Caliente. ¿Es normal que su cuerpo se sienta cálido en plena mañana? ¿O tal vez es a causa de un sueño húmedo?.Layla frunció el ceño, la luz matutina se filtraba por la ventana. Se movió incómoda, se sacudió y un gemido escapó de su garganta sin previo aviso. Sintió unas manos tibias deslizándose p
—Oye, no te ofendas, me gusta ser directo —sonrió y besó sus labios suavemente —. Lo que digo es que has sido bastante difícil de conseguir, y que me he dado cuenta de que tengo un tipo de fetiche con tu maltrato hacia mí. Entre más lo haces, más me engancho. Claro, si fueras más amable, sería el do
—¿Dónde está mi esposa? —una voz ronca se escuchó en el pie de la escalera. Valentino, con resaca, bajaba las escaleras vestido de ejecutivo. Aunque estaba listo para el trabajo, sus ojos revelaban cansancio y enrojecimiento por la mala noche.—Ella salió temprano —respondió Clodan sin mirarlo —. Co
Las manos de Holly temblaban sobre sus piernas, empapadas de sudor, mientras la mirada de Clodan se posaba sobre ella. Ambos estaban sentados frente a frente, ella sin tocar el café que le habían ofrecido, y él esperando a que dijera algo. Sin embargo, la incomodidad reinaba entre ellos, a pesar de
—Clodan —murmuró ella suavemente.—Pero me gustaría que nos llamáramos por nuestros nombres solo cuando estemos los dos solos. Vamos a estar en el área laboral, por lo que todos los empleados mantienen la etiqueta.—¿Quiere decir que soy la primera en hablarte informalmente? —sonrió esperanzada.—De
—Deseaba estar a solas, me dirigí a otro lugar —tuvo que aclararlo al notar la expresión en el rostro de Valentino—. Estaba completamente sola, Valentino, sin compañía. Necesitaba mi espacio.—Está bien —suspiró aliviado—. Estuve esperándote todo el día, incluso te llamé varias veces.—He visto las
**Horas antes**Layla despidió a algunas de sus modelos tras las sesiones de fotos en el estudio de fotografía. Mientras empacaba sus pertenencias, verificó la hora en su reloj. Aunque era temprano para marcharse, el insoportable dolor de cabeza persistía, probablemente debido a que no podía dejar d
—Ahora mismo, aléjate —le pidió ella, pasando de él con objetiva determinación. Sin embargo, su intento resultó infructuoso, ya que la mano que solía someterla con fuerza atrapó su muñeca. — ¿Planeas armar un escándalo aquí afuera? Suéltame, o me aseguraré de que la seguridad te saque.—Vas a venir