Enzo es el primero en despertar, era lo que este creía hasta que el pequeño cachorro pegado a su costado le da una patada. El mafioso lo toma en brazo y lo recuesta en su pecho, no esperaba esta calurosa bienvenida y que Mia le permitiera estar cerca del bebé.
—Eres un madrugador, —le dice a su hijo que trata de gatear en el torso de su padre, Enzo sonríe y acaricia su cabellera castaña mientras el pequeño se queda quieto recibiendo los mimos.
Mia no tarda mucho en despertar, le sonríe a sus dos acompañantes y el alfa la atrae a su pecho, Enzo se siente muy feliz de estar rodeado de dos olores que ama y que lo hacen sentir en total tranquilidad.
»¿Qué te gustaría hacer hoy? —pregunta.
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Enzo MarchettiMi pequeña familia duerme en la habitación principal del yate, me alegra tener un momento a solas con ellos, suspiro recordando la tarde de hoy, Mia casi me hace cometer una locura al verla en ese modo tan caliente y juro por Dios que cuando me divorcie me la follaré una noche completa hasta hacerle desmayar. Observo mi teléfono y tengo cientos de mensajes de Kristin, no ha dejado de llamarme después de que paso una semana y todavía no regreso a Venecia, supongo ya le llegó la noticia de que quiero divorciarme y eso es porque tengo a mi abogado haciendo el papeleo rápido para separarme de ella y al fin darle mi apellido a mi hijo cuando me case con Mia. Estoy pensando en cómo le pediré matrimonio, no quiero que sea de manera brusca o poco inusual, me gustaría, aunque todavía no llegamos a la etapa de decirnos, te amo, pedirle que se case conmigo de la manera más romántica que pueda existir. Pienso también en el señor Lennox y mi acuerdo con él
La pequeña familia regresa a la mansión de los Marchetti, Enzo se siente más que feliz por estar con personas que lo aman y aprecian a pesar de sus errores cometidos, Mia habla con su madre por videollamada. —Todo está bien, —repite por segunda vez. —¿Segura? Ya sabes que puedes decirme cualquier cosa, —Diana se preocupa mucho por su hija y su nieto. —Liam y yo estamos bien, ya las cosas van mejor por aquí, —la mujer le asiente con una sonrisa. —Me alegra hija, ya quiero poder visitarte y saber con qué clase de hombre andas, —eso es algo que le preocupa a Mia. —Te caerá bien, —afirma, Mia lleva su mirada hasta Enzo que sale del baño con Liam en sus brazos, suspira—. Hablamos luego, —se despide de Diana con una sonrisa. —¿Todo bien? —interroga el mayor, Enzo no utiliza sus sentidos desarrollados para espiar a la humana, espera tener toda la confianza y hablar cualquier tema sin problema. —Mi madre preocupada por nosotros, y
Mia LennoxEscucho el agua de la ducha correr, ya hace dos semanas que Enzo y yo dormimos en la misma cama… bueno, el italiano, Liam y yo, ya que nos negamos a tenerlo en una cuna y además es un motivo suficiente como para no terminar en una noche de pasión. Es muy molesto desearlo tanto y que el mafioso decida cumplir su promesa de nada de sexo hasta que se divorcie de Kristin. Hoy estoy odiando a Ashley por ser la que me motivo a hacerme idea de otra noche con Enzo, suspiro agobiada, ya hasta tengo sueños húmedos y lo peor es que despierto a su lado sabiendo que este puede oler lo excitada que me encuentro, supongo es la razón por la que se mete a la ducha cada mañana sin esperar a que nuestro hijo despierte. Observo a Liam dormir, lo rodeo con almohada y bajo de la cama, no me voy a detener con el italiano. Entro al baño, me deshago de la camisa quedando en bragas y lo vislumbro con su frente apoyada del cristal de la ducha. Enzo está muy metido en sus pe
Estimado lector. Les quiero agradecer profundamente por su apoyo, comentarios, reseñas y por compartir mi historia con otros en grupos de redes sociales. Me siento afortunado de tenerlos y leer cada una de sus opiniones con respecto a la novela, me alegra llegar a tantos y transmitir buenos mensajes con mis escritos. Quiero recordarles que antes de leer este libro debió haber leído Una loba para el mafioso y El beta del mafioso, siendo la última de mayor importancia. También anteriormente muchos me han dejado el comentario de Kiara y Valentino ¿Por qué no los mencionas? Resulta que siento que con ellos he cerrado un círculo y no tengo que escribir una historia de ellos, pero mencionaré cosas sobre estos personajes y ya sabrán que estos no son relevante en la novela. Kiara y Valentino, ya son personajes que hicieron una vida juntos, no creo que sea necesario hablar de estos, pero en un pequeño futuro, tal vez surja un spin-off de ellos, no tan detallado, sin embargo, resaltando cos
Donato MarchettiEn estos días le he dado su espacio Adriano, dormimos juntos y nos duchamos por separado. Ahora le preparo algo de cenar, Jhonatan está siendo escoltado a una prisión en Sicilia y luego se le enjuiciara por amenazar la pareja del príncipe, espero que le den varios años de cárcel y sufra todo lo que le ha hecho a mi omega. Suspiro. El olor de mi chico llega hasta mi olfato y levanto mi mirada para verlo vistiendo solo una camisa de las mías, ya que no trajo ropa y lo único que podrá cubrirlo es una camiseta de las que utilizo, no me molesta prestársela, Adriano se ve hermoso y adorable. Debo decir que tampoco estoy yendo a la oficina y nos mantenemos en mi apartamento juntos, lo cuido y espero que supere el mal momento que paso al lado de ese vampiro. —Ven aquí, —murmuro estirando mi mano al chico que la acepta, lo rodeo con mi brazo—. Dios, hueles de maravilla, —ronroneo haciéndolo reír, me separo de este y tomó su rostro entre mis
Mia LennoxCon un gemido llego a mi orgasmo, Dios, lo que hace con su boca es lo más maravilloso de todo, ya tenemos dos mañanas en la que ingreso al baño, Enzo enseguida me sube sobre el lavado y recorre mi sexo con sus labios. —¿Todo bien, pequeña? —interroga con sus ojos centellando a rojo, suspiro y me siento en el lavado quedando a pocos centímetros de su rostro. —Esto no va a hacer suficiente por mucho tiempo, —refunfuño. —Lo sé, —acaricia mi mejilla para luego plantarme un beso—. Pero es temporal —añade—, pronto estaré dentro de ti, —espeta. —Bien, —nos duchamos juntos y al salir Liam ya se encuentra despierto, Enzo me solicito mudarme a su habitación y eso hice, es mucho más grande que la de invitados. Lo dejo dándole mimo a nuestro hijo y me visto con una blusa de tiros, un short y sandalias de playa, el calor en Sicilia es agobiante y lo mejor es utilizar ropa cómoda. Cuando estoy lista me hago cargo de Liam para que el italiano p
Adriano D´angeloMi madre me deseo un feliz viaje, me limité a sonreírle esperando que así sea. Ahora solo leo un libro que traje mientras que el exitoso empresario toma de su vaso de whisky en frente mío, ni siquiera nos hemos hablado después de nuestra pequeña discusión de esta mañana, Donato es muy reservado con sus temas y me molesta que no quiera ser abierto conmigo. No pienso hablarle, ni mirarlo, ya que no fui el que inicio esta pelea, suelto el aire retenido y trato de concentrarme en el texto. Puedo escucharlo dejar salir un suspiro y mueve su pierna rozando la mía de manera intencional, no lo miro, pero el empresario parece no rendirse en querer llamar mi atención, porque vuelve a rozarme. —Cachorro, ¿está enojado conmigo? —cuestiona con voz muy calmada y de tal forma que derretiría el mismo polo norte entero. —¿Tú qué crees? —pregunto sin siquiera mirarlo. —No estés enojado conmigo, no me gusta, —suspiro y lo miro. —¿Crees que me
Kendall está tan apegado de Ashley que por ese motivo la ha invitado a permanecer de manera permanente en su habitación, no quiero tenerla lejos y ya estaba que dormía a su lado en el aposento de invitados. El joven Marchetti observa a su hembra dormir y se siente completo cuando la humana está junto a él. La joven se remueve en sus brazos hasta despertar, suspira y abre sus ojos encontrándose con los del chico que la acompaña, Kendall le da una sonrisa de lado. —Buenos días, —saluda el príncipe, Ashley responde su saludo—. Hoy tendremos una cita, —anuncia tomándola por sorpresa. —¿A dónde? —pregunta. —Mi padre tiene un barco, Poseidón se llama, lo han preparado para mí y pasaremos dos días en alta mar, ¿te gusta la idea? —ella enseguida asiente. —Me encanta, ¿A qué hora nos vamos? —Kendall dirige su mirada al reloj en su mesa de noche. —En una hora. Ashley permanece por varios minutos abrazada del alfa hasta que Kendall