Lentamente miro hacia el hombre que muestra un gran sufrimiento en sus ojos, sus heridas, que ya han comenzado a sanar por su cuenta, lo ayudan a levantarse poco a poco sin sentir demasiado dolor.
‘Si fuera humano, hubiese muerto con esas heridas’ me dice mi mente y yo no sé si estar aliviada o molesta por ello.Quiero perdonarlo, quiero olvidar, pero, verlo me hace recordar mucho más todo lo que no he podido sacar de mi mente. Es difícil todo esto, pero, me concentro en no sufrir por unas personas traidoras, manipuladoras y crueles.—¿Qué pasó? ¿Por qué terminaste así? — pregunto con frialdad.—No eres parte de mi manada, no necesita darte una explicación. Así que, salga, por favor— dice el alfa de la manada a la que en el pasado pertenecí.—Ahora que todo ha explotado y hay tres manadas involucradas en este problema, es que los alfa¿Qué sucede cuando las manadas son un caos? En nuestro mundo, los alfas gobiernas sus propias manadas, pero, cuando estos no muestran que son competentes, altos alfas toman cartas en el asunto.Este es el momento oportuno para que ellos tomen decisiones, porque el problema actual, era golpe fuerte que comprometía a dos manadas, adicional a eso, con la muerte de mi madre, una nueva manada se involucra y eso, ya no es solo un problema de la manada, si no, un gran problema.Uno que puede causar el caos en la actualidad, donde se suponía que todo estaba organizado. Por eso, es momentos que los altos alfas se hagan cargo de la situación. Solo eso podría impedir que el problema se haga más grande por lo que acaba de suceder.—No puede ser. — Dice Maddox, el alfa de la manada de Blake y su familia.Sorprendida, corro hacia la fuente del caos, pero, mi esposo me toma del brazo diciéndome que no con
El hombre me mira fijamente y después, mira a mi esposo. No entendía porque dudaba tanto en hablar, peor, no podía insistir más en lo evidente, porque podría empeorar mi problema.—Eres igual a tu madre, tan impaciente y directa. — Dice el hombre con seriedad.—¿Cómo dice? ¿Conoció a mi madre? — pregunto confundida.—Claro que sí, era mi sobrina favorita— dice el hombre sonriéndome y yo siento que mi mente ha explotado.—¿Qué ha dicho? — pregunto aturdida.—Cuando por fin reuní todo el papeleo para retirarme de mi posición, me llega un reporte de la muerte de mi sobrina. Así que, vine aquí directamente. — Dice el hombre y yo lo observo confundida.—Mi padre me acaba de decir que fue mi madrastra Carrier Simpson y ella no está aquí. — Digo y el hombre m
Mi clan, fingió no ver las fallas en mi familia y eso, yo también lo había provocado al permitir que llegarán tan lejos, pero, ya no pienso permitirlo. No puedo ser bondadosa, porque de nada me ha servido hasta ahora. —Adhara…— dice uno de los chicos. —Esa es mi petición. — Digo sería.—No puedes ser así de cruel. — Dice el alfa, que nunca hizo algo por mí. Uno que solo conocía de nombre porque siempre estuvo ausente y quien no me defendió incluso cuando Jareth habló de hacerme parte de su manada. ¿Qué hubiese pasado si Jareth me hubiese tomado para hacerme daño? ¿Cómo puede considerarse alfa si no protege a los que están en su manada?—¿Qué? — Pregunto con frialdad.—Hijo…— le dice su padre, para negar un poco. Él suspira profundo y su mirada cargada de enojo, se disipa un poco. —Te imploro clemencia. — Pide él y yo miro hacia los altos alfas.—Esa es mi petición. — Digo, para después regresar hacia mi esposo.—¿Te quedaras a verlo? — pregunta la persona que supuestamente es fa
Al día siguienteDespués de haber medianamente desayunado, vamos camino al cementerio. Jareth ha estado en cada paso que he dado y con su mirada, me ha preguntado varias veces si me encuentro bien.Por fortuna, me da el espacio que quiero y me sonríe cuando necesito que algo agradable pase cerca de mí. Los dos estamos tomados de la mano y cuando el auto se detiene, Jareth rodea el auto y abre la puerta para ayudarme a salir.—¿Estas bien? — pregunta Jareth y yo asiento suspirando profundo.—Estoy bien. — me limito a decir.Los dos entramos al cementerio y la voz apagada de un anciano, de inmediato, levanto la mirada y veo al señor John corriendo como puede con su esposa. Ver un rostro conocido y amable, hace que me desborde.El anciano me abraza y yo lloro sintiendo como si mi madre se hubiese muerto recientemente. Varias manos acarician mi espalda y yo lentamente me alejo del
Llegamos a la gran mansión que no parece el lugar donde ejecutan y castigan a los hombres lobos. Cuando bajamos, me encuentro a mis suegros y Jareth se acerca a mí para susurrar a mi oído:— Se han enterado y vinieron a darte todo el apoyo que necesites. Le dije que no fuera molesta, pero, no me escuchó. Sabes cómo es ella. — dice Jareth y yo asiento agradecida.— Tengo mucho que agradecerles, esto jamás me molestaría. Ellos siempre están cerca de mí y eso se los voy a agradecer mucho. — digo y Jareth camina hacia ellos, pero, es ignorado por su madre, quien corre hacia mí.— Oh, cariño, ¿Cómo te sientes? ¿Estas muy estresada? Mi niña, no te sientas sola, nosotros estamos aquí, mi pequeña. — dice Eda abrazándome con fuerzas.— Estoy bien, intentando entender todo lo que está pasando, pero, estoy bien. Sé que quienes actúan mal deben obtener su castigo y ellos solo están experimentando lo que ellos mismos se han ganado. — digo y ella asiente.— Tienes razón, ellos deben entender que n
Comienzo a asentir, pensando en las palabras de Jareth y avanzo hacia el lugar, siendo observada por todos los presentes como si todo fuera mi culpa o simplemente, con temor de que quizás, ordene lo mismo para ellos.—Ellos están experimentando la condena que merecen. Esto no es tu culpa. — me recuerda Jareth y yo asiento avanzado por el lugar en el que todos me miran.Pero, cuando observan a los lobos que me rodean, desvían su mirada, sabiendo que no pueden luchar contra mis suegros o esposos y quedar como ni nada les hubiese sucedido.El enojo se ve en todos, familiares o simple conocidos, no quiere ver como su familiar recibe tantos pinchazos, sobre todo, porque las agujas son hechas de un metal que quema cuando entra en el cuerpo y al tener que llegar a partes profundas como el centro del fémur y el cerebro, el dolor es casi letal.Es por eso, que esa medida no se practica constantemente. Ya que, el dolor experimentado
Lentamente, abro mis ojos, el olor a alcohol aún se siente en mi nariz y por ello, intento quitar el malestar con mi mano, pero, no logro mi objetivo y solo abro un poco los mientras me siento tan rápido como puedo.—¡Adhara! — dice mi suegra y yo busco con la mirada a mi suegra.—No es verdad, ¿cierto? — Digo y ella se queda estática.Parece que no puede moverse o hablar aunque no le veo alguna dificultad con ello. Por lo que, lo respuesta es su extraña forma de actuar. Ya que, mi suegra no es de las que queda sin palabras.La puerta se abre y Jareth aparece suspirando profundo. Su rostro se veía demacrado y su cabello estaba desordenado. Él no parece el alfa perfectamente vestido y con su cabello impecable que siempre tiene cuando está fuera de casa.Ahora, se ve como un hombre que sufre mucho y me causa dolor ser yo la causa de este. Siempre soy la causante d
Jareth se pasa la noche conmigo, dándome comida, hablándome de cosas buenas y acariciando mi cabeza y vientre. Él volvió a ser mi lugar seguro donde me recargue en silencio.Lloré, porque en medio de la noche me despertaba recordando todo lo que ha sucedido, pero, él estaba siempre para mí, abrazándome y dándome todo el amor posible.Así que, ahora estoy más calmada, lloro, porque no pude cumplir la promesa de no llorar, cuando sé el destino trágico que mi padre escogió, pero, no me he vuelto a desmayar.El golpe es fuerte, porque realmente me he quedado sin padres, pero, es soportable al saber que no he quedado sola, a mi lado, con su mano entrelazada a la mía, hay un hombre que supo esperarme hasta que reconocí mis sentimientos y dejé ir mis miedos.Del otro lado, tengo unos suegros que son una versión dulce de mi madre Ariad