- Yo Arley Davies alfa de la manada Eclipses, te rechazo a ti Noah Bennett como mi compañera. Un simple sirviente, alguien tan insignificante como tú, nunca será mi luna.
- Yo, Noah Bennett acepto tu rechazo.
Todas las personas que observaba la escena se quedaron boca abiertas, nadie esperaba que la siempre gentil y dócil Noah fuera capaz de enfrentar esa situación con la cabeza en lo alto. Haciendo uso de toda su fuerza Noah salió de la vista de todos y corrió a refugiarse en su habitación. Cuando por fine estuvo sola cayó al suelo mientras gritaba de dolor. Ser rechazada por tu pareja, era la ofensa y el dolor más fuerte que podía sufrir un lobo, pero después de tantas malas experiencias ya el dolor tanto físico como emocional no le impactaban tan fuerte. Afortunadamente aun no tenia a su loba y eso hacia que el dolor que estaba experimentando no fuera tan fuerte. En cambió el alfa está sufriendo como no había sido capaz de imaginar nunca, sabía que dolería romper el vinculo de pareja, pero al su compañero ser tan inferior a él, creyó que el dolor seria solo un momento.
Noah formaba parte de los sirvientes de la manada, era el último escalón en la escala social de la manada, era huérfana y no tenia a nadie a su lado, desde pequeña había aprendido a cuidarse de si misma. El antiguo alfa y padre de Arley había aparecido un día con ella, una pequeña niña de meses y ojos rojos, nadie sabía de donde había aparecido o quienes eran sus familiares. Algunos especulaban que podía ser una hija ilegitima, pero su aroma no tenía nada que ver con el alfa, además de que él nunca la trato como a una hija. La entregó a los sirvientes y nunca se ocupo o preocupo por ella, solo de vez en cuando le preguntaba si ya su loba había despertado, como si esperara algo, pero cuando ella negaba él volvía a ignorarla durante meses. Noah se acostumbro desde niña a sufrir el rechazo de los miembros de la manada debido a sus característicos ojos rojos, cuando todos los lobos los tenían amarillos. Aprendió a ser invisible, ir y venir sin ser notada, nunca pudo asistir a la escuela como el resto de los niños, debía trabajar y pagar por el techo y frio suelo donde dormía. Si por casualidad se encontraba con otros solían golpearla, afortunadamente a pesar de no tener su loba su habilidad para sanar funcionaba bien, aunque en ocasiones cuando no tenia mucho tiempo para descansar o no le daban de comer, sus heridas solían tardar en curarse. Para evitar ser golpeada simplemente vivía como muerta, era un zombi por los pasillos de la manada, con su tez pálida cabello negro azabache y ojos rojo parecía un fantasma. De esa forma sobrevivió hasta sus 20 años, pero para su mala suerte, su plan de vivir una vida insignificante y morir tranquila se vio arruinado cuando hoy en el medio de la fiesta de cumpleaños del nuevo alfa su lobo despertó y la declaró su compañera frente a toda la manada.
Todos los ojos giraron a mirar a la chica que con harapos y descalza pasaba por un pasillo con las manos llenas de vasijas sucias en dirección a la cocina.
- Pareja- gruño el alfa lanzándose sobre ella mientras su lobo tomaba el control. la conmoción no se hizo esperar y todos comenzaron a susurrar. Florice la novia de Arley se acerco a él y lo levanto de encima de Noah.
Cariño, recupera el control, tu lobo esta ganando. - Arley sacudió la cabeza aclarando sus ideas y cuando vio sobre quien se había arrojado la miró con desprecio y asco.
- ¿Tú eres mi compañera? – sonaba ofendido.
- Umm, no lo sé, parece. – respondió Noah levantándose del piso.
- Cómo puede ser posible que alguien como tu sea la compañera del alfa? esto es inaceptable – gritó uno de los ancianos más tradicionales de la manada. Ellos respetaban sobre todo el estatus.
-La diosa Luna se debe haber equivocado. – lo secundó otro.
- No te preocupes amor, si no la quieres como tu compañera, simplemente puedes rechazarla, la manada merece una Luna fuerte y de igual estatus que su alfa, no una simple sirvienta. – dijo Florice lo suficientemente alto para ser escuchado por todos
Cada palabra usada para referirse a la chica era mas denigrante que la anterior, hablaban como si ella no estuviera presente, como si no estuvieran decidiendo su futuro mientras pisoteaban brutalmente sus sentimientos. Noah los escuchó en silencio como si hablaran de otra persona y nada de aquello le afectara. Después de escuchar a su novia y a los miembros de su manada Arley decidió darles la razón, él merecía una Luna mejor, así como también la manada, su padre no estaba en la manada así que no podía comunicarle aun su decisión, pero estaba seguro de que la aprobaría. Dando un paso atrás miro a Noah a los hijos y ya leyó en ellos lo que estaba a punto de suceder, se puso de pie y le devolvió la mirada a su alfa.
- Yo Arley Davies alfa de la manada Eclipses, te rechazo a ti Noah Bennett como mi compañera. Un simple sirviente, alguien tan insignificante como tú, nunca será mi luna.
- Yo, Noah Bennett acepto tu rechazo.
Habían pasado un par de horas desde que Noah había salido de la fiesta de compromiso y el dolor en su pecho poco a poco fue cediendo y se alegró de que no hubiera sido un dolor tan fuerte como había escuchado hablar. Observo el pequeño almario que tenía como habitación, sabia que ya no podría seguir en la manada, debería irse cuanto antes, pro ¿A dónde? Era la pregunta que le inquietaba, no conocía a nadie fuera de la manada a quien pedirle ayuda, no tenia dinero ni ahorras para aventurarse sola. Siempre había estado completamente a merced de su amo.
Pronto una idea comenzó a tomar forma en su cabeza, se ofrecería como voluntaria para la ofrenda anual. Cada año todas las manadas debía presentar 3 mujeres de entre los 18 y 25 años como ofrenda a la manada Luna Oscura, nadie sabía para que querían las mujeres y nunca se había vuelto a saber de alguna de las lobas que se llevaban. Había muchas especulaciones al respecto, habían quien creía que el alfa tenía predilección por las mujeres jóvenes y que su carne era más tierna y sabía mejor. Otros decían que eran la comida de la manada para el invierno y había quien pensaba que eran entregadas a los cazadores humanos para que detuvieran sus búsquedas durante algún tiempo. Todo era especulaciones ya que nadie sabía lo que en realidad sucedía con las que eran llevada.
- Sea cual sea mi futuro en la manada Luna Oscura, estoy segura que no va a ser peor que lo que me espera si me quedo aquí.
Con esto en mente Noah se preparó para sobrevivir la próxima semana hasta que llegará el día que los hombre de la manda Luna Oscura llegarán a buscar a las mujeres. Sólo una semana, debía poner en práctica sus habilidades de ser invisible solo una semana más.
Noah había creído que podría volver a ser invisible durante una semana, solo que no contaba con que ahora era el centro de atención de todos los lobos de la manada. Le resultaba imposible pasar desapercibida cuando donde quiera que iba la señalaban como la pareja rechazada del alfa. A pesar de todo lo que había sufrido de alguna manera la culpaba a ella, como si ella hubiera elegido ser la compañera destinada de Arley. Todo se complicó para ella cuando al segundo día luego de la fiesta se corrió la noticia de que el alfa estaba enfermo y no podía levantarse de la cama. Al parecer rechazar a su compañera cuando acababa de aparecer su lobo supuso un golpe demasiado fuerte para el joven Alfa y le estaba costando recuperarse. Pronto el rechazo de Noah dejó de ser solo un chisme y se convirtió en algo peligroso para toda la manada, una manda sin un buen alfa era vulnerable, cualquiera podría atacar y tomarlos por sorpresa, necesitaban un líder fuerte que los protegiera. Y como no podían cu
Cuando el lobo terminó de dar su discurso las chicas se observaban unas otras sin saber si confiar o no en lo que les acababan de decir. Ninguna hizo por hablar hasta que Estella se puso de pie en su jaula y con un tono impertinente le habló al capitán. - Y se supone que debemos creerte así por así. No te parece que deberías darnos algún incentivo. – de pronto el soldado cayó en cuenta de algo y girándose para uno de sus hombre habló. - Libérenlas, a partir de ahora son libres de andar por el campamento, a la hora de partir volverán a sus carruajes, pero no serán encerradas con llave – y luego mirando a Estella agregó – ¿suficiente incentivo? – ella se dejó caer al piso y mascullo entre dientes. - Por ahora. Pronto casi todas las chicas habían salido de sus celdas y caminaban libremente por el campamento, la menor de las compañeras de Noah también quería intento salir, pero fue detenida por Estella cuando dijo - No deberías confiar tan fácilmente en las palabras de un hombre. -
Estella regresó un rato después quejándose que los soldados de esa manada eran como tumbas y no había podido conseguir ninguna información. Luego fueron llevados a un edificio donde había habitaciones grandes con tres literas y les dejaron acomodarse a su conveniencia, pero al final todas quedaron con las chicas de sus manadas. Esa noche les llevaron la cena y pudieron descansar en una cama sin ser molestadas. La mañana siguiente todas tomaron una ducha y quitándose todo el churre Noah por fin comenzaba a verse mejor, hasta sus heridas habían amanecido casi curadas y solo le quedaban pequeñas sombras oscuras. A las 10 de la mañana fueron guiadas a la misma plaza donde el día anterior habían sido liberadas. Todas observaban a sus alrededores con curiosidades esperando ver al despiadado Alfa de la manada Luna Oscura, ver si sería tan viejo o horrible como decían los rumores. En cambio no vieron a nadie con esas carácter y en su lugar un hombre joven de aparente 30 años fue quien subió a
Después de unas semanas de caería el ex alfa Antonio Davies regreso a su manada Eclipse, como nunca sucedía nada extraordinario Antonio había alargado su cacería un poco más de lo normal, Ahora por fin en casa tenía la intención de descansar y disfrutar de su jubilación tranquilamente. Iba a entrar a su habitación cuando pensó en algo que le gusta hacer. No había nada mejor que relajarse mientras era atendido por su esclava personal. Así que antes de entrar a su habitación miro a uno de sus guardias y le dijo. - Dile a Noah que estoy cansado que me prepare un baño y quiero un masaje. - Lo siento señor eso no puede ser posible. - ¿qué? – el rostro del alfa se contorsionó de rabia. – dime donde esta esa chica – gruño tomando por el cuello de la camisa al guardia. - Norah se ofreció como ofrenda cuando vinieron los hombres del Alfa Enzo a buscar las chicas. - No entiendo por qué Noah haría algo así si siempre fue muy dócil y nunca se atrevió a levantar la cabeza. - Tal vez tendría m
Noah volvió a su habitación y cuando Estella regreso de acabar de limpiar los baños se encontró a su amiga blanca como un papel. De inmediato se acercó a ella y preocupada por verla en ese estado le pregunto. - ¿Hay algo mal? ¿Alguien te hizo daño?, Dímelo ahora mismo y te juro que le arranco hasta el último pedazo de carne. - Estoy jodida Estella – le dijo Noah ocultando su rostro entre las manos. – que me van a votar de aquí o me van a preparar en la cena. No, esa sería una muerte tranquila ¿y si me tortura para vengarse? – comenzó a divagar la chica asustada. - Norah, concéntrate, explícame que está sucediendo. - Lo mande a la m****a. - ¿a quién? - Al alfa - ¿Qué? - 2 veces - Pero Noah, que sucedió. - Y le dije idiota. - Por dios Norah, te dije que fueras más valiente y no te dejaras pisotear, pero por la diosa Luna al menos escoge mejor tus peleas. Como te vas a enfrentar al alfa, acabamos de llegar aquí. A ver, cuéntame lo que sucedió con lujo de detalles y veremos cómo
Enzo levantó la mano dispuesto a tocar la puerta, pero antes de que sus nudillo chocar con la deteriorada madera la puerta se abrió sola. él miró a su amigo que tenia los ojos bien abierto y negó con la cabeza, nunca había sospechado que su segundo al mando podría llegar a ser tan miedoso. - Bienvenido Alfa Enzo a mi humilde morada. – saludó una voz desde la oscuridad poco a poco una sillita fue haciéndose visible y contrario a lo que esperaban una hermosa morena de pelos risos les sonrió – ¿qué les trae por aquí? – Kalias que se había quedado en la puerta al ver que no había nada que temer entró a la cabaña y la hermosa mujer se trasformó en una anciana jorobada llena de arrugas. - Deja tus trucos bruja, no vinimos a perder el tiempo. – le dijo Enzo serio, no queriendo caer en sus jugos. – quiero saber la manera de romper la maldición. - Hay una forma de saberlo, pero debes entregarme algo a cambio- la bruja sonrió y un escalofrío recorrió a Kalias. - ¿Qué quieres? - Un favor, l
- M****a – murmuró Noah cuando vio a Enzo. - Oh, no te preocupes por mí, solo vine a beber algo, sigue en lo tuyo. – Dijo el alfa mientras le hacia seña a alguien y de inmediato aparecía un trago frente a él. - Disculpe señorita, aun no a pagado su trago – le dijo el chico que la acaba de atender y Noah solo deseaba que la tierra la tragase. Noah fingió buscar algo en su cartera una vez mas y luego completamente humillada se giro hacia el chico detrás de la barra. - Yo… lo siento, no puedo – antes que terminara de pagar un billete apareció frente a ella. - Cobra de aquí los dos y quédate con el cambio. – dijo Enzo con una brazo recostado en el espaldar de su silla y fingiéndose indiferente, aunque con el rabillo del ojo se aseguraba de mirar la reacción de Noah y sonreía complacido. – espero que nunca mas vuelvas a hacer una cosa así – le dijo Enzo a Norah en tono serio – podrías ser enviada al calabozo, aquí tomamos muy enserio las leyes, si no pagas no puedes beber. - Lo siento,
Un golpe en la puerta de su habitación detuvo la pelea de las chicas, salvando a Estella de ser ahogada hasta la muerte. Noah se paro de la cama y corrió a abrir la puerta. No solían recibir visitas y no conocían a casi nadie allí, así que le extraño que alguien las buscara. Cuando abrió la puerta se encontró con un chico vestido del uniforme de los guardias.- Buenos días, señoritas, el alfa le manda a avisar que a partir de hoy comienzan sus entrenamientos son obligatorios durante un mes, luego se verá en que se desempeñan bien y se les asignara un lugar de trabajo. – Noah solo pudo asentir y luego el chico fue a tocar la puerta de enfrente y entregar el mensaje.- Parece que tenemos que asistir a clases – le dijo a Estella que la observaba desde la cama.Se prepararon y salieron del edificio donde vivían, encontraron el resto de las chicas reunidas en la plaza algunos oficiales uniformados, cuando todas estuvieron allí las llevaron a un edificio de tres plantas y les hicieron un re