Habían llegado desde hace más de una hora a la famosa cabaña que Nick le había prometido a Lisa. Ella llevaba más de una hora acostada en la cama matrimonial, observando únicamente la sorprendente cascada que había frente al ventanal. La espalda le dolía demasiado y no sabía si era por culpa de la herida, por culpa de los golpes o simplemente el embarazo comenzaba a causar efectos en su cuerpo. Estaba decidida a disfrutar de todo el viaje pero el dolor simplemente parecía querer impedírselo por completo. Todo el lugar parecía un sueño, sorprende mente mágica. Nick se encontraba al otro lado de la cabaña, frente a su computadora portátil, frunciendo el ceño de vez en cuando. Ella sabía que algo estaba sucediendo, que algo estaba tramando, pero no tenía el suficiente valor o las suficientes ganas como para preguntarle qué era lo que estaba haciendo. El sonido que hacia la cascada a las afueras de la cabaña, parecía ser una clase de terapia. El sonido era relajante, suave y feroz a la ve