El rubor me invade y yo siento que hace demasiada calor, mientras mi esposo ignora mi reacción y continúa saltando hasta que calcula mal la distancia entre las camas y se cae de tal forma que me hace gritar.
—¡Jareth! — grito preocupada.—Quisiera decir que estoy bien, pero…— dice Jareth en el suelo, mientras yo lo reviso en el suelo.—¿Te duele algo? — pregunto preocupada.—Todo si me das un beso en cada parte que me duele— dice Jareth y yo lo golpeo levemente, por su respuesta.—Casi haces que me dé un infarto——Eso es bueno——¿Qué? ¿Quieres que me muera por un infarto? — pregunto cruzándome de brazos.—No, me alivia saber que si algo me pasa, podría preocuparte tanto para que te expreses así. Eso quiere decir que aunque no merezco tu cariño aun, soy importante parSus besos comienzan a ser peligrosos, porque activan ese cuerpo traicionero que me tocó tener y por eso, siento como el calor hace que olvide donde nos encontramos. Con facilidad, me giro para quedar frente a él y es el hombre que tengo frente a mí, quien se levanta conmigo y me coloca sobre una de las camas que nos rodean.El olor a limpio y lo cómodo del colchón, hace que piense en la posibilidad de comprarlo, mientras desabrocho la camisa de mi esposo. La vergüenza lentamente desaparece y el deseo por ser suya toman el control de mi cuerpo.Nuestros labios se unen a una danza en la que no necesito pensar, para bailar bien y por sorprendente que parezca, mis manos parecen entrenadas para desvestirlo, aunque no lo he hecho de manera reciente y constante.Al parecer, los dos olvidamos donde nos encontramos y por ello, giramos al punto de que a veces estoy encima de él y otras, debajo. No es algo que planeamos, por lo meno
Agotada y con poco tiempo para escoger tanto, selecciono los muebles restantes, basados en el color, casi todos los estilos son parecidos, por lo que, tardo menos tiempo y al no haber peligro de ‘probar’ los muebles, tardamos menos tiempo.Al último lugar en el que me quedo, es la tienda de utensilios de cocina. En el lugar hay tantas cosas increíbles, que me siento en el cielo. Miro los utensilios imaginándome que podría usar para preparar muchas comidas en mi familia y comparo esto con lo que viví de niña.En casa, no estaban todos esos utensilios, pero, al no tener un calor familiar, veía videos donde cocinaban para sus familias diferentes recetas. En muchas de estas recetas, se usaban todo tipo de cosas que aquí veo, por lo que, las toco sintiendo que son parte de mi infancia.—¿Sucede algo? — pregunta Jareth y yo niego con nostalgia.—Siempre soñé que m
Su beso no me toma por sorpresa, si algo debo reconocer hoy es que Jareth no desaprovecha una sola oportunidad para besarme, por lo que, me dejo llevar por el beso del hombre con el que dude casarme, pero, me alegra haberme casado.El líquido pasa por mi boca y nos detenemos por falta de aire, teniendo como testigo la chimenea, veo la mirada cargada de mucho cariño al igual que su toque gentil en mi rostro. Uno que me dice que no es un sueño.—Te quiero, Adhara. Te quiero mucho——¿Aunque no sea tu luna? — pregunto curiosa.—Eres mi luna, Adhara. Sin necesidad de que una atracción como esa ocurra, siento que si eres mi luna. No sé si se equivocaron al no escogerte como ella, pero, eso no importa. Porque solo te quiero a ti, solo me interesas tú— dice Jareth y yo siento que mi corazón late con fuerzas.—Jareth…——Lamento haberte hecho pasar
Aunque deseaba hablar sobre el tema serio que me ha dado, no puedo concentrarme, cuando es él quien coloca sus manos en mi cadera y hace que me mueva sobre él de tal forma que pueda sentir cuan listo esta para mí.—¿Cómo puedes estar tan listo si hemos tenido sexo en el centro comercial? — pregunto con los ojos cerrados.—Creo que somos conejos en cuerpos de lobos— dice Jareth y yo lo observo confundida.—¿Qué dices? — pregunto confundida.No había pensado en una mezcla tan extraña, menos, cuando los conejos son bonitos y tiernos, y los lobos somos bastantes agresivos, territoriales y salvajes. Sí, somos salvajes, agresivos y violentos cuando intentan tomar algo que no queremos que nos toquen.—No puedes decir eso. Los conejos son tiernos— digo y Jareth me sonríe.—Cariño, ¿sabes cuanto follan los conejos? &iqu
No puedo entender como mi cuerpo obedece a una sensación que ni estando en celo había experimentado. Pero, no puedo quejarme, la sensación es extremadamente increíble. Por lo que, no me detengo.Mi cuerpo se tensiona, los gemidos ya no son gentiles, si no que, suenan a un gruñido que muestra perfectamente que somos; lobos. Pero, unos lobos con alma de conejo, porque nos movemos en busca de un placer que nos deja ciegos.Su cuerpo esta resbaloso, pero, me aferro a su cuerpo, mientras él sale y empuja con tanta fuerza que siento que mi cuerpo no puede más. Me quedo tendida en el suelo al no poder siquiera levantarme, pero, Jareth me toma de una pierna y me gira para quedar de espaldas a él, causando que tenga una energía renovada.No sé de dónde salía esa energía, pero, no podía quejarme cuando podía mantenerme sobre mis rodillas y mis manos estaban aferradas a las s
Hace un año, no tenía pensado un bebé, porque me iba a graduar pronto y debía primero consolidarme en mi trabajo, tener una casa y estabilidad financiera para traer un bebé al mundo.Pero, las cosas no han resultado como esperé. Fui engañada, perdí mi virginidad con un extraño que confundí como hombre de compañía y me casé con ese hombre que resultó ser un alfa muy adinerado y respetado.Pero, los resultados que he obtenido, son mejores de lo que esperé. Tengo una casa, un trabajo, un esposo amoroso y una familia que me quiere. Sus padres, me tratan como una hija y sé que si quedo embarazada, lo amaran como una vez quise ser amada.Entonces, ¿Qué me detiene de dar este paso? No tenemos mucho de habernos casado y él tiene la posibilidad de ser padre con otra mujer que conoció antes de mí, pero, quiero hacerlo. me he ar
Siempre había pensado que la conexión entre una pareja, no tenía por qué ser dolorosa, menos, si se trataba de algo sexual, pero, como mujer lobo, he comprendido que me toca sufrir al perder la virginidad como una humana y al ser anudada como una loba.Lo peor es que a diferencia de perder la virginidad, mi cuerpo no se relaja al pasar del tiempo, si no que duele más al punto de gimotear y abrazar con fuerzas a mi esposo, para recordarme que no estoy sola y que el anudamiento fue algo que aprobé.Jareth, parece notar mi malestar y por eso, se gira al punto que quedo encima de su cuerpo. Su pecho, se muestra subiendo y bajando con tanta agitación que me sorprende que no se ahogue al momento de respirar.Su mirada, se ve cargada de muchas cosas complejas, que hacer que desvíe mi mirada y me concentre en deja mi cabeza en su pecho. Es evidente que mi esposo ya no es un desconocido para mí y verlo mirarme as&i
Jareth tenía razón, solo era el comienzo. Incluso caminando, mi cuerpo se movía de manera circular, mientras me aferraba a su cuello. La cocina solo fue una parte del plato fuerte, porque el tiempo sobre la isla de la cocina e incluso el suelo de esta, no fue algo en comparación al tiempo en el vestíbulo, las escaleras e incluso, cuatro de las muchas habitaciones que hay.Solo recorríamos unas habitaciones vacías, pero, el saber que aquí sería un lugar distinto a nuestra habitación, despertaba en mí ese deseo que estaba siendo complacido justo ahora. descansábamos por breves momentos, porque nuestro cuerpo no podía más. Pero, el deseo seguía presente.Entrabamos a la ducha a limpiarnos y el deseo nos impulsaba a continuar, salíamos y avanzábamos hasta el salón y nuevamente nos dejábamos llevar del placer, al punto que incluso cuando mir&aacut