Norman-"Bueno preciosa, el servicio de los bebes esta por esa puerta como veras tiene unas bañeras especializadas de acuerdo a su edad”- le dije mientras me quitaba la chaqueta y me arremangaba las mangas de la camisa ejecutiva. Cogiendo a Roy de los brazos de Rosita, y lo apoye en el cambiador, para comenzar a desnudar al joven heredero. Cuando levanté la mirada vi Yvaine, sonreí sin poder evitarlo, mi Alicia estaba como paralizada con su hija en los brazos, sus ojos recorrían los músculos de mis brazos e intentaba aduras penas, no soltar un gemido de deseo. Reconocí esa expresión de su cara, ese brillo cegador de sus ojos, lo había visto muchas veces la noche que la hice mía. Era aún un ser muy inocente y no podía esconder sus reacciones cuando deseaba algo, y ahora me deseaba a mí. Me acerqué a ella con el niño desnudo, envuelto en una toalla y le dije en un oído:-” Contrólate Alicia, o te comeré delante de tus hijos y del personal de servicio, déjalo para esta noche, y te
Yvaine.Estaba tan concentrada en mis pensamientos, que no me di cuenta, que Norman había terminado de ducharse y me observaba desde la puerta envuelto en un albornoz.-” ¿Hay algo que está mal? Llevo observándote más de cinco minutos, y por las expresiones que veo en tu cara, veo que algo te disgusta”- me dijo haciéndome girar hacia el sorprendida.-” No es nada, bueno sí, no sé... todo esto está pasando muy rápido, y aún no sé si estoy preparada”- de repente, me encontré soltando todas mis dudas y mis miedos en torrente, sin poder evitarlo, caminado de un lado a otro del vestidor, gesticulando y moviendo mis manos en señal de nerviosismo-” Sé que te debo una disculpa, debí quedarme y hablar contigo, pero como no supe nada de ti durante tres semanas, y la situación estaba siendo insostenible a mi alrededor, al descubrir que estaba embarazada me entro miedo, tenía miedo del que dirían, de cómo mantenerlos, de si me quitabas a los niños, aun lo tengo, así que decidí huir. Ahora pretend
Yvaine.No me podía creer lo que había hecho el manipulador de Norman Miller, estaba frustrada, enfadada, en definitiva, furiosa. ¿Como se había atrevido a modificar la partida de nacimiento de los gemelos, sin habérselo comunicado primero? Sabía que él quería que sus hijos llevaran su apellido, y hasta cierto punto era comprensible, pero pensé que lo haríamos los dos juntos. Ahora mis hijos solo tenían el apellido de su padre, como si yo no hubiera existido.Aunque sabía que mi nombre también aparecía en la partida de nacimiento, no pude evitar que los irrazonables miedos me asaltaran.-" ¿Y si eso era lo que él pretendía, y así era más fácil quitármelos?"- pensé, dentro de una vorágine de ira, irracional. Sabía que eso sólo estaba en mi imaginación, que eso no iba a suceder, muestras de ello era la insistencia, casi enfermiza, de Norman, de querer casarse conmigo, que definitivamente fuera suya legalmente. Aunque, en el estado en que me encontraba, cualquier pensamiento irracional m
Norman.Había días que estas reuniones de accionista me aburrían, sobre todo porque sabía que en casa me estaba esperando mi mujer y mis hijos. Esto era una pérdida de tiempo, las empresas no podían ir mejor, y yo tenía ahora mismo una misión más importante que cumplir, que hablar de los beneficios del último año. Sobre todo, porque la mayoría de los accionistas que me rodeaban eran minoritarios, comparados con el capital y las acciones que yo poseía. Perfectamente se podía haber realizado un informe donde estos avariciosos, pudieran percatarse de las ganancias, que mi trabajo, le había hecho ganar. Yo, por otro lado, podría estar intentando convencer a Yvaine, para que lo más pronto posible, legalizáramos nuestra situación y se convirtiera en mi esposa.Mientras miraba a la pantalla, dónde el jefe del departamento de marketing nos ponía al día de los avances que se habían realizado, en los distintos programas en funcionamiento para la promoción de los productos ofrecidos por Miller Te
Yvaine.Me mire en el espejo del baño, la imagen que me devolvía, tras mi ducha, era de una piel limpia, suave, un poco enrojecida por el calor del agua, el pelo lo tenía sujeto en una toalla para que recogiera el exceso de agua y la humedad. El resto del cuerpo se hallaba envuelto en una toalla grande de color blanco.Hacía dos horas que habíamos regresado del Registro Civil. Y mientras yo iba a dar de comer a mis hijos, Norman tuvo que ir a bañarse de urgencias, debido el incidente vergonzoso que sufrí mientras nos estábamos besando. Es verdad que llevaba todo un día sin sacarme la leche materna, excepto por la mañana cuando deje varios biberones preparados, para que dieran de comer a los niños cada tres horas, pero dar el pecho tiene un inconveniente, ya que el vaciado de los senos debía ser regular, por lo menos cada tres horas, si no ellos mismos tienden a evacuarse para bajar la presión de los mismos. Yo llevaba por lo menos seis horas sin evacuarlos, y por ello los notaba pesad
Norman.Durante toda la noche, me dedique a arrancar gemidos de placer y lujuria, deje de contar las veces que ambos llegamos al paraíso. Pasamos la noche entre sesiones de sexo, comer para recuperarnos, y conversaciones íntimas. Fue aquí como descubrí como nacieron mis hijos, y la cicatriz que le dejaron a su madre tras la cesárea que tuvieron que practicarle, ya que Roy William era demasiado grande e impedía que su hermana naciera, corrían el riesgo que, si esperaban a que la naturaleza siguiera su curso, Ailan Caroline podría tener problemas de sufrimiento fetal. Cuando nos duchamos vi la pequeña cicatriz que se observaba en la parte baja del abdomen de mi mujer, ella intentó taparlo, porque temía que me pareciera desagradable, pero yo, al contrario, le aparté las manos y me arrodillé para besar y acariciar esa parte. Me excitaba esa pequeña cicatriz, no sólo porque por allí nacieron mis hijos, sino porque hacía que despertara mi instinto de hombre, y demostraba que yo había sido r
Yvaine.Durante la noche, Norman y yo, habíamos dejado claro los términos de nuestro acuerdo, aparte, lógicamente, de pasarnos casi toda la noche subiendo y bajando del paraíso como si tuviéramos ascensor. Todo se definió de la siguiente forma: Nadie sabría que yo era su mujer, usaría mi apellido de soltera, Yvaine Stewart, se me dejaría el coche del servicio, ya que, aunque mi marido insistió en que me comprara uno o que fuera con chofer, yo gané esa batalla diciéndole que así llamaría mucho la atención, además conocía sus gustos caros y seguro terminaba comprándome un Ferrari o un Lamborghini. Él sonrió, ante mi comentario, y me dijo que eran coches muy fiables.Además, aunque él supervisara mi trabajo, como el de todos en la empresa, no podría intervenir de manera alguna, para protegerme o facilitarme mi trabajo. Eso me lo tenía que ganar yo, y si fallaba o me despedían por mi incompetencia, él sólo debía aceptarlo. Por contra partida, tenía que tener mi propio servicio de segurida
NormanÚltimamente sonreía mucho, y todo gracias a Yvaine y a los niños. Decidí concéntrame en lo sucedía en la pantalla al parecer la prima de mi esposa, no estaba de acuerdo en someterse a las decisiones de la nueva directora de diseño del grupo Miller.Imaginé por los gestos y la tensión que se observaba en su cuerpo, mientras gesticulaba con las manos, mientras movía la boca para recriminarle al gerente. Mientras mi esposa la miraba tranquila, y Harry Walter no le quitaba los ojos de encima a mi esposa, en varias ocasiones, vi como la miraba de arriba abajo, como valorando lo que veía, esto me hizo apretar mis puños, no me gustaba esa mirada que dirigía a mi mujer. Pero lo que definitivamente me hizo saltar de la silla fue cuando vi como una mirada de deseo y una sonrisa de suficiencia se instalaba en su cara, al parecer al futuro hombre muerto, de Harry Walter había decido ir a por mi mujer, pese a que estaba con su prometida en el mismo despacho, y eso era algo que yo no podía p