Ashley CastleMi madre verdaderamente sea vuelto una persona molesta, no me deja ni siquiera estar mucho tiempo cerca de Kendall, me interrumpe cada segundo y siento que está arruinando lo que hemos creado él y yo en estos días. Es obvio que mi novio no lo expresa en voz alta, sin embargo, puedo notar que está muy molesto. Trato de que ellos se lleven bien, ya que como cualquier hija deseo que mi pareja y mi madre se entiendan, Britanny es muy dura con Kendall y sigue insistiéndome con la idea de que debemos regresar a Estados Unidos pronto. —Ya Mia no se casará, no veo lo que te motiva a seguir aquí, —expresa mientras andamos por una plaza comprando algunas cosas que quiere llevarse a USA. —Mi novio está aquí, —libera un bufido. —Cariño, ese hombre solo te utilizará y luego dejara, —murmura. —Kendall, no es de ese modo, —digo tratando de mantener la calma en este preciso momento. —¿Qué sabes tú de la vida? Eres muy joven cariño, v
Un mes después…La vida es volátil, cambiante y llena de muchas emociones, Enzo por todo el tiempo fuera de la empresa ha tenido que resolver muchos conflictos en sus juntas y armar nuevas estrategias para sus rutas en la mafia. El siciliano casi no tiene tiempo para pasarlo con su familia, le incomoda llegar tarde y no poder disfrutarlos unas cuantas horas. De una junta debe pasar a otra y algunas noches ir a revisar cargamentos de armas que llegan, Mia solo le deja mensajes al teléfono de que no se preocupe y que todo está bien, ella se la pasa tranquila tomando clases de italiano y cuidando a su hijo. Cuando llegaron hace un mes a Venecia, lo primero que hizo el mafioso fue contratarle la maestra de italiano y contratar más personal en su apartamento, Mia le dijo que no era necesario y que podía hacerse cargo, Enzo se negó, por el hecho de que ella no está allí para eso. Su mente está tan ocupada que su celo, ni siquiera llego cuando lo estuvo esperando,
Mia Lennox Despierto en el momento que siento como alguien coloca algo sobre mí, suspiro al ver a Enzo, se encuentra vestido con un traje azul y me sonríe. —Buenos días, mi reina, —amo cuando me llama de ese modo. —¿Ya te vas? —interrogo mientras me acurruco en el sofá, no me sentía tan bien desde hace un mes, ya necesitaba tenerlo conmigo. —Sí, pero volveré temprano, —murmura llevando su pulgar a mi mejilla, me acaricia de manera gentil y besa mi frente—. Nos vemos más tarde, —añade, sujeto su mano y beso sus nudillos. —Te amo, —le digo. —También te amo, —besa mi frente y no pasa mucho tiempo para que la casa vuelva a sentirse sola, suspiro, no creo conciliar el sueño de nuevo. Salgo del sofá teniendo esa sensación de haber pasado una excelente noche con mi prometido, niego y me voy al baño, lavo mi cuerpo y luego me visto con ropa cómoda, Liam suele dormir hasta las 9:30 AM y apenas son las 7:02 AM. La maestra de
A la mañana siguiente Mia despierta a su prometido llenándolo de besos, Enzo sonríe y la coloca debajo de su cuerpo. La felicidad que lo recorre es contagiosa, se besan hasta que el oxígeno es requerido y el alfa no puede evitar que su miembro se endurezca. Este se encuentra listo para hacerle el amor en la mañana, pero por la radio se escuchan los quejidos de Liam, suspiran y se tira a un lado con una dolorosa erección. —Ya voy, tesoro, —Mia recoge una camisa de su prometido, se la coloca y sale de la habitación para ir hasta la de Liam, ya que su cachorro tiene su propia aposento. Liam tiene los meses suficientes para estar solo en su cuna, lo supervisan con cámaras y monitores de ruido. El pequeño cachorro se encuentra sentado, con un puchero, y al ver a su madre extiende sus brazos a ella. »Buenos días, tesoro, —lo carga y este se acurruca en su hombro, Mia regresa a la habitación en donde su prometido se encuentra recostado boca abajo, Enzo se
El primer baile fue de los novios y Liam, ya que este quería estar en brazos de sus padres, Enzo sujeta a su esposa de la cintura mientras que con su mano libre sostiene al cachorro. —No era lo que imaginaba en nuestro primer baile de casados, pero aquí estamos, —dice el príncipe heredero, Mia se limita a sonreírle y luego deposita un beso en la frente de su hijo. —Me duele que no podamos llevarlo, —murmuró con nostalgia. —Lo sé, pero es nuestra semana de luna de miel y Liam estará con sus dos abuelas. No hay nada de que preocuparse —le informa tratando de hacerla sentir mejor. —Bien. —La música finaliza y de ese modo la pareja puede ir a su mesa, Liam no tarda mucho tiempo para quedarse dormido bajo las caricias de su padre y luego su abuela Diana es quien lo toma. —¿Crees que sea momento de abandonar la fiesta? —interroga para luego depositar un beso en los nudillos de Mia. —Ni siquiera voy a preguntarte a donde vamos porque todo
Mia Lennox—Amor, ¿te encuentras bien? —interrogo, ya que desde que salimos lo siento tenso y en el avión Enzo casi ni se me acerco, no era lo que esperaba en nuestro viaje hacia Francia. La sorpresa del país se vio arruinada por una azafata y por un momento pensé que Enzo la lanzaría del avión, pues tuve que sujetar su mano para calmarlo. —Yo… no te lo he dicho, pero hace horas que inicio mi celo y estoy tenso por eso, —expresa. —¿Qué? ¿Por qué no me dijiste? —pregunto—. Pude haberte ayudado, —añado, sé cómo funciona el celo y lo doloso que es. —No sabes cuánto lo deseo, pero quiero llegar a nuestro destino y hacerte el amor por primera vez como mi esposa, —es muy tierno, beso sus labios y gruñe—. Por favor, amor, sé que quieres mostrarme todo el afecto del mundo, pero reventara mi bóxer —suspiro. —¿Llevas todas esas horas con una erección? —asiente. —En el avión me masturbé, pero no logre venirme, —deja ir su cabeza hacia atrás—.
París sin duda es la ciudad del amor, Enzo sea encargado de demostrarle eso a su esposa llevándola a museos de arte y comprándole algunas pinturas que le gustaron a la futura reina. El príncipe le gusta pintar, ver obras de teatro y cosas anticuadas, con mucho entusiasmo le habla de algunas estatuas a su señora. Mia disfruta verlo tan animado, ya que parece un niño en una juguetería. Su celo no ha terminado, sin embargo, Enzo tiene más control ahora que sea vinculado y calmado el ardor en su cuerpo. Los dos primeros días y último resultan ser los más importantes en el apareamiento del alfa, por eso hoy exploran París. —Esta pintura es magnífica, —la observa con admiración. —Eres un hombre extraño, —expresa Mia—. Amante del arte, con un gaje de oficio particularmente rudo, —añade. —Que te digo, soy ese niño que decidió hacer todo lo que le gustaba, mis padres me enseñaron a que si quiero ser astronauta, doctor e ingeniero podía serlo sin problema, —m
Mia LennoxMe aferro a las colchas mientras mi esposo tortura mi centro con su lengua, el sexo sea vuelto más intenso que nunca. Gimo con cada roce a mi clítoris, Enzo sin duda en el celo se vuelve una bestia, lo escucho gruñir y aprieta mis piernas deseando tomar más de mí. —Dios… —jadeo durante mi llegada al clímax. Mi prometido lame mi sexo, besa la cara interna de mis piernas para luego repartir besos por todo mi abdomen y mirarme con sus ojos rojos llenos de lujuria. —Siempre exquisita, —ronronea. Lo siento rozarme con su miembro, mi piel se eriza y este no duda en llenarme con su grosor. Jadea enloquecido de placer, Enzo se mueve con firmeza, lo envuelvo con mis piernas y su hombro cerca de mi rostro me hace llevar mi boca hasta su piel. Beso la marca que dejo mi mordida, gruñe y embiste con fuerza, me mata de placer y este lo sabe. —Ah… amor… —gimo, busco sus labios con desesperación y no duda en besarme. Enzo muerd