Gabriel toco el agua para asegurarse que estuviera a la temperatura justa, luego guio a su mujer, y se dispuso a quitar cualquier pesar de su mente y de su corazón, primero lavo su cabello, sus dedos masajearon el cuero cabelludo de Cielo y esta podria de dormirse allí mismo, pero entonces las manos
— Él sabe que no es tu hermano. — murmuro con frialdad Gabriel, más que molesto, aunque no con Cielo, sino con él mismo, ese bastardo de Sergio había llegado a su mujer, no debió dejarla sola, tendría que haberla llevado a la mansión.— ¿Qué? — ahora estaba más confusa que antes, Gabriel se dio cuen
— No lo sé, si me hice tres tez, pero uno dio positivo, otro negativo y otro no mostro nada, estaba malo.— Bien, iré por un nuevo tes. — informo poniendo se de pie, y saliendo, así como estaba, en pijama.— Pero es muy tarde y recién llegas, te ves cansado… — Cielo solo queria refugiarse en él y as
Gabriel no durmió esa noche, los pensamientos rebotaban en su mente, al igual que los sentimientos lo hacían en su corazón, una vez más experimentaba el miedo, la felicidad, los nombres para un futuro bebé se enredaban con las torturas a los que sometería a esos maleantes de poca monta que habían to
— Si. — soltó con determinación y sin duda alguna, antes de continuar. — Tomaría un cuchillo y haría así, así, así. — exclamo repetidas veces mientras su pequeña mano subía y bajaba, enterrando algo invisible en un nuevo oso de peluche que Gabriel le había comprado e Ian sonrió feliz.— Bien, ¿lo ve
— Quiere decir que no iras gritando por cualquier parte que estamos embarazados, no hasta que los niños comprendan este cambio que se avecina. — Cielo lo vio a los ojos, y descubrió con un poco de pena, que Gabriel solo se centraba en ella, pero no eran solo ellos, eran más, por lo que suspiro, trat
Hades veía los monitores en su oficina, esa misma que años atrás había sido de Amir Zabet, aun recordaba la sorpresa que le causo el saber que él había heredado la mansión que era de su tío, pero sus primos le informaron que era lo mejor, ninguno se creía capaz de vivir allí, además Hades y Maca hab
— Yo lo sé, pero su hija se rehúsa a dejar a los niños, incluso bajo su cuidado. — Alma golpeo el brazo de Daki y ahora si se quejó con ganas, pues la castaña tenía la mano pesada.— ¿No confías en nosotros para cuidar a los niños? — susurro Hades casi agonizando y Alma queria cortar el cuello de su