Narra Adhara
Todo lo veía doble, pero, no podía decir que no entendía lo que me sucedía. Había ignorado que estaba frente a dos víboras que no se darían por vencidos fácilmente. Mi mayor error fue olvidar eso y ahora, estoy excitada con un desconocido a mi lado.Deseando que este tocando algo agradable, paso la mano por su toros y me sorprende que no sea una persona con mucha grasa abdominal o que huela a cigarrillo y carne. Sonrío al llevar mis manos y sentir como su mandíbula está bien marcada.— ¿Te gusta lo que estas tocando? — pregunta el hombre con voz tan varonil que hace que mi cuerpo hormiguee. Su voz podría causarme un orgasmo y nadie me juzgaría por ello, por lo menos, ninguna mujer, porque creo que a todas nos daría la misma reacción.— Estas en forma. Eso es bueno, porque me gusta comer bien. — susurro y &Mi cuerpo duele y yo me levanto sintiendo que en una sola noche me han caído cien años, mi cadera duele como si la tuviera fracturada, mi espalda arde y mi entrepierna… lentamente, llevo mi mano a mi cuerpo y esta sin alguna dificultad, delinea mi cuerpo desnudo.‘Estoy desnuda, ¿Por qué rayos estoy desnuda?’ pregunto mentalmente y la respuesta me lleva con un leve gruñido que me hace girar levemente mi rostro hasta encontrar el cuerpo de un hombre bastante musculoso.Suspiro profundo y los recuerdos de la noche vienen a mi mente, donde muerdo su cuello y hombros, mientras él muerde mi cadera, espalda y cuello, solo para proclamarme como suya, mientras el cuarto orgasmo nos hacía explotar en miles de pedazos.— Esto no puede estar pasando — susurro llevando mis manos a mi cabeza.Como puedo, me levanto de la cama, aunque mis huesos crujen y duelen cuando lo hago. Rá
Narrador omnipresenteLos minutos pasan mientras Adhara se calma un poco y se marcha para la entrevista por la que tanto se ha esforzado en conseguir. Con mucho maquillaje para que no se vean sus ojos hinchados, sale rumbo a la entrevista en la mejor empresa del país.Mientras Adhara se marcha ignorando a su familia, Jareth despierta y observa con molestia el dinero sobre la mesa. Como si fuera una especie de deja vu, se levanta y sonríe al ver que está vez, no le han dejado nota.Aturdido, entra al baño y su humor baja varios niveles al leer el mensaje. Los recuerdos de la noche y madrugada, hacen que por un breve segundo sonría. Mirando la hora, entra a la ducha y su cuerpo arde cuando el agua toca su piel.Con su pelvis doliendo y su espalda ardiendo, sale del baño y sonríe con amargura al ver que no tiene su camisa. Tensando su mandíbula, toma su teléfono y pide ropa nueva
Narra JarethMi cabeza esta por estallar. No he podido concentrarme en el trabajo por estar pensando en la mujer que por segunda vez termina en mi cama. La primera vez, pareció mi culpa por haberla seguido sin conocerla, pero, una segunda vez, no puede tomarse como coincidencia.Era como si estuviéramos destinado y yo que no creo en ello, me resulta sospechoso. Podría decir que mi madre hizo posible que perdiera mi control anoche, pero, ¿Por qué de tantas mujeres, era ella la que estaba en mi habitación?— Me tienes preocupado, amigo. Ya es la segunda vez que vienes con marcas en este mes — dice Jackson y yo suspiro profundo.— Tú vienes con marcas al menos tres veces a la semana. Así que, no entiendo porque mis marcas deben preocuparte a ti. — digo un poco molesto porque siempre descubra cuando estoy con esa mujer.— Lo mío es normal, ya mi familia esta es preocupad
Adhara ve a las personas elegantemente vestidas y se avergüenza. La anciana que la había traído, no solo le había confesado que era inmensamente rica al entrar a su como ella la llamó ‘vieja casa’ sino que, confirmó su riqueza al darle un vestido de época que podría costar más que todo un barrio.Por ello, se sentía incomoda, su familia no era pobre, pero, claramente no podía darse ese tipo de lujos. Por lo que, quería quitarse el vestido que tenía, antes que le hiciera un daño que le costará un riñón.—Hola, bella dama — dice Jackson y de inmediato, Jareth gruñe haciéndolo retroceder.—Buenas noches — susurra Adhara sintiéndose cohibida por estar frente a personas tan elegantes.—¿Sucede algo, querida? — pregunta Eda con una sonrisa dulce sobre sus labios.—Nada
Narra AdharaLlego a casa agotada. Correr tanto, me deja sin aliento. Por lo que, llego a casa y de inmediato, me acuesto a dormir.Sin embargo, prácticamente he colocado mi cabeza en la almohada, cuando los gritos se escuchan. Frustrada, me levanto de la cama sabiendo que no fue buena idea tener a mi familia en la casa.Por lo que, con todo mi cuerpo adolorido por correr por todos lados, salgo de la habitación, sorprendiéndome por todo lo que está sucediendo en la casa. Ya que, varias personas sacan los objetos de la casa como si fueran de ellos.Miro donde está mi padre, quien se lleva las manos en la cabeza y su esposa lo golpea en el brazo, mientras llora desconsoladamente, dándome la clara señal de que las cosas están mal.—¡¿Cómo pudiste hacernos esto?! — pregunta Carrier enojada.—Querida, no molestes. Ya tengo suficiente con lo que p
Miraba a mi alrededor, estaba sin un lugar donde quedarme y sin dinero. Estaba en serio problemas y lo peor, es que no tenía a quien recurrir en busca de ayuda. Porque estaba sola, después de la muerte de mi madre, había quedado sola en este mundo, donde mi propio padre me golpea porque se llevaron a su preciada esposa.Camino arrastrando mi maleta y me siento en el piso donde ni siquiera los autos pasan. Sabía que no podía quedarme a esperar que la vida se me solucionará, pero, sentía que no podía avanzar más. La decepción me superaba y el odio por mi padre, estaba comenzando a aparecer.Las nubes comienzan a tornarse oscuras y la lluvia comienza a humedecer mi cuerpo, mientras veo el nombre de mi madre en una lápida. Sé que no debo refugiarme en un cementerio, pero, aquí es donde está la última y única persona que realmente me ha amado.—
Al día siguiente.Me despierto y me visto con la mejor ropa que tengo para ir a trabajar. Aunque no tengo ánimo para ir a trabajar con todo lo que me ha pasado, reúno fuerzas de donde no tengo y me marcho con unos pocos dólares que el señor John me da.— Solo debes caminar un poco para encontrar la parada del autobús. De regreso, debes tomar la misma ruta y todo estará bien — dice el señor John y yo sonrío al ver cómo me acompaña hasta la parada de autobús.— No necesita acompañarme, señor John. Con las indicaciones que me dio es suficiente. — digo, pero el señor John niega.— Este lugar es nuevo para ti. Es mejor que te acompañe al menos por hoy. cuando salga, avísame. — dice el señor John y yo sonrío sintiéndome afortunada.Mi padre nunca me acompañó a la escuela o siqu
Nos sentamos en una mesa donde incluso el mantel vale más que uno de mis riñones y yo miró hacia la salida para marcharme, aunque las dos chicas emocionadas, prácticamente están mirándome solo a mí.— Realmente no entiendo porque estas que mirando el lugar como si estuvieras en un matadero. Tienes ropa Chanel y tu bolso es un Gucci. Así que, eres adinerada. Puedes darte estos lujos — dice una de las chicas y yo suspiro profundo.— Lo era, hasta hace pocos días. Por lo que, no puedo costearme algo así. lo siento, chicos, pero, no puedo costearme algo así. los dejo, disfruten su almuerzo — digo intentando levantarme.Pero, uno de los chicos me toma del brazo y con una sonrisa, me habla— No necesitas marcharte, no me haré pobre por regalarte un almuerzo. Además, hablamos de mantenernos unidos mientras nos acostumbramos al clima laboral de este lu