Burka ArslamLas reuniones en el día no me dieron tregua y culmine mi día con broche de oro, con la encerrona de Liébana y sus abogados esperando en el lobby de mi edificio. Doy un suspiro cansado, estoy siendo amable y ella no termina de entender que es mejor que firme los papeles ahora que conservo un uno porciento de paciencia. —No hace falta que remita la pregunta — veo mi reloj — son las 7:00 de la noche. —Estuve esperando gran parte del día en la empresa, Pero estuviste reunido, por lo tanto vengo aquí a dejarte…—No me interesa Liébana, toma a tu gente, firma el acuerdo para que no salgas con las manos vacías y déjame en paz — veo a los dos hombres que la rodean y ambos se hacen los invisibles, a ellos les conviene que estos se extienda, le aconsejan cualquier estupidez con tal de que siga pagándoles. Camino al ascensor y le hago señas al de seguridad para no deje entrar más allá a esta mujer. —La psicóloga recomienda que hagamos terapia de pareja — cierro los ojos. —Vete a
SAVANNAH Lo primero que siento es un solo de aire, siento en el tacto de mi piel como se refresca mi cuerpo, una luz cegadora justo sobre mi ojos, siento que pasa una eternidad para cuando ya puedo visualizar exactamente lo que hay a mi alrededor, estoy en el hospital.“Estoy viva”Un cúmulo de recuerdos me llegan de golpe y los sentimientos se agolpan en mi pecho haciéndome sentir nerviosa, aliviada, feliz, asustada, ese hijo de puta quiso matarme, sabía que era capaz de cosas horribles, pero no pensé que atentaría de esa manera tan vil contra mi vida, todo por un poco de dinero, personas existiendo en este sin merecerlo, solo dañando e hiriendo a inocentes. Observo con más detenimiento y trato de moverme, mi cuerpo pesa, Pero siento todas las partes de el, un pequeño dolor en el área del estómago y una punzada en la parte trasera de mi cráneo.Escucho el sonido del bajante de un inodoro y busco el lugar de donde proviene, una puerta se abre y sale Burka vestido con un jean y una f
Narrador Omnisciente Ya Burka tenia todo para tomar ventaja, la hermana de Savannah se había ido, con el ataque que había recibido, había quedado totalmente predispuesta para muchas cosas, se pondría a su total disposición y así ella se daría cuenta que contaba con el para todo, al fin y al cabo la más beneficiada sería ella. Mientras estaba en el hospital se encargo de acondicionar el nuevo apartamento que había adquirido para que fuera ocupado por ella, centro de la ciudad, un lugar con seguridad veinticuatro-siete, con camaras por todo el lugar, con una vista increíble al central park, una habitación preciosa, junto con el resto de servicios remodelados con tecnología de vanguardia, ella no diría que no, o eso esperaba, además no tendría a donde ir. Tanto como su madre y su padrastro se encargaron de destruir y desvalijar el apartamento que ella habitaba, era imposible vivir allí, había hablado con el casero para que se encargará de mantenerlo así, de manera que ella viera al sa
Savannah Pérez Trago al ver a dónde llegamos, veo alrededor y en definitiva es una zona lujosa, el carro se estaciona justo a un enorme edificio, entramos al estacionamiento que queda en un sótano y es el portero de este quien se encarga de abrir la puerta, arrugó mi entrecejo un poco confundida. Me bajo y alzó mis cejas al ver todos los carros lujosos que hay aquí, Burka se coloca detrás de mi y señala la entrada — Bienvenida a tu nuevo hogar. No digo nada, suspiro, me va tocar trabajarle de por vida para pagar esto…Subimos al ascensor, solo el y yo, saca de su bolsillo un llave especial y marca, entre la entrada y ascensor no se que es más lujoso. Al abrirse las puertas no se si seguir, pero el sale y sonríe — Ahora si, hemos llegado, es un apartamento pequeño acondicionado para una persona o una pareja, espero sea de tu agrado. “¿Pequeño?” Si esto es solo el recibidor es tres veces más grande que todo el depa en el que estaba. Tiene ventanales alrededor, trago aún sin sa
Savannah Pérez A pesar de estar en el departamento sin salir mientras cumplo los días del reposo, estoy tan cómoda y tranquila que no noto el encierro, limpio mi herida, tomo mis medicamentos, hago lo que sea que me provoque comer, no tengo ni un centavo en mi cuenta y nada de esto me pertenece Pero no doy rienda suelta a malos pensamientos. Estoy viva! El día que hablé con Sandra llore mucho, ella quiso venir corriendo, Pero ya lo peor había pasado, perdería su ascenso y no sería justo para ella, ya yo me sentía mucho mejor. En su horas libres la llamo por video llamada y pasamos ratos hablando sobre todo un poco. —¿Y ya tu sugar fue hacerte la visita del día? — estoy recostado en el mueble de la sala con la tv encendida. —El lunes vino en la tarde Pero solo estuvo unos minutos, trajo a una enfermera para que retirara los puntos y se fue. —Esta viendo que sabes para ya tu sabes que. Giro mis ojos, también he pensado en eso, aunque no ha demostrado ningún interés de ese tipo,
Savannah Pérez Mi alegría es plena al salir del departamento, Burka va delante y yo voy flotando por el pasillo hasta el Ascensor. Cómo todo un caballero abre la puerta de su auto en el estacionamiento, detrás de nosotros sale otro auto, reconozco a los dos hombres, son los que me ayudaron y llevaron al hospital el día del ataque. —¿Ellos son tus guardaespaldas? — pregunto curiosa. —No, los tuyos… — eso me sorprende, pensé que ya no estarían, ahora estaba en este edificio y no pensé que me haría falta. —Pero… ni trabajando estoy. —Si, Pero aún no sabemos el paradero de tus atacantes, seguirás trabajando en el mismo restaurante, por lo tanto el primer lugar en el buscarán es allí, lo mejor es que sigan cuidándote, aunque la última vez no hayan hecho su trabajo bien. Asiento, y eso me da un poco de alivio, aún no saben el paradero de Rogelio y mi madre, probablemente hayan salido del país, como me dijo el que harían, Pero lo mejor es prevenir, y gracias a Burka estaré más tranqui
SAVANNAH La lluvia, el barro y los truenos dificultaban mi respiración, los gritos de la persona cayendo, resbalando por el borde hacia el rio crecido que se llevaba todo consigo, hacia que me aferrara a mi vida con toda mi fuerza.El llanto de ver cómo se llevaba la gente sin importar edad, color o nacionalidad…—Savannah! Savannah! Despierta ya, debes aprovechar el día y mientras más temprano salgas, más posibilidades tienes de conseguir trabajo.No lo pienso dos veces, asiento y corro al baño a ducharme, cepillarme y vestirme, busco entre las cosas de mi hermana a ver que puede quedarme y consigo unos jeans y un suéter tejido grueso que me cubre lo suficiente para este frío intenso al que no estoy acostumbrada.Ella me extiende un gorro, unos guantes y una bufanda. —Aquí no podemos andar exquisitas, lo que consigas por hacer es suficiente para empezar. —Lo se hermana… Salgo junto con ella que ya tiene un trabajo en una panadería en dónde es repostera, a diferencia de mi ella e
SAVANNAH Mi respiración se atasca y mi mente se confunde al sentir todo lo que me embarca en sentimientos contradictorios y nuevos para mí.Para mi suerte su mirada me libera y camina hacia al rincón, el sr Lucio es quien lo atiende.Se sienta en la silla de la equina y de allí saa su teléfono y no ve otra cosas por n rato, toma su café, come su desayuno y sale de allí solo asintiendo al señor lucio y la señora catalina. A mi ni me depara.Para el almuerzo me sirven un plato de asado negro en lo que la clientela merma, me sorprende ver la cantidad de personas qur llegan al lugar, la mayoría empleados de las grandes empresas que hay alrededor.Mi felicidad es plena al terminar oficialmente mi primer día de trabajo, llegó a casa con un agotamiento físico lleno de suficiencia por lo bien en que lo hice.Cuento todo a mi hermana quien solo sonríe a escuchar parlotear.Los siguientes días pasan de la misma forma, establezco un rutina confortable para mí, salgo temprano, llegó de noche y p