Capitulo 6.

Ada despertó nuevamente, ya había regresado a su pequeña cabaña desvencijada, que estaba llena de corrientes de aire. Se esforzó en mirar a su alrededor y vio a Lukyan, que estaba de espaldas a ella, torpemente ocupado frente a la estufa. Su ropa estaba llena de agujeros y manchas de sangre. Ada finalmente recordó lo que había sucedido antes de perder el conocimiento. Ayer, él había tenido que usar su espalda para protegerla de los latigazos y ataques. En ese momento, ella saltó de la cama.

—¿No te dije que te quedaras aquí y no salieras? —gritó ella—. Ahora, el Alpha y la Luna Ursula te habrán descubierto, seguro que te echarán.

—No tienes que agradecerme —respondió Lukyan, levantando una ceja—. No fue porque quisiera salvarte, aún somos pareja, y salvarte es solo una reacción instintiva.

—Gracias por lo de ayer —Ada, ante las palabras burlonas de Lukyan, lo miró sinceramente—. Nunca nadie se había puesto de mi lado, nunca nadie había defendido mi inocencia sin dudar. Gracias, de verdad, por creer en mí… —sus ojos brillaron con gratitud—. Soy inocente, no robé nada, pero mi familia, mi gente, nadie me cree. Tú eres la única persona, además de mi madre, que me ha creído y me ha protegido. Gracias…

Frente a la mirada clara y agradecida de Ada, Lukyan sintió que su corazón latía de forma rápida y desordenada. Su lobo Sacha no pudo evitar manifestarse:

—Vaya, Ada es un ángel. La amo.

—¿Cuándo te recuperes, realmente te irás? —Ada preguntó con tristeza. Aunque él la rechazaría, ella realmente deseaba tener un amigo que la apoyara.

—Sí, tengo a mi clan esperándome —respondió Lukyan con dificultad—. Pero antes de irme, necesito encontrar trabajo, no puedo seguir dependiendo de ti para todo. —Su tono se volvió más firme.

Ada comenzó a caminar por la habitación, pensativa, buscando una solución.

—Entonces, debes demostrarle al Alpha-Henry que no eres una amenaza, o te echará de aquí —le dijo Ada a Lukyan.

Lukyan no tenía ninguna intención de quedarse en ese pequeño clan sin ninguna simpatía, pero al recordar lo sucedido ayer, su mirada se volvió sombría, llena de frialdad y ferocidad. Conocía al Alpha, lo había visto en la reunión antes de ser atacado. Cuando cruzó la sala y sus miradas se encontraron, vio claramente el miedo y la sorpresa en el rostro de Henry, pero rápidamente ocultó sus pensamientos, haciéndose el desentendido, lo cuestionó como si fuera un exiliado y ordenó a sus soldados que lo arrestaran. Superado en número, tuvo que huir rápidamente al bosque para escapar de los perseguidores. Este Alpha, sin duda, tenía algo que ver con el ataque que sufrió. Mientras no descubriera la verdad, quedarse en este clan le era más útil para investigar.

De repente, alguien comenzó a golpear la puerta de la cabaña con urgencia. Ada abrió y vio a Jhon, que estaba completamente cubierto por una capa.

—¡Tienes que hacer que ese hombre se largue! No pertenece a nuestro clan. El Alpha dijo que es un exiliado peligroso. Si te involucras con él, también te echarán. Ahora todos los soldados están buscando sus huellas en el bosque.

Nada más abrir la puerta, Jhon comenzó a hablar rápidamente. Al ver a Lukyan detrás de Ada, su expresión se tornó molesta y despectiva. Se giró hacia Ada.

—¿De verdad lo conoces? ¿Qué relación tienen? ¿Te ha amenazado para que lo hospedes?

—Gracias por tu advertencia, pero qué relación tengamos no es asunto tuyo. ¿Con qué derecho me preguntas esto? ¿Cómo mi ex pareja, o como un cobarde que me ve como una mancha? —Ada ya había dejado claro que había comprendido la verdadera cara de aquellos en quienes alguna vez confió. Las personas que realmente te aman no te dejan a la deriva por vergüenza, sin defenderte hasta el punto de casi perder la vida.

Jhon intentó explicar, pero Ada cerró la puerta antes de que pudiera terminar. Jhon quedó mirando la puerta cerrada, confundido, y en ese momento se dio cuenta de que tal vez había perdido algo realmente valioso.

Dentro de la cabaña, Lukyan frunció el ceño al ver la situación.

—¿Ese es el que te rechazó? ¿De verdad dejaste que alguien así te rechazara? ¿Qué te pasa? —Lukyan instintivamente sintió desprecio por el hombre, lo veía como falso y cobarde.

Ada no tenía tiempo para escuchar a Lukyan. Lo más importante ahora era asegurar que no los echaran de allí. Lukyan parecía haber leído sus pensamientos, así que le dijo que no se preocupara, él tenía un plan para hacer que el Alpha los dejara quedarse. Y, sin más, la tomó de la mano y la condujo hacia la casa del Alpha.

Ese hombre lo conocía, sabía quién era y estaba involucrado en el ataque que había sufrido. No dejaría pasar la oportunidad de acercarse a él.

Al ver a Ada y Lukyan presentándose de forma voluntaria, el padre de Ada se mostró sorprendido, pero pronto adoptó una expresión severa y comenzó a cuestionar a Ada sobre cómo había cometido un otro error.

—Ada, tú madre está enferma y tú hermana está a un paso de estarlo, eres una desagradecida.

Ada quiso replicarle al hombre, recordarle que ellas no eran ni su madre ni su hermana. Pero esta vez prefirió callar por Luycan.

—Perdón Alpha, yo lo siento.

—Habla, no tengo tiempo que perder. El Alfa Henry clavo su mirada en Luycan

Ada, algo desconcertada por ser llevada frente a su padre por Lukyan, aún se sinceró al decir que Lukyan no era una amenaza.

—Alpha, él no es una amenaza, está herido, en cuanto se recupere se marchara, no causará problemas.

Pero Lukyan, en lugar de quedarse en silencio, tomó la mano de Ada y, con una voz grave y arrogante, dijo que no se iría.

—No me puede echar, al menos no por ahora. Desde mi accidente no recuerdo nada, Ada es mi pareja y necesito su apoyo para poder sanar. Sus palabras sonaron a súplica, una súplica que estaba dentro de su plan.

— Alpha si le dejas quedarse todos verán que eres un líder bueno y compasivo, eso hará que tú pueblo te ame y te respete aún más. Dijo Ada arrodillándose a los pies de su padre. Con la mirada baja espero en silencio.

Solo haciendo que el Alpha entendiera que había perdido la memoria y no representaba una amenaza, tendrían una mayor oportunidad de quedarse allí y continuar investigando lo ocurrido en el ataque. De hecho, al escuchar las palabras de Lukyan, Henry, el Alpha, que inicialmente insistió en echar a Ada y a Lukyan, se quedó mirando en silencio a Lukyan durante unos segundos, como si estuviera verificando si lo que decía era cierto.

— Puede quedarse pero no lo hará grátis, aquí todo el mundo trabaja por lo que él estará destinado a limpiar las cuadras.

Ada se levantó del suelo, y Henry notó que hoy su actitud era muy cortés pero distante. Abrió la boca, queriendo preguntarle cómo se encontraba después de las heridas de la golpiza de ayer, pero Ada, sin mirar atrás, tomó a Lukyan de la mano y se marchó, como si ya no le importara la actitud de su padre hacia ella.

Henry resopló despectivamente por dentro, pensando: "Qué ingrata".

Mientras tanto, Andrea y Ursula, observaban desde un costado con expresiones de furia.

¿Por qué nada podía salir cómo ellas deseaban?¿ Por qué siempre esa escoria se salía con la suya? Ahora que estaban tan cerca de conseguir todo lo que habían soñado, otra vez la m*****a Ada conseguía ablandar el corazón de ese viejo.

Pero no podían dejarlo ahora, Úrsula había llegado muy lejos para perderlo todo. Había conseguido echar a la antigua Luna, todos creían que era una traidora pero lo que todos desconocían es que la propia Úrsula había conseguido todo lo que tenía a base de mentiras y engaños. Todos menos Ada, así que ahora más que nunca necesitaba que esa mocosa desapareciera de sus vidas, si no lo hacía su torre de engaños podría comenzar a caer en cualquier momento.

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