Mi hermana ha sido asesinada de la forma más cruel y brutal que puede existir y yo podría estar dejándome seducir por su verdugo.— Porque quería atrapar al asesino. Si fuese lo contrario, no estarías en este lugar — Mi cuerpo vuelve a estremecerse y me abrazo intentando calmar la sensación de desasosiego que me invade de improviso.La persona que asesinó a mi hermana no tendría compasión de mí, de eso estoy segura. Y, sin embargo, sigo con vida.— Yo… solo quiero volver a mi casa y enterrar a mi hermana — Le digo.El estremecimiento en mi cuerpo aumenta, como si estuviera a punto de morir de frío y solo él fuese mi fuente de calor.Levanto la mirada y descubro que de alguna manera nos hemos acercado un poco más y que me muero por encontrarme entre sus brazos.— Vas a volver, te lo prometo — Me dice el magnífico hombre del cual no conozco ni su nombre, pero a quien, por alguna extraña razón, no temo.Él extiende su brazo derecho y como si estuviera siendo víctima de un hechizo o de un
— Ónix, gracias por salvarme anoche — Mi voz suena débil y me odio por la imagen de mujer desprotegida que acabo de brindarle.Decir su nombre se sintió como si estuviese entregándole mi alma, prometiéndome a él para siempre.¡Definitivamente, no volveré a leer esas historias!— Luciano va a encargarse de tu seguridad, no te preocupes, puedes pedirle ayuda a él o a sus hombres cuando lo necesites — Me dice y enseguida hace un gesto con la cabeza y se retira hacia el interior de su chalet.Luciano y Drago ya han salido y me apresuro a seguirlos ¿Ha dicho él y sus hombres? ¿Acaso son militares o un grupo de vigilancia civil?Todo esto ha sido muy extraño ¿Quiénes son estás personas? ¿Forman parte de un grupo organizado y el adolescente es el jefe? Si no recuerdo mal, le dijo a Ónix que ya no tenía derecho a ordenarle nada.Empiezo a arrepentirme al dejar que dos hombres me acompañen a atravesar el solitario bosque en una camioneta cuatro por cuatro.Drago y Luciano empiezan a hablar en
ÓnixMe obligo a dar un paso tras otro, mientras llevo en mis brazos el cuerpo inerte de mi pequeño hermano.Los miembros de la manada salen uno a uno de sus cabañas, observando mi procesión sin decir una palabra. Escucho los gritos de algunas lobas y los gruñidos de los lobunos.He vuelto al pueblo de donde partí hace cinco años y al que prometí jamás regresar, a pesar de que siempre estuve a unos cuantos kilómetros de distancia.He vuelto a la manada que rechacé, a las personas que abandoné y que decidí no proteger como el alfa que estaba destinado a ser.Regreso con el cuerpo sangriento de mi hermano en mis brazos y solo entregaré muerte a mis padres, a los que no veo desde hace cinco años.Continúo mi camino con la cabeza erguida y fija en la cabaña del Alfa.Orión y Freiya salen de ella y se precipitan a mi encuentro y puedo observar las lágrimas deslizándose por las mejillas de mi madre y el intenso dolor reflejado en el rostro de mi padre, dolor que yo nunca había conocido, has
Mi padre entra a la cabaña, seguido por Homero y algunos deltas y centinelas, y yo me quedo de pie observando a los lobos de la que antaño fuera mi manada y mi mente vuelve a ella, a la humana ¡Maldita sea!Cuando se fue con Luciano y Drago, intenté continuar con mi rutina. Cargué madera desde el almacén hasta mi taller y empecé a tallarla, buscando concentrarme en cada detalle; sin embargo, minutos después casi destruyo mi trabajo al comprobar que tallaba la carade Nala.Su nombre le encantó a mi lobo, como todo de ella y mi frustración aumentó minuto tras minuto.La llamada de Luciano diciéndome que el portón de la casa de Nala estaba abierto, me inquietó y pensé en ir a acompañarlos y de improviso sentí su miedo y desesperación; Nala estaba en problemas.Durante mi recorrido hasta su casa, la escuché llamar a mi hermano e intenté sentirlo; pero Drago todavía no había tenido su primera transformación como lobo y no pude sentir nada más allá de la tristeza y angustia de Nala.La escu
Luciano ha encontrado a su mate y no es una hechicera, así que sí, la manada cree en la profecía, el chance de su hijo para ser alfa, jamás llegaría.— Al parecer en el siglo dieciséis, se desató una cacería de hombres lobos igual o peor a la cacería de brujas y hechiceras, solo que la humanidad solo recuerda a las brujas que fueron quemadas y masacradas, pero nosotros también perdimos muchos de los nuestros — El sabio anciano comienza su relato y nadie en absoluto dice una palabra.Cierro los ojos y me veo contando la misma historia a un impresionado Drago de once años, mientras pasaba tiempo conmigo en mi aislada cabaña.— Una noche, un hombre lobo, el alfa de la manada y una hechicera fueron quemados uno al lado del otro,lo que pocos conocían era que el lobo y la hechicera se habían marcado como pareja en la antigua ceremonia de la Luna yque la hechicera llevaba en su vientre el fruto de esa unión — Me vuelvo a mirar al anciano.Nos habían contado que el hombre en su forma de lobo
— Hay otras manadas a las que podemos llamar y trabajar juntos, el alfa de la profecía aparecerá, el anciano sabio, nunca se equivoca — Empuño mis manos ante la respuesta de mi padre, que al terminar su frase vuelve a mirarme de la misma forma que lo hizo el anciano.¡Maldición!— ¡Alfa Orión! ¡Alfa Orión! — La voz asustada de los dos últimos jóvenes de la manada que se han transformado en lobos, sorprende a todos los reunidos — Cazadores, han herido a Tomás, estábamos a muchos kilómetros de aquí y logramos escapar sin dejar rastro — El joven que se dirige a mi padre ayuda a un Tomás herido en una pierna por una bala.— ¿Qué hacían tan lejos y como lobos? — Pregunta mi padre enojado, mientras que la médico de la manada se lleva a Tomás.— Hemos ido a ver un partido con nuestrosamigos de la escuela y de regreso quisimos detenernos y practicar un poco de lucha,Tomás se enojó al perder y quiso la revancha y al volver a perder no pudo controlarse y cambio de forma y yo simplemente lo hic
Siento el peligro antes de llegar a mi cabaña, Nala no comprende lo que sucede y no confía en las personas que se encuentran con ella, al parecer, Luciano intenta protegerla y está comunicándose en occitano.El calor de mi cuerpo aumenta y abraza todo mi cuerpo, no hay luna llena, pero mi lobo interior ha detectado el peligro y el temor de su pareja destinada.Siento la esencia de un olor que conozco muy bien, el mismo que sentí anoche, pero que ya no tiene el mismo efecto en mi forma de hombre, siento a Luminara.¿Qué hace en mi cabaña?Me acerco y descubro tres lobos afuera de mi casa, tengo la impresión que Luminara quiere forzar a Luciano a transformarse delante de Nala.Me desnudo con rapidez, quitando mis zapatos, mi camiseta y mi pantalón negro ensangrentado, sin dejar de observar el movimiento de los lobos.Me concentro en mi cambio, no puedo perder el contacto con mi mente humana y dejarme controlar por los instintos de mi lobo que claramente solo quiere entrar y rescatar a N
— Ven Nala, tenemos que irnos — La voz de Luciano me distrae y siento el ataque del lobo.Sacudo mi pierna con ferocidad y me alejo para al segundo lanzarme contra él y tomar su cuello, empujo con fuerza y rodamos poruna pequeña pendiente, golpeándonos con fuerza mientras muerdo y recibo pequeñas mordidas del omega.Escucho su quejido al golpearse contra un árbol y gruño por el dolor en mi pata y por el golpe que recibí al chocar contra otro árbol.Me muevo con agilidad a pesar del dolor y me acerco al auto, donde Luciano arrastra a una Nala que parece encontrarse en estado de shock.Mientras se alejan, mi dolor se vuelve más agudo y aúllo al sentir como mis huesos se contraen y se vuelven a reconfigurar, creando el sonido de huesos crujientes y de músculos tensándose.Mi mirada se vuelve menos intensa y mis dientes y cara vuelve a su posición normal, mi capa espesa de pelaje empieza a retractarse generando una sensación extraña en mi cuerpo.Sé que mi cambio a la forma humana no ha