Aunque le había respondido a mi hermana, no me sentía cómoda con lo que había hecho. Seguramente, los Every estaban acostumbrados a resolver sus conflictos en la privacidad de sus propiedades y no, ventilando estos delante de extraños.
Pero, no pude contenerme. Aunque no había pasado esto antes cuando viví con ellos, desde que me había prometido ser distinta, mi familia había recurrido a insultos para hacerme quedar mal delante de los demás. Era evidente que querían quebrar mi espíritu y condenarme eternamente a una sumisión donde siempre sufría. Cosa, que ya no iba a permitir, pero, mi método no era el correcto y esto iba a agotar a los Every.—Lamento mucho haber sido parte de un escándalo… nuevamente— murmuro a la familia que me había respaldado en cada situación mala causada por mi propia familia.—&iquesLlegamos a su casa y realmente, no siento que estoy llegando a un lugar seguro, si no que, estoy por entrar a mi perdición, por lo que, dudo en salir del auto. No sé si realmente voy a tomar distancia con él como mentalmente había pensado que seria. No sé si tengo esa fuerza de voluntad.—¿No vas a salir? —pregunta el hombre que me espera con la puerta del auto abierta.No sabía cuánto tiempo había estado allí, pero, ya no había un conductor en el auto, lo cual, me decía que había perdido mucho tiempo estando aturdida, cuando pude decir que no me sentía cómoda entrando allí.—No creo que…——No voy a follarte. Vamos a conversar, Adhara— dice Jareth y yo me quedo estática.No lograba comprender que era exactamente lo que me sucedía, pero, su respuesta no me había dado el alivio que había deseado. Algo que me hace golpearme mentalmente.—Sal del auto, Adhara. No voy a abusar de ti, para que dudes tanto sobre subir a mi casa o no— dice Jareth y yo respiro profundo, reuniendo todo el valor
El hombre con mirada roja, no deja de mirar a mis ojos ni un solo segundo y cuando siento que no puedo más con esta presión de su mirada, él me toma del mentón con suavidad, aunque es claro que lo que desea es otra cosa.—Mírame, Adhara. Mírame y responde a mis preguntas, porque era impensable para mí soportar a alguien ebrio, preocuparme por un desconocido o estar en calma aunque me vomitaras, —Dice Jareth y yo me alejo sabiendo a que se refiere con ello.—Yo… no sé qué decir al respecto— me limito a decir.—Es claro que algo está pasando desde que mi cuerpo a aceptado tantas cosas que antes no hubiese sido capaz de imaginar, —Dice Jareth y yo lo observo con nerviosismo.—¿Qué podría estar pasando? Si crees que soy una bruja que te hechizó y por eso estas así, te equivocas— digo de inmediato y él ríe alejándose un poco de mi rostro aunque su cuerpo esta igual de cerca.—Eres toda una bromista. Quizás eso haga que no pueda dudar de ti, dices lo primero que pasa por tu mente y esto sie
Sabía que lo que estaba por decirme era algo delicado y por eso, no me atrevía a preguntar algo, solo esperaba que se pudiera calmar y como lo había prometido, contarme hasta sus más oscuros secretos. Esos que deseaba atesorar porque sabía cuánto dolía ser lastimado.—No tenía idea que era lo que sucedía, pero, mi niñera me llevó como todos los sábados al parque cerca de la casa y como lo hacía en mis cumpleaños, me compró un helado de vainilla que tanto me gustaba, —Dice Jareth y no puedo ver algún rastro de alegría.—A mí me gusta el de chispas de chocolate— murmuro deseando que se concentre en algo más, pero, su mirada me dice que se ha perdido en los recuerdos y que estos, le causan mucho dolor.—No sospeché algo, era una niñera que me había tenido desde que nací. Mi familia confiaba en ella, como yo lo hacía. Pero, ese día demostró que no nos veía como alguien de su familia, como nosotros si la habíamos visto.>> Por eso, no dudó en darme somníferos en el helado y mucho menos, le
No sabía cómo responder a lo que Jareth me decía. Yo era una mujer que no era relevante para nadie de su familia y escucharlo darme una importancia tan grande, me dejaba desubicada. No sabía que hacer o decir.—Fue estresante no tener respuestas. La cura que tanto he anhelado y no había conseguido y tú, son los únicos enigmas que no he podido resolver y sorprendentemente, están relacionados de una forma que no comprendo, —Dice Jareth.—No sé cómo puedo ayudarte con ello——Quédate a mi lado y eso, será más que una ayuda, Adhara. Entiende, no voy a lastimarte, porque tú me estas sanando, no puedo ser un malnacido y dañarte, cuando me estas curando— dice Jareth.—Yo no sé qué decir…——Claramente me enloqueciste y retomando lo de la salida a un lugar público, salí con mis amigos frustrado por no saber de ti, fue en ese momento que el plan de mi madre de drogarme con ayuda de mis amigos, se efectuó y sorprendentemente, terminamos encontrándonos una segunda vez.>> Siendo confundido por un g
No sabía si realmente podría cumplir esa promesa, porque no sabía si durante nuestro matrimonio le causaría dolor al no tener claro lo que deseo, pero, sentía que era indispensable darle esa seguridad ahora.Jareth, un alfa, que se caracteriza por ser tan reservado que nadie lejos de su entorno familiar sabe de su trauma, se había atrevido a contarme algo tan grande cuando apenas nos conocemos hace poco tiempo.Era algo admirable y que también, debía retribuirle, por eso, sentada sobre sus piernas, le conté mis sentimientos y deseos con cada experiencia dolorosa que él debe saber al haberme investigado.Eso no iba a estar reportado en la investigación y por ello, quería decírselo. Deseaba retribuir su confianza y lo había logrado, porque el ambiente se había tornado más amigable. Los dolores del pasado, no nos tocaban aunque los estábamos mencionando en nuestro presente.—Me produces calma, Adhara. Una que deseo atesorar, —Dice Jareth abrazándome.Estábamos siendo ínt
El hombre que se me había confesado y también, me había prometido castigarme, me coloca sobre uno de sus hombros causando que emita un pequeño grito por la sorpresa de su movimiento rápido.—¡¿Q-qué rayos estás haciendo?! —grito escandalizada.—Voy a darte la lección por mentirosa, —Dice Jareth como si eso resolviera todas mis dudas.—¡Y-yo no te he mentido! —digo de inmediato.—Si que lo has hecho, cariño. Porque tú no quieres irte. Tu cuerpo me lo dice. Aunque tu boca diga lo contrario, todo en ti me dice la verdad— dice el hombre que me deja sobre la cama.Sabiendo el peligro que estoy corriendo, intento girarme y huir y es allí cuando un golpe en mi trasero, me detiene. Sorprendida, miro hacia el hombre que coloca sus manos en mi cadera y en un movimiento rápido, me coloca sobre mis rodillas.—&
No sabía que hacer o decir, porque si me dejo llevar por la lógica, que una omega desterrada de su familia, sea acogida por una familia de alfa tan poderosa, era un logro grande, pero, casarme con el heredero de dicha familia, era más que eso.‘¿Qué hay de su polla dentro de ti? ¿Eso es un logro más grande que casarte con él?’ pregunta mi mente y yo me ruborizo.—¿Qué pasa? ¿La verdad te ha dejado muda? —pregunta Jareth sonriendo porque sabe que dijo la verdad.Trago duro e intento pensar en cosas que me calman, para poder enfrentar al hombre que se niega a dejarme ganar una sola vez. Así que, después de calmarme solo un poco, le sonrío.—Estaba analizando las cosas. Solos unos prometidos que no se aman, pero, tienen mejor vida juntos que los que si se aman— murmuro y él asiente—Eso es verdad, no nos amamos, pero
Era evidente que ya no estaba enojado por lo de esa desagradable mujer, ni mucho menos estaba interesado en llamar a su madre para informar lo que le había dicho. Así que, si había logrado mi objetivo, pero, a que costo.Ahora, como si fuera una especie de deja vu, estaba en medio de una gran espada y la pared, con una mirada roja que me decía el peligro que podría vivir si sucumbía a la tentación que este hombre me proporcionaba.—No vamos a tener sexo— digo firme y Jareth sonríe.—Parece que estoy en un deja vu, porque esas palabras las he escuchado salir de tu boca en el pasado, Adhara y los dos sabemos cómo terminamos— dice Jareth y yo me sonrojo.—Esta vez es en serio— digo empujándolo.—Oh, entonces, ¿la vez pasada no fue en serio? Era solo un simulacro, ¿verdad? —pregunta Jareth en tono burlón y yo me esfuerzo por