Luciano se acerca sin responderme y luego comienza a pasearse por la habitación, algo que él sabe que me pone de los nervios.
— ¿De qué manada la has sacado? Pensé que eras un lobo solitario, en todos los sentidos — La ironía en su voz me recuerda por un segundo a todo lo que renuncié hace cinco años y sobre todo, a lo que renuncié hace cinco minutos, al tener a la mujer humana tan cerca y dispuesta, así ella no lo quisiera demostrar.
— De ninguna — No explico nada y me detengo en una página donde hablan sobre una profecía que creo conocer.
— ¿Te has tirado a una hechicera? — Lo miro con el ceño fruncido y él levanta las dos manos — Espera. No vayas a decirme que lo has hecho con una vampira — Se acerca a mi lado y la seriedad en su mirada me confirman que ha dejado de jugar.
— Solo hazlo — Le digo y continúo leyendo sobre el monstruo que desata un río de sangre.
— Espera un momento ¿Por qué deseas que la protejamos? ¿Durante cuánto tiempo? — Me niego a bajar la mirada y, sin embargo, me estremezco al volver a sentir con potencia el olor a manzana verde.
— No hagas preguntas estúpidas — Empuño las manos y un rugido sale de mi garganta, empiezo a enfurecerme con sus interrogantes.
— Te han pillado, estás en la m****a si ella no pertenece a ninguna manada, ¿acaso es una omega? — El olor de la mujer y los latidos de su corazón se amplifican, está asustada y solo pienso en correr a su lado y abrazarla hasta que sepa que todo va a estar bien.
¡Tiene que irse ahora!
— ¿Harás lo que te he pedido? — Luciano debe apresurarse, necesito seguir buscando a la bestia.
— La profecía — Responde al detenerse en la página que ya estaba leyendo — Es eso, mi padre siempre dijo que tu padre pensaba que cuando encontraras a tu luna se cumpliría la profecía — Nunca he creído en esas afirmaciones sin bases.
— No soy alfa y no me he marcado con ninguna hechicera — Le digo y cierro el libro.
Luciano se aleja y empieza a caminar en círculos, con los brazos cruzados; lo que siempre hace cuando está reflexionando. Pensé que con los años había cambiado un poco, pero veo que sigue siendo igual.
— Pero lo serás y eres un solitario, como dice la profecía — Escucho el suave susurro de Luciano.
— ¿Qué has dicho? — Mi pregunta al parecer tensa su cuerpo y lo pone en guardia.
— Lo haré, pero debes decirme de qué especie proviene — Delineo mi ceño con los dedos índice y anular. Este lugar se está volviendo cada vez más dulce.
— Es una humana — Susurro y juro que si estuviese en otras circunstancias, la cara de Luciano se llevaría un palmo.
— Ónix, están diciendo en las noticias que un lobo se encuentra detrás de todas las muertes del bosque — Drago, mi hermano menor y al único que le permito interrumpirme en mi casa, empuja la puerta con ímpetu y entra corriendo pareciendo próximo a perder el aliento — La manada está inquieta, temen que los cazadores vuelvan a este lugar, atraídos por la idea de que todavía hay lobos — Frunzo el ceño. Esto era lo que quería evitar.
Porque a pesar de que ya no hago parte de la manada, son mi familia y debo hacer todo lo que esté en mis manos para protegerlos.
Hace cientos de años los cazadores dejaron este bosque tranquilo, desde que mis antepasados realizaron un acuerdo con las autoridades de la ciudad. Mi familia permite que miles de personas trabajen en nuestras empresas y han reducido la tasa de desempleo de la ciudad y sus alrededores a cambio de no ser molestados.
Luciano y yo nos acercamos a Drago, que al parecer, no es mensajero de buenas noticias.
Él, a sus catorce años, es un joven muy listo y está siendo preparado para asumir el cargo de alfa de la manada cuando sea el momento, cargo al que yo he renunciado.
— Tienes que hablar con ella, pedirle que no nos exponga — Gruño al comprender lo que quiere decir y mi hermano retrocede un paso al ver mi mirada furiosa.
Anoche sentí su olor con levedad, antes de que mis fosas nasales fuesen solo pudiesen concentrarse en el olor a manzanas de la humana, que ahora se ha convertido en mi olor favorito ¡Estoy jodido!
Sabía que Luminara era la detective encargada del caso de las muertes de las dos mujeres y los dos niños en el bosque, en inmediaciones de las tierras de nuestra manada, pero nunca pensé que se atreviera a hablar sobre nosotros en público.
— Ella hará lo que tenga que hacer — Le digo a Drago y abro otro libro.
— Drago, ¿Estás hablando de Luminara? — Luciano se acerca y lleva a mi hermano hasta un sillón y le sirve un trago de whisky.
— Luciano — Susurro con los dientes apretados mientras observo a Drago tomarse hasta la última gota.
— Déjalo relajarse un poco, mira el peso que trae sobre los hombros — Mi hermano respira con fuerza y vuelve al ataque.
— Ónix, Luminara odia a nuestra manada, por tu culpa ella y su padre fueron expulsados de su propia manada y ahora está aprovechando lo que sucede para vengarse. Tienes que volver y salvarnos — Vuelvo a gruñir y todo mi cuerpo se tensa.
Puedo querer a mi hermano, pero sabe que se está excediendo. No voy a volver y menos porque a Luminara, se le ha ocurrido volver a traicionar a los hombres lobos.Luminara y yo tenemos un pasado desastroso, el mismo pasado que me obligó a alejarme de mi manada y de mi familia y por el que a ella y a su padre los expulsaron de su manada y en la actualidad, no quiero tener ningún contacto innecesario con ella.— Ónix ha encontrado a su luna — Mi gruñido se vuelve más ronco y fuerte, lo que al final no hace la diferencia, porque Luciano continúa hablando — Es una humana y …— No soy un alfa — Replico, interrumpiendo la cantidad de estupideces que está diciendo.— La profecía — Responde Drago y siento como la furia empieza a invadirme.— La chica no es una hechicera, Drago, es una simple humana — Le explica Luciano.— Pero nadie dijo que tendría que serlo, todo depende de cómo se interprete, la profecía dice que solo que hechiza al alfa de la manada y para eso no tiene que ser precisament
Nala— ¡Detente!Mi corazón late con tanta fuerza que tengo miedo de enfermar en este lugar.Me he detenido ante la hipnotizante y potente voz del hombre que ha asesinado a mi hermana y no tengo la menor idea de por qué lo hice, por qué me he dejado controlar de esta forma y por qué mi cuerpo se estremece y arde ante su presencia.Me desperté en la casa del asesino y me obligué a pensar que no podía haber sido él, porque aunque no lo recuerdo muy bien, creo que mientras mi hermana era atacada, él llegó a protegerme.Sin embargo, todo fue tan confuso y todavía no tengo claro lo que sucedió anoche, que en este instante, hasta dudo de mí misma.Al estar en su casa y al tenerlo tan cerca, solo podía pensar en correr hacia sus brazos y en dejar que todos mis problemas fueran absorbidos por su fuerza y por su calor; lo que no tiene ninguna lógica, no conozco a este hombre y podría ser el asesino de mi hermana.Debo estarme volviendo loca, porque estoy segura de que anoche y en este mismo mo
Mi hermana ha sido asesinada de la forma más cruel y brutal que puede existir y yo podría estar dejándome seducir por su verdugo.— Porque quería atrapar al asesino. Si fuese lo contrario, no estarías en este lugar — Mi cuerpo vuelve a estremecerse y me abrazo intentando calmar la sensación de desasosiego que me invade de improviso.La persona que asesinó a mi hermana no tendría compasión de mí, de eso estoy segura. Y, sin embargo, sigo con vida.— Yo… solo quiero volver a mi casa y enterrar a mi hermana — Le digo.El estremecimiento en mi cuerpo aumenta, como si estuviera a punto de morir de frío y solo él fuese mi fuente de calor.Levanto la mirada y descubro que de alguna manera nos hemos acercado un poco más y que me muero por encontrarme entre sus brazos.— Vas a volver, te lo prometo — Me dice el magnífico hombre del cual no conozco ni su nombre, pero a quien, por alguna extraña razón, no temo.Él extiende su brazo derecho y como si estuviera siendo víctima de un hechizo o de un
— Ónix, gracias por salvarme anoche — Mi voz suena débil y me odio por la imagen de mujer desprotegida que acabo de brindarle.Decir su nombre se sintió como si estuviese entregándole mi alma, prometiéndome a él para siempre.¡Definitivamente, no volveré a leer esas historias!— Luciano va a encargarse de tu seguridad, no te preocupes, puedes pedirle ayuda a él o a sus hombres cuando lo necesites — Me dice y enseguida hace un gesto con la cabeza y se retira hacia el interior de su chalet.Luciano y Drago ya han salido y me apresuro a seguirlos ¿Ha dicho él y sus hombres? ¿Acaso son militares o un grupo de vigilancia civil?Todo esto ha sido muy extraño ¿Quiénes son estás personas? ¿Forman parte de un grupo organizado y el adolescente es el jefe? Si no recuerdo mal, le dijo a Ónix que ya no tenía derecho a ordenarle nada.Empiezo a arrepentirme al dejar que dos hombres me acompañen a atravesar el solitario bosque en una camioneta cuatro por cuatro.Drago y Luciano empiezan a hablar en
ÓnixMe obligo a dar un paso tras otro, mientras llevo en mis brazos el cuerpo inerte de mi pequeño hermano.Los miembros de la manada salen uno a uno de sus cabañas, observando mi procesión sin decir una palabra. Escucho los gritos de algunas lobas y los gruñidos de los lobunos.He vuelto al pueblo de donde partí hace cinco años y al que prometí jamás regresar, a pesar de que siempre estuve a unos cuantos kilómetros de distancia.He vuelto a la manada que rechacé, a las personas que abandoné y que decidí no proteger como el alfa que estaba destinado a ser.Regreso con el cuerpo sangriento de mi hermano en mis brazos y solo entregaré muerte a mis padres, a los que no veo desde hace cinco años.Continúo mi camino con la cabeza erguida y fija en la cabaña del Alfa.Orión y Freiya salen de ella y se precipitan a mi encuentro y puedo observar las lágrimas deslizándose por las mejillas de mi madre y el intenso dolor reflejado en el rostro de mi padre, dolor que yo nunca había conocido, has
Mi padre entra a la cabaña, seguido por Homero y algunos deltas y centinelas, y yo me quedo de pie observando a los lobos de la que antaño fuera mi manada y mi mente vuelve a ella, a la humana ¡Maldita sea!Cuando se fue con Luciano y Drago, intenté continuar con mi rutina. Cargué madera desde el almacén hasta mi taller y empecé a tallarla, buscando concentrarme en cada detalle; sin embargo, minutos después casi destruyo mi trabajo al comprobar que tallaba la carade Nala.Su nombre le encantó a mi lobo, como todo de ella y mi frustración aumentó minuto tras minuto.La llamada de Luciano diciéndome que el portón de la casa de Nala estaba abierto, me inquietó y pensé en ir a acompañarlos y de improviso sentí su miedo y desesperación; Nala estaba en problemas.Durante mi recorrido hasta su casa, la escuché llamar a mi hermano e intenté sentirlo; pero Drago todavía no había tenido su primera transformación como lobo y no pude sentir nada más allá de la tristeza y angustia de Nala.La escu
Luciano ha encontrado a su mate y no es una hechicera, así que sí, la manada cree en la profecía, el chance de su hijo para ser alfa, jamás llegaría.— Al parecer en el siglo dieciséis, se desató una cacería de hombres lobos igual o peor a la cacería de brujas y hechiceras, solo que la humanidad solo recuerda a las brujas que fueron quemadas y masacradas, pero nosotros también perdimos muchos de los nuestros — El sabio anciano comienza su relato y nadie en absoluto dice una palabra.Cierro los ojos y me veo contando la misma historia a un impresionado Drago de once años, mientras pasaba tiempo conmigo en mi aislada cabaña.— Una noche, un hombre lobo, el alfa de la manada y una hechicera fueron quemados uno al lado del otro,lo que pocos conocían era que el lobo y la hechicera se habían marcado como pareja en la antigua ceremonia de la Luna yque la hechicera llevaba en su vientre el fruto de esa unión — Me vuelvo a mirar al anciano.Nos habían contado que el hombre en su forma de lobo
— Hay otras manadas a las que podemos llamar y trabajar juntos, el alfa de la profecía aparecerá, el anciano sabio, nunca se equivoca — Empuño mis manos ante la respuesta de mi padre, que al terminar su frase vuelve a mirarme de la misma forma que lo hizo el anciano.¡Maldición!— ¡Alfa Orión! ¡Alfa Orión! — La voz asustada de los dos últimos jóvenes de la manada que se han transformado en lobos, sorprende a todos los reunidos — Cazadores, han herido a Tomás, estábamos a muchos kilómetros de aquí y logramos escapar sin dejar rastro — El joven que se dirige a mi padre ayuda a un Tomás herido en una pierna por una bala.— ¿Qué hacían tan lejos y como lobos? — Pregunta mi padre enojado, mientras que la médico de la manada se lleva a Tomás.— Hemos ido a ver un partido con nuestrosamigos de la escuela y de regreso quisimos detenernos y practicar un poco de lucha,Tomás se enojó al perder y quiso la revancha y al volver a perder no pudo controlarse y cambio de forma y yo simplemente lo hic