—¿Qué voy a hacer contigo? —susurra entre dientes.Aquello me deja sin palabras, solo consigo desviar la mirada hacia su torso desnudo y ancho, con pectorales marcados, brazos musculosos y demasiado fuertes. No continúo bajando la mirada, no me atrevo.Y pensar que anoche, este hombre tan perfecto me ha hecho sentir una mujer real y viva. Me ha hecho gemir y llorar de placer. —Pues... —Lo miro a los ojos y acomodo las sábanas sobre mi cuerpo—. ¿Cómo voy a saberlo yo, si tú no lo sabes?Desvío la mirada, un tanto intimidada por su presencia. —Ahora no quiero dejar esta cama... Yo jamás estuve de esta forma con Electra, y ahora tú has... —parece luchar con sus pensamientos—, lo has cambiado todo.Habla con tanta rabia y meláncolía, como si me odiara. Mis ojos se humedecen. ¿Por qué estoy llorando? De nuevo me lastiman sus palabras y no quisiera que fuera así. Me levanto hecha una furia y busco mi vestido, me lo pongo lo más rápido que puedo. Luego de un corto momento, levanto la vista
Trato de disimular mi malestar y desconcierto, pero me es imposible. —¿Y qué tiene de malo? Te atraigo, y aunque lo niegues siempre estás pensado en mí o molesto conmigo por causa de cómo soy y las cosas que digo o hago. Pero está bien, concuerdo contigo... No puedo decir que me siento usada, porque yo me entregué y ofrecí también, él solo fue débil antes mis insinuaciones de las que ahora no estoy segura de haber hecho. No era yo anoche, la Opal que siempre he creído ser, no habría llegado a esos extremos.—Esto es tuyo. —Saca un collar de su bolsillo y me lo tiende.—Gracias. —Lo tomo y observo por algunos segundos.Me parece conocido. La cadena es igual a cualquier otra que haya visto, a excepción del dije, el cual es una esmeralda verde y preciosa. Parece brillar sobre mi mano y de repente siento un extraño cosquilleo entre las manos mientras la sostengo. Me pregunto el porqué Kylian me lo ha dado.—Ahora márchate...Su voz me saca de mis pensamientos y de inmediato me marcho de
—¿Por qué no me dejas hacerlo? No tiene sentido que retengas a una muerta en vida a tu lado. No seas egoísta... Anoche solo me usaste, lo único que te recuerdo es a esa mujer... —hablo luego de un rato y sollozo hasta el punto de tener hipo.—¿Por qué esas ganas tuyas repetitivas de quitarte la vida? —Acuna mi rostro con sus frías manos, para que lo vea a los ojos.—Porque nunca he sido feliz, no puedo serlo... —exhalo profundo.—Mírame —demanda con su grave voz. Sigo viendo hacia otro lado, evitando sus dos océanos. Con su mano toma mi barbilla y consigue que lo mire—. No puedes perder el rumbo así por cualquier cosa ni por otras horrorosas que hayas pasado. Viviendo en la eternidad, he tenido que plantearme mi propósito varias veces, pero jamás he perdido el norte. Debes encontrar una meta, un sentido, buscarlo... De eso se trata.Suspiro cansada.—Ya lo intenté, traté tan duro. —Niego y me muerdo el labio inferior para no romper en llanto.—No voy a permitir que te quites la vida,
Se acerca a mí con una mirada enrojecida y deseosa, yo continúo con la espalda recostada a la puerta, dudando. Sostiene mi nuca entre su mano y con la otra masajea mis senos, a la vez que chupa la piel palpitante de mi cuello expuesto. Puedo sentir su tibio miembro rozando mi entrada, la cual ha comenzado a empaparse de mis fluidos, provocados por sus mágicos labios y manos.—Eres irresistible... —susurra contra mi piel y lo escucho sonreír.Mi pecho se hincha con un sentimiento de triunfo y euforia. Levanta una de mis piernas y sin previo aviso introduce su miembro en mí, arrancándome un sonoro gemido que acalla con un beso. Me embiste con fuerza contra la puerta, haciendo que esta haga un ruido tremendamente escandaloso y violento. Aferro las manos a su ancha espalda y me pego más a él, sintiéndolo ahora más profundo. Ambos movemos nuestras caderas al compás, en un adictivo vaivén que me lleva tan alto, que lo único que me importa ahora es perderme en el.Me carga y lleva hacia la
—¡No! No por favor, no se acerquen... —Extiendo mis manos hacia ellos, para que se detengan.De pronto, se detienen e hincan ante mí.—No queríamos atemorizarla, mi señora. —La mujer niega. Su voz es lejana, como si en el fondo cantara una suave melodía—. ¿Esto le pertenece?Me muestra el collar con el dije de esmeralda. Atónita, asiento despacio. Al notar que dudo, se acerca y lo deja sobre el césped, a unos cuantos pasos de mí. Me inclino para tomarlo, pero la mano de Kylian ahora la sostiene. Su olor amaderado y picante se mete entre mis fosas nasales con descaro, impulsándome a beber su sangre y no entiendo el porqué.Ata el collar a mi cuello y deposita un beso en mi sien. —Gracias por devolverlo, pueden retirarse. —Kylian los observa con una expresión neutral, como casi siempre.Las personas asienten y se marchan en silencio.—¿Quiénes son? —Me giro por completo hacia él. Ubico sus ojos azules sobre los mío de igual color. Se acerca a mi piel y lame la sangre y heridas, lo cua
Veo de nuevo las expresiones furibundas de Mike y Kylian, quienes parecen querer fulminarse con la mirada.—Te repito que debo llevármela. —Mi tío sentencia aquello con mucha cólera y me toma de la mano.Lo suelto de inmediato y voy hacia Kylian, el cual me recibe entre sus brazos de inmediato y sin dudar.—No me iré de aquí. —Niego.Noto cómo la expresión del tío Mike se descompone en segundos.—Somos la mayor autoridad en el mundo vampiro, así que Kylian, sé prudente. Opal debe venir con nosotros, porque es nuestra.Entrelaza su mano con la mía, de repente provoca que mi corazón de un vuelco.—No puedo permitir que te lleves a mi mujer. Te aconsejo que te detengas con esta farsa, no quieras venir a engañarme, Michael. —Me toma por la cintura con fuerza y lleva a su costado.Mi tío sonríe amargamente.—En el fondo sabes cómo es la transformación y sabes que este lugar no es el propicio. Aquí logrará ser una reprimida y tardará en evolucionar. Mientras que esté con nosotros en la tier
Sus labios rozan los míos, sonrío por aquella rica sensación que jamás había sentido. Finalmente acabamos uniéndonos en un beso apasionado, demasiado atrevido. Introduce su lengua en mi boca y me encuentro a mí misma acariciando la húmeda suya, demasiado excitada como para razonar correctamente. ¿Por qué siento que ya lo he hecho antes? ¿Por qué siento que conozco a este hombre? —Ven conmigo, Opal... Te prometo que no te arrepentirás, escapemos de todo. —Se separa de mí y cierra los ojos, para segundos después clavar su mirada escarlata en la mía. Y me encuentro deseando hacerlo. —Pero no puedo irme de aquí, mi tío me tiene encerrada... —Me acalla con su dedo sobre mi boca. Ofrece su cuello para que yo beba y rápidamente hundo mis colmillos en el, bebo deseosa y él jadea extasiado, disfrutando.—Tú tío te oculta muchas cosas, no deberías considerar a un mentiroso como él. Olvídate de todo y ven conmigo. Déjate llevar, Opal... Sus ojos escarlatas me invitan a perderme en la oscur
—Me gusta esta nueva fuerza, lo rápido que puedo caminar y correr... ¿Sabes? Me siento poderosa, como si pudiera acabar con un batallón de soldados por completo. —Le sonrío al quedar atrapada entre su cuerpo y un árbol. —Y yo puedo mostrarte, enseñarte muchas cosas más...Acaricia el borde mi labio inferior manchado de sangre y se lo lleva a la boca. Ante eso enarco una ceja, notando lo excitante que me resulta este hombre. Esto me sobrepasa y eleva a tal punto de imaginarme una tremenda faena sexual con él en mi cama. —¿Era esto, verdad? Ahora comprendo que Mike no me cuidaba, sino que trataba de ocultarme toda esta maravilla, porque es un reprimido. —Tuerzo la boca en un gesto agrio mientras acaricio el rubio cabello de Kylian, tan sedoso. La lujuria, descontrol, el poder y placer sin límites que tengo a mi alcance; todo aquello me está arrastrando a la oscuridad, una que caracteriza a los vampiros por excelencia y en la que tarde o temprano voy a caer rendida. —Nos contenemos a