los sueños y los periodos de mente en blanco comenzaban a ser una constante en la vida del Dr.Samaniego,lo era más cuando iba del hospital para su casa, a lo mismo que las alucinaciones con el olor metálico de la sangre, no había platicado de esto con nadie, se lo quedaría para sí, puesto que sabía que las personas comenzarían a preocuparse por él o hablar de su cordura, o peor aún lo destituirían del puesto.
Su enfermera en jefe la señorita Gela, era un amor, lo mantenía informado de todo lo que sucedía dentro del hospital y de los pacientes con mayor gravedad, pero sobre todo de “1903”, ella lo tenía fascinado e intrigado, no sabía cuál de los dos sentimientos ganaba, pero tenía ambos hacia ella.
Después del incidente con el enfermero Rubén, la mujer se encontraba más a la defensiva, presentaba rasgos más paranoides y ataques psicóticos, incluso en las últimas sesiones con su psicólogo la mujer intento morder al hombre, a lo mismo si veía de lejos a la Dra. Ángeles, quería hacerle daño y le gritaba insultos al por mayor.
La psicóloga de la paciente “1903”, ya no quería atenderla, así que se lo dijo al Dr. Samaniego en una reunión que ambos tuvieron en el despacho de este. La mujer joven le daba sus razones al médico que desde del otro lado del escritorio la escuchaba con atención.
Es la segunda vez que intenta atacarme, Doctor, además de que no coopera en las sesiones, simplemente se queda callada y cuando le intento cuestionar sobre su vida pasada, me mira con odio, para solo decir, ¡tu igual los apoyas!, eres una maldita, ¡sangre,solo veo sangre! ¡déjame en paz!, soy el quinto psicólogo que lo ve a lo largo de los años, hubo años que no podía ni salir de la habitación acolchada, incluso dice que le dieron electro shocks, deléjeme, suspéndame, pero no pienso volver a trabajar con ella- hablo la psicóloga Gardini, ella era casi de la edad de Samaniego, era psicólogo con enfoque en psicoanálisis, tenía trabajando en el hospital desde que salió de la carrera.
Gardini,pense que le gustaban los retos, bueno eso es lo que me pone aquí en su curriculum, me tome la libertad de pedirlo a recursos humanos- Samaniego tenía frente a él un folder y lo hojeaba mientras hablaba con Gardini, con Lucia Gardini- aquí dice que ha estado aquí desde que salió de la carrera, su jefe de servicio fue quien la recomendó para que trabajara aquí.
Si, así fue, Doctor, no me niego a atener a los otros pacientes, solo pido que no me asignen nuevamente a “1903” , me siento incomoda con ella, en cualquier momento ella me atacara, como lo hizo ya una vez con Lanah, - la psicóloga era firme en sus convicciones, ella no volvería a tratar con la paciente, le producía terror y no era a la única, a cada uno de los psicólogos que habían pasado por ella les sucedía lo mismo, la dejaban cuando comenzaba a sentirse atacada, salvo que el problema principal era con las mujeres, y mujeres de las mismas características físicas.
Samaniego no daba crédito a lo que escuchaba, uno de los miembros más eficaces del equipo de su hospital se negaba a tratar a uno de los pacientes más enfermos y necesitados del hospital, así que decidió poner un correctivo a su subordinada.
Me parece bien, Gardini, usted lo decidió
así, no atenderá a “1903”, sino que tampoco atenderá a ningún otro paciente del pabellón, ah, pero tampoco podrá hacer consultas en la consulta externa, - hablaba Samaniego con calma, mientras que la mujer lo veía fijamente, en el pasado con el anterior director, el Dr. Orozco, si un psiquiatra o psicólogo se negaba a atender a algún paciente por ataques parecidos a los de la mujer, él era humano y les asignaba otra área y otros pacientes, pero nunca les había negado el atender a sus otros pacientes, Samaniego continuaba hablando que todo esto era por dos meses, y que ella pasaría a archivo.Está bien, Dr. Samaniego- Gardini
decidió verlo directamente a los ojos, ella no lamentaba dejar de atender a esa mujer, lo que lamentaba eran sus pacientes, su grupo de terapia, sus pacientes externos que llevaban una mejoría gradual, ahora su tratamiento se vería interrumpido por la negligencia del Dr. Samaniego y su extraña obsesión por ella.Ahora se puede retirar,Gardini,desde mañana inicia en el archivo- la despidió con un gesto de cabeza, a lo cual la mujer asintió, pero antes de salir dijo unas palabras que se le quedaron marcadas al hombre en la mente durante muchas horas.
Recuerde que la realidad se mezcla con la fantasía, y no es bueno no saber identificarlas, esa mujer vive en un mundo de fantasía y lo está arrastrando a usted- fue lo último que dijo la mujer antes de cerrar la puerta tras ella.
Samaniego se quedó perplejo, era como si esa voz de Gardini ya la hubiera escuchado hace años, pero no, él no la conocía, la
conoció al llegar al hospital, sin más trato de alejar las palabras de Gardini para continuar trabajando.DEL DR. ABELLO EN UN SALON DE UN HOSPITAL. CLASE
Buenos días, doctores, ¿Qué tal pasaron el fin de semana? - el hombre se encontraba parado sobre la catedra, en ocasión trece no nos acompañará, se encuentra en consulta y revisión médica, así que por ese motivo tendremos la clase en este lugar.
Como hemos visto hemos avanzado medianamente con ella, en las sesiones que tengo en privado hemos avanzado igual, el día de hoy, quiero que me pregunten, más acerca de ella, este es un caso clínico de enseñanza, y todo está consentido por los tutores legales de ella, en este caso sería su padre.
El hombre caminaba de un lado a otro de la cámara, del cañón se comenzaron a emitir fotos de la paciente. Un alumno levanto su mano y el profesor le concedió la palabra al joven.
¿Cuál es el verdadero nombre de ella? - el chico se encontraba sentado en el asiento – Abello se le observando a su alumno y meneo con la cabeza.
El nombre queda como confidencial- hablo acomodándose los lentes- es lo único que me pidió su padre que no se revelara, otra pregunta- una joven médica alzo la mano.
¿Cuántos años lleva internada en el hospital?- bajo la mano después de formular su pregunta.
No, muchos, pero si los suficientes para que muchos enfermeros la conozcan- Abello se mantenía
hermético.Noriega levanto la mano para formular su pregunta, así que el Dr. Abelló le concedió la palabra- aquí dice que entro por esquizofrenia paranoide e igual ataques de psicosis, ¿qué antecedentes tuvo antes del primer ataque? - bajo la mano después de formularle y comenzar a realizar sus notas.
Así es, Trece padece esquizofrenia paranoide, ustedes han podido escuchar algunos de sus relatos, muchos de ellos mezclados de verdad con fantasía, ahora de todos los relatos de trece, ¿Cuáles serán la realidad o la fantasía? - Abello se quedó mirando a la pantalla la foto de la mujer, era una joven guapa, salvo en su mirada que había un profundo dolor.
Una alumna levanto la mano, y Abello le dio la palabra- ella hablo de que vivía en casa de sus abuelos, junto a sus padres y ellos, en uno de sus relatos trato de comunicar que fue abusada; entonces me atrevo a especular, ese es un recuerdo real, ya que hablaba de fragancia, un aroma parecido a la lavanda. La chica leía su cuaderno de notas al decir lo que ella había percibido de la mujer.
Perfecto, Luisa, me encanta tu manera de percibir las cosas- felicito Abello a la joven medica- así es, eso es parte de una de las realidades de Trece, ella vivía con su madre y sus abuelos, su padre se divorció de la madre de ella, cuando esta tenía tan solo 2 años de edad, desde ahí siempre hubieron conflictos por la custodia, el padre alegaba que la familia de su ex esposa no era la adecuada para que su hija se criara ahí, la madre por su parte no prestaba tanta atención a la niña, pero cuando lo hacía era para someterla a castigos muy fuertes; cuando cumplió 7 años la menor fue abusada por primera vez por el abuelo, con consentimiento de la madre, el padre por su parte veía cambios de personalidad en su pequeña hija- el Médico seguía pasando las diapositivas en la pantalla- su padre sospechaba de lo que sucedía, pero muchos jueces le daban la razón a la madre, el padre viajaba mucho por trabajo, así que ellos consideraban que no era apto para cuidar a una niña pequeña, fue ahí cuando trece comenzó a tener alucinaciones, acerca de lo que sucedía en casa, muchas de ellas eran apoyadas por la madre, sobre todo las que trataban del abuso sexual por parte del abuelo, la niña no sabía si había soñado o era una triste realidad.
Doctor Abello- pregunto otra alumna- ¿Trece sabe en qué día vivimos?
No, ella no está en esta realidad, su mente se encuentra fragmentada...
Trece se encontraba en el jardín del hospital, era de los pocos días en que se le permitíasalir ala mujer, los recuerdos en la mente de ella venia de manera momentánea, ella se encontraba mirando hacia la fuente que se encontraba en medio del jardín, la figurafantasmagóricade su madre se encontraba a su lado. Si, té portas bien, “trece”- le decía la mujer en tono burlón- maña
Era el día de consulta de 1903 con el Dr.Samaniego, el hombre se encontraba sentado frente a su paciente con la mirada fija en ella, la pregunta que le había realizado no era muydifícilde responder, ¿qué era lo último que recordaba antes de llegar al hospital? La paciente permanecía callada, su mirada denotaba una tristeza infinita, no quería hablar, su mente era una confusión, imágenes de Samaniego envuelto en sangre, eran las más recurrentes
Abello se encontraba en casa, lasúltimassemanas en el hospital fueron intensas, por fin podía descansar unos momentos, su esposa se encontraba con él, ella estaba en su despacho queteníaen su misma casa. El médico aun en casa el trabajo lo seguía, bien sabía que su profesión era estar al cien para sus pacientes y los familiares de este. Ven a comer, querido- hablo la esposa de Abello
1903 estaba recibiendo terapia por parte del Doctor Manuel Samaniego; la mujer se encontraba sentada frente a este, el consultorio del hospital era pequeño, frio e impersonal. Buenas tardes, ya tenía tiempo que no te veía, veo que te encuentras callada-Samaniego intentaba mantener una conversación con la mujer, la cual se mantenía en silencio y distante, miraba a Manuel como si se tratara de un fantasma.
El dolor emocional que trece estaba presentando era demasiado fuerte, las alucinaciones continuaban de manera continua y eran repetitivas; en ocasiones tocaba el piano, pero ya no era tan seguido. Claro de luna ya no se escuchaba en el hospital, los residentes y algunos médicos extrañaban la melodía , la joven mujer se encontraba en su habitación la cual tenía una ventana que daba hacia el hermoso jardín ,veíalo quesucedía
Samaniego se encontraba en una junta con varias personas del personal, tenía días que venía sintiéndose intranquilo, no podía dejar de pensar en aquel maldito número que parecía perseguirlo desde que salió de Francia. Él como directorteníaque estar presente,teníanque nombrar al nuevo del área de psicología, de sus superiores venia la orden de poner a la psicóloga Susana Gardini, algo en el cual no estaba de acuerdo sobre todo por el proceder de esta última ante la paciente. La sangre se encontraba siempre presente en su mente, era lo único quepodíaver en los últimos días, el recuerdo de ella era inminente, el olor erametálicoy ferroso, incluso sentía nauseas. Trecesentíaun remolino de emociones en su mente, desde la euforia pasando por tristeza extrema, furia sanguinaria, todas en ella misma, la mujer soloqueríasalir de ahí, necesitaba estar con fuera de ese maldito lugar. La paciente 1903, se encontraba ese día bastante relajada, tranquila, era el día de sesión con un nuevo psicólogo, era un hombre que era un total desconocido para ella, un tanto indiferente con ella, solo se limitó a preguntarle acerca de su vida, cuanto tiempo llevaba en San Bernardino y cosas equis para ella, nopodíacreer lo quepercibíaen su locura, el hombre no le tenía miedo, sino todo lo contrario, era indiferente hacia ella. La mujer se le quedo mirando y no emitía palabra, ¿Qué podía decir?; no recordaba su nombre, es más tampoco el día en que llego a ese luNO TE ABANDONARE
TRANQUILIDAD,INTRANQUILA