Karina se encontraba sentada sobre el sofá de la sala, disfrutando de un helado de fresas casero cuando observó a través del gran ventanal como Nick entraba al jardín con el rostro totalmente tenso y dos maletas de color negro. Nerviosamente se levantó del sofá y dejó el helado de fresa sobre la mesa de cristal que había frente al sofá. Sabía que era imposible que Nick no estuviera ahí para hablar sobre lo que había sucedido con Lisa, pero al ver las dos maletas de color negro se preguntaba si él estaba listo para regresar a casa. Llevaba años sin vivir con él, así que el hecho de que volviera, le terminaba por agradar ligeramente. También por un momento pensó que al tenerlo cerca podría simplemente examinar de mejor manera lo que él se encontraba haciendo por la empresa. Aun quería su puesto y lo seguiría queriendo hasta que finalmente lo obtuviera. Su padre ya le había mencionado que las acciones de la empresa ya habían caído por lo cual sería sencillo poder comprar más de lo que y