Es mejor que la sangre de los humanos, muchísimo mejor, inigualablemente pura. Él gime y se retuerce bajo mi cuerpo, puedo sentir sus calientes fluidos llenarme por entero y escurrir a lo largo de mi entrepierna, lo que me hace jadear de placer y cansancio. Sin embargo, no cuento con imágenes de Kylian y de mí misma tanto dolorosas como algunas felices me asalten la mente, son memorias de sucesos que no recuerdo que hice o viví, pero que, sin duda me hacen corroborar que mi tío Mike me está mintiendo. —Opal... ¿Te encuentras bien?Lo interrumpo con un beso en la boca y lo miro a los ojos. —Te extrañé. —Me abrazo a su cuerpo desnudo, él suspira. —Y yo a ti, no sabes lo mucho que te busqué por tantos días. —Acaricia mi mejilla mientras acomoda los mechones de cabello desordenado—. Eso quiere decir que... también recordaste todo tu pasado y tu vida, ¿verdad? Asiento. Es verdad que lo he visto todo en mis recuerdos, pero ahora no me duele tanto como antes, ya no siento esa terrible tr
—Hola... ¿Puedo ayudarte?Camino despacio hacia él, quien está a unos cuantos pasos de la entrada.¿Cómo la vida puede ser tan irónica?, ¿será el destino que juega con nosotros? No imaginé volver a verlo de nuevo, y aquí se encuentra ahora frente a mí, malherido y buscando ayuda con la mirada en sus ojos verdes.—Me han asaltado, creo que estoy herido. —Su voz suena extraña, como si no pudiera respirar.Observo que palpa su estómago por encima del camisón empapado de sangre. Entonces, mi instinto aparece de repente, y sin poder evitarlo me lanzo sobre su cuello, para después desgarrar la piel y succionar sin control. Es maravilloso... un manjar de los dioses saborear su sangre tan dulce y tibia. Gimo extasiada al enterrar mis filosas uñas en sus débiles hombros y lo acerco mucho más a mi cuerpo ansioso y sediento.—¡Opal! Opal, maldición...¡Es Kylian!No tengo tiempo de reaccionar cuando me tiene acorralada entre la pared y su pecho. Qué rápido es.—Hola —sonrío irónica mientras sabo
No protesto, solo asiento y permito que rodee mi cintura con su brazo. En cuestión de segundos nos desmaterializamos y aparecemos en el castillo de la dimensión vampírica. Me suelto de su agarre cuando el bebé roza mi brazo con sus pequeños dedos, aquello me enoja a tal punto de correr hacia la que antes fue mi habitación y dejar a Kylian plantado en medio del salón.Minutos más tarde, Gabriel y Velkan irrumpen en el lugar, se detienen frente a mí como si hubieran visto un fantasma y después me dedican una pequeña reverencia con la cabeza. Lo que me faltaba...—¿Por qué hacen eso? —Niego y voy hacia la cama, tomo asiento y me cruzo de brazos.—Eres una Strigoii, alguien de la realeza y del concejo vampiro. Lo sabemos por tus ojos, suelen ser más intensos que los de los demás —Velkan toma la palabra de inmediato.—Son como los tuyos. —Me encojo de hombros.—¿Cómo es que te has...? —Gabriel deja la pregunta a medio terminar. Puedo ver un atisbo de decepción en su mirada.—Créeme que ni
—Gabriel... ¿Qué estás...?Si ya no respiro, esto que acaba de hacer me ha hecho jadear debido a la impresión.Mueve sus labios desde mi clavícula hacia la barbilla, deposita una pequeña mordida sobre mi labio inferior y de inmediato se apodera de mi boca en un beso húmedo y tremendamente apasionado. Es imposible no seguirle el ritmo, besa muy bien, sin embargo, el rostro y los sentimientos por Kylian vienen a mi mente, así que logro reaccionar a tiempo y lo alejo de mí. —¿Acaso lo amas a él? —reclama—¿Lo amas? De nuevo toma mi rostro entre sus manos y clava sus ojos azules en los míos, con desesperación.—Lo nuestro va más allá de eso, es un lazo muy fuerte que no se puede romper y que nos une. No sé que sea, si lo amo o no, o si solo somos dos locos tóxicos y obsesivos, pero quiero estar con él, es más que una necesidad para poder vivir... No responde nada, solo me observa detenidamente por algunos segundos antes que el cielo se rompa en una tremenda tormenta y todo se oscurezca.
Bajo con prisa las escalinatas hacia la primera planta. Espero en medio del vacío y silencioso lugar que solo está iluminado por la tenue luz de las velas. Por suerte ya viene Gabriel, por lo que me dirijo hacia él. —Te tardaste. —Lo miro a los ojos, con algo de enojo. —¡Maldición! ¿Qué ha sido eso? —Se pone en guardia. Yo frunzo el ceño al no comprender su comportamiento. —¿Qué? —Me acerco de nuevo. —Deja de bromear, Opal. ¿Dónde estás? Sal ya, no te escondas... —Mira hacia todos los lugares posibles. —¡Pero si estoy frente a ti! ¡Bobo!—Le grito en su expresión de loco, la cual se transforma en una sonriente. —Increíble... Pues bien, ahí tienes tu habilidad principal, eres invisible. Te va a servir mucho de ahora en adelante. Anda, vuelve a la normalidad, tenemos que irnos ya. —Se cruza de brazos. Suspiro rendida. —No sé cómo hacerlo, ni siquiera sabía que me había vuelto invisible. ¿De verdad no me ves, no estarás bromeando? —No. Solo concéntrate, piensa que quieres que te
Los ojos de mi tío están sobre los míos, me mira con un odio y furia que jamás había visto en él.—¡¿Qué demonios haces en mi escritorio?! Creo que su mandíbula casi se desencaja.Necesito tener esa carpeta en mi manos, es lo único en lo que pienso ahora. Sus gritos no me amedrentan, porque ya sabía yo que él podría ser esto que veo frente a mí. —Solo curioseaba... —Me paseo por el lugar de manera cautelosa.—Mientes. —Su mirada se vuelve oscura, perversa. De repente se abalanza sobre mí, tratando de arañar mi rostro con sus filosas uñas de brujo. Pero antes que llegue a rozarme un poco la piel de los brazos, doy varios pasos hacia atrás y por accidente caigo de bruces contra el suelo. —¡Maldita mocosa! ¿A dónde se fue? ¡Vengan todos y búsquenla! —grita colérico a sus empleados. ¿Una maldita mocosa? Eso es lo que soy para mi tío. Pues bien, me importa poco si me quiere o no, por mí ahora que se vaya al diablo y se queme en las brazas del puto infierno. Aprovechando esta nueva ha
Dejo caer la nota y me levanto con una expresión aterrorizada en el rostro. Es la letra perfecta de mi padre y no recuerdo que alguna vez mi tío Mike haya cuidado de mí mientras mis papás estaban lejos. Además, papá era el único que me llamaba pequeña cereza, lo hacía cuando estábamos solos. Nadie más conocía ese apodo, excepto mamá. Jamás había leído esa carta que fue escrita antes de la muerte de mi padre. Mi tío nunca nos dijo nada, casi nunca nos visitaba y poco tiempo más tarde desapareció. Aquel día mis padres venían juntos, pero mamá no pudo subir al auto por su trabajo y papá viajó solo, horas más tarde quedamos incomunicados y luego apareció muerto dentro de su auto totalmente quemado producto de un accidente en circunstancias extrañas. Las autoridades lograron comprobar que se trató de un asesinato disfrazado de suicidio, pero nunca pudieron encontrar al asesino. Hace poco murió mi madre igualmente quemada dentro de nuestra casa, luego de que el incendio se iniciara sin causa
Su pregunta me toma por sorpresa. —¿Quién te lo dijo? —inquiero con interés. —Yo sé todo lo que ocurre aquí —responde dejando mi rostro y tomando asiento a mi lado. —Solo fui a buscar respuestas a casa de mi tío. Gabriel me llevó porque le insistí, prácticamente... lo obligué. —No lo miro, siento un poco de vergüenza. —¿Y encontraste esas respuestas? —musita en voz baja. Me llevo las manos hacia el rostro. —Sí. Me ha descubierto y ahora me están buscando... También... —Decido no continuar, no estoy segura. Observa mis ojos atento, sé que me pide respuestas. —¿También...? Opal, debes decirme todo lo que sucede. Antes de todo soy el rey, y eso deja mucha responsabilidad sobre mis hombros. Debo mantener el balance. No lo había visto de esa forma. —Lo que sucede es que... Mike es mitad brujo —Se levanta de inmediato—. ¡Espera! Tienes que creerme, lo he visto con mis propios ojos. También me atacó, pero resulta que me volví invisible y logré escapar. Mira, recuperé el collar...—E