Nuevamente se encontraba rodeado como la última vez, sus enemigos habían logrado volverlo a poner en jaque.No le quedaba de otra más que alzar su rostro hacia el cielo y pedirle a la divina providencia perdón por sus pecados y benevolencia para el castigo que recibiría por cada uno de estos. Era consciente que no había sido un buen hombre..No obstante aun conservaba la esperanza que algún milagro lo salvará cómo la última vez, pero sus buenas acciones no eran muchas como para que volviera a suceder un milagro como el de la vez pasada..El sonido de las balas saliendo de los cañones de las armas enemigas se escuchaban cada vez más cercanas del lugar donde se escondía.Su arma hacía media hora se había quedado sin balas, su única salida era tomar por sorpresa a algunos de sus enemigos, que estos se acercaran lo suficiente y asi poder tomarlos por sorpresa, matarlos y quedarse con sus armas.Pero su plan solo servía si solo uno de ellos o dos se acercaran, lo cual era imposible sobre
—Te estás preguntando quién soy, no. Soy Hades y muy pronto seremos familia.—¿Hades?— el padre de Fleur sabía que ese era el nombre en clave del antiguo líder de la organización de la cual había huido «Templo Negro» — ¿Tú eres el nuevo líder de Templo Negro o lo que ahora se conoce como La puerta al infierno? Michael asintió —Lo soy y también soy el hombre que ama a tu hija.El padre de Fleur se quedó sorprendido, por qué jamás creyó que la pequeña niña que había dejado sin importarle nada ahora estuviera involucrada con un hombre tan peligroso. Porque no había nadie que no supiera de Hades.Pese a que el territorio que controlaba el padre de Fleur estaba alejado del territorio de Michael, se escuchaba hablar del nuevo Hades y su manera de gobernar. Aunque no tenían claro quien era, ya que muy pocas veces se dejaba ver, en el bajo mundo era conocido por ser un hombre implacable y cruel con sus enemigos, pero justo con quien se lo mereciera.Ahora que lo tenía de frente podía notar
Lo único que le importaba a Michael era el poder estar por fin en paz con la mujer que amaba y con la que tenía claro que se iba a casar.Pero lo que no se esperaba era que ella le abriera la puerta. Es más, no esperaba verla hasta dentro de unas horas. No obstante, Fleur se encontraba ahí frente a él esa madrugada.—No creí que me extrañarás hasta el punto de recibirme tú misma en la puerta.Ella no dijo nada, era consciente que Michael sabía lo que ella deseaba hacer, lo supo por el sutil tono sarcástico que este tuvo en su voz.Para cualquiera sería imperceptible ese cambio en su tono, menos para ella. Ella tenía claro que Michael la había descubierto y que su voz indicaba que no solo que se burlaba de ella por haber sido pillada, sino que se encontraba molesto, pero eso a ella no le importaba, es más, dos podrían jugar ese mismo juego.La culpa era de él por llegar tarde y a destiempo. —Tenemos visitas en un momento más, mis hombres traerán a nuestro invitado, así que por favor a
Fleur se encontraba sin poder creer lo que había descubierto con respecto a la muerte de sus padres.Sin embargo, ahora no tenía motivos para querer escapar. Ahora la incomodidad que sentía era por sus propias acciones pasadas.—Lamento haberme ido de esa maneraLe había dicho su padre tras despedirse de ella ese día después de contarle la forma en la que los miembros del antiguo Templo Negro los traicionaron a él y a su padre.Después de eso, su padre empezó a visitarla de manera regular. Era su única hija hasta ese momento y no solo eso, se encontraba embarazada, por lo que al padre de Fleur le hacía ilusión poder tener la oportunidad de tener a su primer nieto entre sus brazos.Pero no era por eso la única razón por la que el padre de la joven la visitaba.Al preguntarle cómo es que había estado viviendo con el hombre que consideraba su enemigo, ella le confesó que Michael prácticamente la había obligado, aunque siempre le dijo que no era su enemigo.Escuchar eso de su hija le hizo
Las cosas parecían cada vez más complicarse entre Michael y Fleur pese a que ahora ya no había ninguna duda de que él no era su enemigo.Michael no entendía cómo es que la distancia entre ellos se hacía cada vez más grande. Lo peor es que no podía ocuparse de ese problema, al menos no en este momento. Donde su preocupación debía ser la de salir con vida del peligro en el que se encontraba. Él como Hades debió de saber que tarde o temprano algo así pasaría. Con el paso del tiempo había hecho enojar a muchas personas, sobre todo en los últimos días.Personas con las que no se hubiera metido si no se hubieran atrevido a interferir en sus planes.Bien, ahora esas personas se encontraban molestas con él y lo que deseaban era matarlo, deshacerse de Hades y de Templo negro, la única amenaza real que había en esos momentos no solo para ese par de grupos, sino para la mayoría.—Nos tienen rodeado— menciono su mano derecha, quien en ese momento se colocaba a un lado de él.Ambos se encontraban
Fue solo aceptar ambos sus sentimientos, ambos y no querer perder más el tiempo, sobre todo Michael, quien tras un par de semanas organizó una fiesta digna de reyes.Nada impediría que celebrará y diera a demostrar a todos que Fleur le amaba y que él también lo hacía.A la fiesta no solo estaría invitada gente cercana al novio y a la novia.También gente muy influyente de la clase social alta de la ciudad y los peces gordos del bajo mundo.Todos fueron convocados tanto por Hades cómo Michael, en ese momento Fleur se dio cuenta del gran poder que su pareja y el padre de su hijo sostenía sobre sus hombros.Por un lado, como Michael era un impresionante hombre de negocios, por el otro lado, Hades era un frío, controlador y cruel dios que manejaba sus asuntos con mano de hierro.Todos le rendían sus respetos y todos deseaban ganarse el favor de su hombre.Míriam llegó hasta donde estaba su amiga, deseaba escuchar de sus labios que se encontraba bien, que no estaba siendo de alguna manera
—Por favor resiste mi amor.A pesar de sentir los dolores del parto Fleur, no podía dejar de tener una sonrisa en el rostro y es que pese al dolor y al miedo que le daba el dar a luz a su bebé.Ver así a Michael todo preocupado y con ese semblante tan nervioso y pálido hizo que ella no pudiera hacer otra cosa más que enternecerse y tratar de calmarlo.—No me va a pasar nada— le tranquilizó ella acercando su rostro con delicadeza.—No puede pasarte nada, no a ti o a nuestro bebé — el miedo en la voz de Michael era palpable.—Nada nos pasará, el dolor que estoy sintiendo es normal.Se obligó a decir Fleur quien en ese momento ya había roto fuente y empezaba a sangrar también.—¿Por qué diablos no hemos llegado ya?— le preguntó Michael, todo enojado a su chófer.El pobre hombre se encontraba en ese momento tratando de esquivar el tráfico que en ese momento había en la ciudad al ser una hora pico.—Pronto llegaremos, señor, es solo qué…—¿Es solo qué?Por la voz con la que su jefe le habl
—¡No sé cómo es que lo van a hacer, pero si mi esposa no logra sobrevivir, este hospital caerá con ella al igual que ustedes!Esa amenaza, aunque ya antes médicos como ellos ya la habían escuchado, saliendo de los labios de Michael, tuvieron mucho más impacto al darse cuenta de que ese hombre no dudará en cumplir con su amenaza. La determinación de cumplir su amenaza no solo radicaba en sus palabras sino también en la fuerza con la que observaba a todos.—Saldrá todo bien, así que descuide— se obligaron a decir ambos galenos.—Listo, es momento de traer a este pequeño a este mundo — le mencionó la ginecóloga obstetra a Fleur.La joven madre no dudó en hacer lo que le pedían —Puje, una vez más, solo una vez y podrá tener entre sus brazos a su bebéFleur pujo una vez más con fuerza, sintiendo que se dejaba la vida en ese último esfuerzo, recibiendo como recompensa el llanto de su bebé al salir y recibido por los doctores.—Es una niña, usted tuvo una niña.Porque Fleur había tenido un