaría desterrar a Franco.

Este noble rey gozaba de un poderoso ejército de más de 300.000 súbditos y caballeros de guerra, una tarde el sultán Sai Baba I enviaría algunos de emisarios para decirle que iría a visitarlo para tener una conversación de alta importancia.

Los jenízaros (guerreros de alta élite) viajaron desde Constantinopla hasta el reino Sur de Italia junto con Sai Baba I, llevando consigo una gran fortuna en oro, piedras preciosas y armamento.

Cuando traspasaron las fronteras de Italia los escuderos del rey Paolo Maldini los custodiaron hasta llegar a Milán donde el rey los esperaba.

— ¡Hemos arribado a Milán sultán Sai Baba I! —dijo uno de los jenízaros con mirada de frialdad.

—Deseo ver lo más pronto posible al rey Paolo Maldini, ¡Llevadme al castillo Sforzesco! —Contestó el sultán con arrogancia.

El sultán y los jenízaros fueron conducidos al castillo, el rey Paolo Maldini los esperaba en las afueras, el recibimiento fue con honores. Después de la presentación, el banquete e intercambiar obsequios ambos jerarcas entablaron una profunda conversación en secreto.

Con esta charla el sultán engañaría a Paolo al decirle que su pariente cercano Franco, estaba tramando en silencio una insurrección en contra de su reinado queriendo conquistar todos los principados del sur de Italia y parte de la República de San Marino.

El rey asombrado al escuchar tan inesperada revelación, se dispuso hacer un pacto con el sultán para no interferir en la próxima invasión que iba a hacer a través de su hijo y futuro heredero al trono, Murad I.

Sin darse cuenta que alguien en silencio escuchaba tal acuerdo, este era un aliado y amigo de Franco que enseguida fue a decir la noticia a su rey.

Realizado el pacto Sai Baba I regresó a Constantinopla alistando los ejércitos para una pronta invasión. El rey Paolo Maldini no se sintió bien después de la supuesta traición de su primo el rey Franco Baresi.

Con dolor en el corazón esta vez no le apoyaría a su primo atacando a los turcos, mintiéndole le diría que si le iba a dar la mano, sin embargo al momento de acercarse a las tropas del norte de Italia, inesperadamente Paolo daría marcha atrás regresando a sus territorios dejando a la intemperie del poderío de las legiones del sultán.

Mientras tanto el aliado del rey Franco viajaría a Nápoles para dar aviso de la futura traición de su primo.

Castillo de Sant'Angelo, Reino de Italia

Situada cerca de la ciudad de las siete colinas, Roma, en la orilla derecha del Tíber, frente al Pons Aelius, a poca distancia del Vaticano, entre el rione de Borgo y el de Prati. Se encuentra el castillo de Sant'Angelo, compuesto por una base cúbica, revestida con mármol de Carrara, un friso decorativo con cabezas de buey y lesenas angulares. En la parte del friso que da hacia el río se pueden leer los nombres de los emperadores  romanos sepultados en su interior.

Apresurado el aliado de Franco arribó al castillo dirigiéndose a la presencia del rey.

— ¡Rey Franco, su primo Paolo Maldini os ha traicionado haciendo un pacto con el sultán Sai Baba I! —Exclamó con una voz de angustia.

— ¿Cómo sabéis fiel amigo que mi primo Paolo va a traicionarme con mi peor enemigo? —Preguntó el rey con incertidumbre.

— ¡Vi al sultán llegar en persona al castillo Sforzesco! Se reunió en secreto con el rey haciendo un pacto para desterrarlo de Italia. —Contestó con plena seguridad.

Franco no creyó y haciendo caso omiso, envió mensajeros a su primo para que viniese en su ayuda al enviarle tropas para ir a las fronteras de Constantinopla. Con un ejército de más de 700.000 entre caballería, arquería e infantería sería suficiente para hacer frente al sultán que contaba con casi 1.000.000 de guerreros.

El combate iba ser a muerte, una destrucción casi total entre ambos reinos provocaría una masacre jamás vista. El Sacro Imperio Romano afrontaría la guerra con el Imperio Otomano.

Franco envió a su gente al castillo del rey Paolo para traer a los ejércitos del sur de Italia, con mentira el rey dijo a los mensajeros que iría en su ayuda pero que lo aguardara cerca de las fronteras del territorio turco.

Franco al recibir la falsa respuesta de su primo, se alistó emprendiendo viaje con sus tropas con más de 300.000 guerreros al combate final contra el sultán sin antes despedirse de su Bianca.

—Bianca voy a la guerra a enfrentar al malvado sultán, espera por mí en el castillo, una multitud de soldados te resguardarán. —Franco le dijo estas palabras con tristeza en su mirada.

— ¡Franco!, ¿Estás seguro de ir a la guerra contra el sultán? Su furia no tiene límites, con tu fuerte ejército, el apoyo del Papado y el rey Paolo Maldini, miles de miles de turcos serán crucificados, esto es algo que el sultán lo verá como una gran ofensa y decidirá buscarte hasta tenerte en sus manos.

La princesa sentía una gran angustia en el corazón, sabía que después del enfrentamiento en las fronteras del territorio turco, el sultán con sus tropas de soldados contraatacarían los territorios de Nápoles e incluso llegarían a Roma, para dificultar las cosas el primo de Franco, el rey Paolo Maldini corrían rumores que lo iba a traicionar uniendo fuerzas con el sultán.

Sus ambiciones eran de conquistar la zona norte del reino de Italia, el sultán Sai Baba le iba a dar toda la ayuda necesaria para que él destrone a Franco eso sí, que la hermosa princesa Bianca fuese capturada para que fuera llevada al inmenso harén del sultán.

Esta obsesión enfermiza lo llevaría a sacrificar a miles de miles de sus soldados, pero para que él la poseyera le era necesario quitar de su camino a Franco. Todo iba conforme a sus planes, el sultán pronto tendría a Bianca en sus aposentos y a Franco desterrado lejos de los reinos de Italia.

Frontera del imperio Otomano

El rey Franco al salir del castillo y dejar a su prometida protegida, se dirigió con un ejército de 300.000 soldados al territorio Otomano pasando por el Danubio para hacer frente a los turcos masacrándolos y crucificándolos a todos, fueron más de 50.000 crucificados. Fue un siniestro espectáculo ver el campo entero lleno de turcos crucificados al revés, Franco sintiéndose orgulloso de su victoria se sentó en medio de los gritos y agonías de sus enemigos bebiendo sangre en una copa de vino. Esta fue la primera vez que sus soldados sospecharon de sus inclinaciones al vampirismo, a la verdad entre sus más fuertes servidores se encontraban dos vampiros cuyas identidades eran desconocidas.

Luego de aquella masacre, se dirigió a las afueras del campamento esperando a que llegase el ejército de su primo el rey Paolo Maldini. Pasaron las horas y la milicia llegó para aparentemente unirse e iniciar la gran guerra.

Cuando Franco dio las órdenes para invadir, inesperadamente el ejército de más de 300.000 soldados retrocedió alejándose del lugar.

— ¡He! ¿A dónde van? ¿Por qué retroceden? —Gritaba el rey Franco con desesperación.

Haciendo caso omiso los ejércitos del rey Paolo Maldini se dirigieron de regreso a Italia. Franco al sentirse abandonado quiso retroceder con sus tropas pero fue demasiado tarde, la emboscada del sultán lo sorprendió.

Más de 700.000 turcos rodearon al rey y su ejército, al sentirse acorralado no le quedó más remedio que pelear hasta la muerte.

La batalla dio comienzo unos a otros se mataban sin piedad, pasaron varias horas hasta que el ejército turco doblegó a los italianos. Franco al verse arrinconado salió huyendo con un pequeño número que conformaban los hombres más leales.

Miles de musulmanes turcos aguardaban en sus tiendas de campaña, en una de ellas yacía Sai Baba I con algunos de sus generales. Uno de ellos le confirmó la victoria sobre el ejército del rey Franco.

Sai Baba al saber de la victoria sobre su enemigo y su huida, envió de inmediato a su hijo a que fuera por Bianca trayéndola al palacio.

—Murad ve por la princesa Bianca, ¡Tráeme ante mi presencia! —Dijo el sultán con un deseo lujurioso por poseer a la doncella.

—Padre iré por la princesa y te la podré en tus pies. —Contestó Murad con una risa burlona.

Murad I se dirigió a Italia en busca de Bianca, a la llegada de los turcos al castillo Sant' Ángelo, Murad I fue avanzando y arrasando con todo a su paso, entró por los pasillos y con centenares de soldados se dirigieron a la habitación de la princesa, entrando en contienda con los protectores de Bianca, los asesinó y haciendo un poco de esfuerzo sus soldados tumbaron la gran puerta y allí se hallaba la hermosa princesa, la codiciada del sultán. Impotente fue secuestrada por los turcos para llevársela al palacio del sultán.

La princesa con su vestido blanco fue apresada por los turcos y yendo de regreso al palacio en Constantinopla, cruzaron el rio Bósforo y mientras Bianca rezaba unas plegarias a Dios, la embarcación entró en un remolino y los consumió a todos, ella siendo protegida por una mano invisible, fue a parar a las orillas del río quedando inconsciente.

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