Comienzo a asentir, pensando en las palabras de Jareth y avanzo hacia el lugar, siendo observada por todos los presentes como si todo fuera mi culpa o simplemente, con temor de que quizás, ordene lo mismo para ellos.
—Ellos están experimentando la condena que merecen. Esto no es tu culpa. — me recuerda Jareth y yo asiento avanzado por el lugar en el que todos me miran.Pero, cuando observan a los lobos que me rodean, desvían su mirada, sabiendo que no pueden luchar contra mis suegros o esposos y quedar como ni nada les hubiese sucedido.El enojo se ve en todos, familiares o simple conocidos, no quiere ver como su familiar recibe tantos pinchazos, sobre todo, porque las agujas son hechas de un metal que quema cuando entra en el cuerpo y al tener que llegar a partes profundas como el centro del fémur y el cerebro, el dolor es casi letal.Es por eso, que esa medida no se practica constantemente. Ya que, el dolor experimentadoLentamente, abro mis ojos, el olor a alcohol aún se siente en mi nariz y por ello, intento quitar el malestar con mi mano, pero, no logro mi objetivo y solo abro un poco los mientras me siento tan rápido como puedo.—¡Adhara! — dice mi suegra y yo busco con la mirada a mi suegra.—No es verdad, ¿cierto? — Digo y ella se queda estática.Parece que no puede moverse o hablar aunque no le veo alguna dificultad con ello. Por lo que, lo respuesta es su extraña forma de actuar. Ya que, mi suegra no es de las que queda sin palabras.La puerta se abre y Jareth aparece suspirando profundo. Su rostro se veía demacrado y su cabello estaba desordenado. Él no parece el alfa perfectamente vestido y con su cabello impecable que siempre tiene cuando está fuera de casa.Ahora, se ve como un hombre que sufre mucho y me causa dolor ser yo la causa de este. Siempre soy la causante d
Jareth se pasa la noche conmigo, dándome comida, hablándome de cosas buenas y acariciando mi cabeza y vientre. Él volvió a ser mi lugar seguro donde me recargue en silencio.Lloré, porque en medio de la noche me despertaba recordando todo lo que ha sucedido, pero, él estaba siempre para mí, abrazándome y dándome todo el amor posible.Así que, ahora estoy más calmada, lloro, porque no pude cumplir la promesa de no llorar, cuando sé el destino trágico que mi padre escogió, pero, no me he vuelto a desmayar.El golpe es fuerte, porque realmente me he quedado sin padres, pero, es soportable al saber que no he quedado sola, a mi lado, con su mano entrelazada a la mía, hay un hombre que supo esperarme hasta que reconocí mis sentimientos y dejé ir mis miedos.Del otro lado, tengo unos suegros que son una versión dulce de mi madre Ariad
Una semana despuésSe sienten los días extraños desde que enterré a mi padre. Intento no pensar demasiado en eso, porque ahora mis pensamientos no son seguros de mi esposo, pero, así se siente, algo que es extraño, porque, ¿Cómo puede ser distinto un día, porque alguien que no vivió conmigo murió?Dicen que uno tiende a extrañar a las personas con las que has vivido, pero, la realidad, es que cuando alguien muere, lo extraña uno aunque no lo haya tenido tan cerca en su vida, porque, aunque mi padre fue alguien ausente por sus viajes y ausente incluso estando cerca, esto se siente distinto.‘Se siente distinto porque ya no volverá. No importa cuánto espere, no regresará a defender y darle amor a su esposa y a Emma, tampoco volverá a perderlo todo en el juego y mucho menos…’—Detente, cariño. — Dice Jareth desde el umbral de la puerta, donde al verlo, limpio de inmediato mis mejillas.—Lo siento, estaba divagando. ——Lloras en las noches y ahora durante el día, creo que no estar trabaja
Después de alistarnos para ir al tratamiento, salgo de la habitación donde tengo que ver la mirada sugestiva de mi suegra y como bailan sus cejas para hacer más profundas sus expresiones.—Madre, detente. Incomodas a Adhara. — Dice mi esposo.—No entiendo porque tendría que incomodarse, no he dicho algo y si pude soportar el olor de su vinculación, creo que ella puede soportar la mirada que les estoy dando. — Dice mi suegra y yo me ruborizo.—Bien, pero, si algo le pasa a mi hijo, por estresar a su madre…— —Pero, ¿Cómo te sientes, Adhara querida? ¿Te gustaría que te hicieran unos masajes en el cuello o la espalda? — pregunta mi suegra con una mirada dulce.La mujer que se burlaba con solo mirarnos, por encontrarnos con poca ropa, ahora es una mujer completamente distinta, que me sonríe y trata como si nada hubiese pasado.—Sería bueno un poco de masaje. Muchas veces necesito un masaje después de… ya sabes, es muy bueno. — dice mi suegra y Jareth la aleja de mí.—Nos vamos ahora mismo
No soy débil. Una frase con tres palabras que solas pueden ser comunes, pero, para mí, son mucho. Durante toda mi vida, calle muchas cosas y dejé que hicieran conmigo lo que quisieran solo porque ‘soy una omega’.Pero, ser omega no me impidió luchar por lo que tengo ahora, lo que defenderé hasta el final de cualquier persona que pretenda amenazar a mi familia. Algo que me hace sentir bien, porque ya no pienso en alguien que me rescate, si no, que soy lo suficientemente fuerte, para rescatarme.Aunque debo reconocer que no estoy sola y que el respaldo de mi esposo es muy grande, al punto de moverme con seguridad, me alegra saber que no soy débil por ser la esposa del alfa, si no, porque he vencido mis miedos y he dado un paso hacia adelante, cuando alguien intenta hacerme retroceder.—Entonces, ¿así se siente? — pregunto sonriente.—¿Qué sientes? — pregunta Jareth.—¿Así es como se siente ser fuerte? — pregunto aturdida.—Si eso te hace sentir bien, sí. — Dice Jareth y yo sonrío.—Sí,
Después de una discusión por mí, durante más de una hora, mi suegra se marcha porque tiene una cena que preparar y es solo así, que podemos marcharnos por nuestra propia cuenta.—Mi madre es abrumadora. — Dice Jareth y yo sonrío.—Sé que es así. Siempre lo ha sido. — Digo sonriendo, al recordar cómo nos conocimos.Jareth me sonríe y los dos corremos en nuestras versiones de lobos hasta una parte alejada donde descansamos mirando un paisaje increíble que no conocía o por lo menos, no había visto detalladamente.Sin lujos, nos quedamos debajo de un árbol grande, donde Jareth se acuesta en su versión humana y palmea su pecho para que me quede sobre su pecho. Por lo que, de inmediato, me transformo en humana y sonriente, me coloco sobre su pecho.Jareth comienza a acariciar mi espalda y besar mi cabeza, con el amor que tanto me tard&ea
Despierto aturdida, la última vez que estuve despierta estaba bajo el árbol donde fui complacida por más de dos horas, pero, ahora estaba en mi cama. En mi suave y cómoda casa. Por lo que, era extraño estar en mi hogar, cuando estaba desnuda y agotada bajo un árbol.El sonido de un tango suave, me hace envolverme en mis sábanas y salir de mi habitación, sintiendo la exquisita aroma corporal de mi esposo. Camino sonriendo y yo encuentro en la sala a mi esposo, haciendo ejercicio, con dicha música de fondo.—Pensé que no tendrías energía para esto, después de lo que hicimos. — Susurro.—A mi esposa le gustan los músculos, es lo que más me tocas cuando estamos juntos. Así que, por mi bien, debo ejercitarme. Los músculos son la fuente de tu felicidad, bueno… si dejamos de lado mis movimientos pélvicos y lo que hago con mi&h
Suspiro profundo y Jareth me ayuda a salir del auto, para aferrarse a mí, algo que es fácil, porque su madre se encarga de ordenar a los fotógrafos para que nos tomen todas las fotos posibles. Algo que me deja ciega por breves segundos.—No te preocupes, al menor descuido huiremos. — Dice Jareth cerca de mi oído y yo asiento.Los dos entramos a la casa, sintiéndonos de la farándula, pero, cuando estamos por caminar por el vestíbulo del lugar, mi suegra nos coloca una especie de pulsera que se ilumina y hace un clic.—Siento que han pasado años desde que entré aquí por primera vez. — Susurro maravillándome por el lugar.—En ese momento mi hijo te buscaba, pero, yo bloqueé todos los caminos, debía confirmar si eras buena para él y cuando lo supe, me inventé lo de ser una anciana. — Dice mi suegra.—Un disfraz acorde