Al caer la noche en la mansión Rucci, todos se preparaban para una cena de gala organizada por Francesco, nadie sabía el motivo de tal celebración, pero de igual forma todos estaban vestidos elegantemente a la espectativa del evento.Solo faltaba un invitado para dar inicio a la celebración, Mike, quien había pasado antes por un bar para tomarse unos tragos. —Bien ya que estamos todos, gracias Mike por venir, los he convocado esta noche para anunciarles una fecha para nuestra boda.— decía Francesco, después de tocar una copa con una cuchara para llamar la atención de los demás.Zia volteó asombrada hasta donde estaba su prometido, ella no tenía ni idea de esto, es más, si la apuraban ella podía jurar que en lo que quedaba de año no habría boda.—Quiero brindar, por esta pronta unión, será en un mes exactamente, salud.— continuaba hablando Francesco, levantando su copa al aire y todos lo siguieron.—Salud.Vito sonreía de forma exagerada, él no creía que su hija fuera capaz d
La tensión invadía a madre e hijo en la entrada de esa casa, humilde para ellos, pero muy valiosa para su dueña. Francesco impacientado volvía a tocar la puerta, no podía seguir esperando un minuto más para ver a su hija.—Un momento por favor.— repitió Alice, parecía estar agitada, caminando de un lado al otro.— Aron, llegaste tempra…—¿Dónde está mi hija?— preguntó Francesco de inmediato, ya no venía los ojos de Alice como las veces anteriores, cegado por lo que le había dicho su madre, ahora el odiaba a esta chica que aún no conocía. —¿Tu hija? ¿De qué hablas?— Alice estaba totalmente confundida, ¿Qué estaba ocurriendo?—Amiga, quien tocaba con tanta…— Roxana se unía a la reunión, quedando de igual forma, pasmada al ver de quién se trataba.—Si, mi hija, la que ocultaste todo este tiempo, tengo todo el derecho de verla y estar con ella, así tú hayas querido ocultármela por siempre, ¿Por qué lo hiciste? Yo también tenía el derecho.— decía Francesco con la voz quebrada, fu
Lo que al principio un mes parecía bastante poco para la boda, ahora se presentaba como una tortura para Zia, la vida de Francesco había cambiado para siempre, tenía una nueva razón para luchar en su vida: recuperar el tiempo con su hija.Igualmente Zia buscaría la manera de sacarle dinero a su suegra, pero ¿Cómo? Marlene había ganado que Francesco le creyera todo a ella, sin importar lo que seguramente le habría dicho Alice. “Fallaste con mi pago (escribía Zia en un nuevo correo, obviamente no podía dar indicios de que sabía algo más o se delataría) eso me obliga a presentarme ante tu hijo y contarle toda la verdad”Mientras esperaba la respuesta de Marlene, Zia pensaba cómo seguir chantajeándola, pero nada concreto venía a su mente. Aunque de nada serviría igual su amenaza, Marlene ni siquiera respondió al correo, dejando a Zia con las manos vacías, ahora con John presionándola para que dejara a Francesco, ¿Acaso está loco? Pensaba ella, quien en su sano juicio dejaría a un mu
Francesco se había convertido en el hazmerreír de su prometida, ella se revolcaba con otro hombre las veces que quería, inventando cualquier excusa, que cada vez sonaban más estúpidas y sin sentido. Ahora tenia el camino más libre, Francesco tenía tantas cosas en su cabeza que él no ver con Zia en la noche le daba la oportunidad de seguir pensándolo todo, menos que su futura esposa se entregara carnalmente al jefe de seguridad de su familia.¿Cómo Alice pudo decirme a la cara que me amaba y me ocultó a mi hija tanto tiempo?¿Yo la amaba? Pesaba Francesco, sirviéndose otro whisky doble, buscando que con el alcohol sus tormentos se redujeran. Desde el momento en que Francesco volvió a ver a Alice supo que ella no era una simple chica, su pasado había sido tan fuerte que aún sin recordar nada, su corazón se estremeció solo con verla.La mañana del martes había llegado, el equipo de abogados de la familia Rucci, había preparado un documento donde obligaban prácticamente a Alice a pr
Un poco más de valor le había faltado a Luke para confesar toda la verdad a su hermano Francesco, Mike estaba un poco mas firme en su decisión, pero si Luke quería hacerlo, él no se podría oponer. Ahora estaban los tres sentados en aquella sala toda desordenada, firmando, está vez, lo que sería el fin de su buena relación para siempre. Así las probabilidades fueran de un porciento en que Francesco recuperara la memoria, eso significaba que en cualquier momento podía suceder, poniendo punto y fin a su tregua. —Entonces, ¿Alice nunca me buscó? ¿Nunca se acercó a ninguno de ustedes para decirles que llevaba en su vientre a una Rucci, a mi hija?— volvió a preguntar Francesco, sin saber ni siquiera lo que quería en realidad que sucediera.—De tus relaciones en el pasado yo no sé mucho.— respondió Luke, hablando por primera vez en esta conversación, poniendo muy nervioso a Mike, quien pensaba que en cualquier momento se le saldría la verdad, poniendo todo color de hormiga. —Es c
—Francesco, nada de lo que yo te diga sobre nuestro pasado servirá de algo.— continuó diciendo Alice, mientras Marlene veía a su abogada, pidiéndole que interviniera. Marlene no podía permitir que Alice siguiera hablando, su hijo se estaba volviendo vulnerable. —Señor fiscal, me temo que este tiempo perdido con lo que la señorita Smith quiere decir no es relevante, es tiempo que usted puede invertir revisando toda la documentación.— interrumpió la abogada de los Rucci a Alice. —Solo será un minuto, continúe señorita Smith.—Gracias señor fiscal, Francesco, por favor, no tenemos porque pelear por la custodia de Caroline, yo nunca te negaría verla, solo no puedes arrancármela de mis manos, yo le he hablado mucho de ti, siempre tuve la esperanza de que ella conociera a su padre.— dijo Alice, ablandando el corazón de Francesco, aunque no lo suficiente, este ya estaba empapado en veneno, el veneno de su madre. —Dos años estuve sin verla, dos años donde pudimos haber hecho muc
—Zia, cariño, saldré antes de la oficina, ¿Paso por ti y vamos a cenar?— le escribió Francesco a su prometida, definitivamente no podía seguir en su oficina, leía los documentos una y otra vez y no los entendía, su mete no estaba bien.Necesitaba relajarse, despejarse y tratar de pensar en otra cosa que no tuviera que ver con su hija o con su ex mujer, eso sería un problema de mañana, cuando conozca al fin a la pequeña Caroline.Mientras, tenía que enfocarse en su mujer, la había dejado un poco olvidada desde que se enteró de su paternidad, aunque esto a Zia no le molestaba, se había encontrado con su amante tranquilamente, pasando momentos inolvidables en la cama, en el baño y en todos los rincones de su habitación habitual del auto motel. —Me parece perfecto amor, correré a alistarme, te espero.— respondía Zia, amorosamente, como quien solo dedicaba su vida a su pareja, pero actuando muy bien, si la infidelidad fuese un deporte, ella sin duda sería la campeona mundial, por lej
—Creo que esta vez si te has equivocado.— dijo Zia, muy nerviosa, trabando de ocultar el leve temblor en su brazo.— por más que tú te lo creas, no siempre sabes la verdad. Zia abría la puerta para irse, Francesco ya la estaba esperando y quería huir de esta conversación con su padre, ella se reusaba a aceptar que estaba embarazada. Seguía bebiendo alcohol y fumando cigarrillos, alejando cualquier pensamiento que tuviera que ver con un hijo. —Cierra la puerta.— le ordenó Vito a su hija, levantándose del sofá donde estaba sentado y acercándose a Zia.—Francesco está esperando, ¿No eres tú el que quiere más está boda?— Zia trató evitar lo que venía , pero fue inútil, Vito tenía algo que decir y lo diría.—Sabes, aún tu nombre está en mi testamento, espero, que anuncies tu embarazo pronto y que si es posible, adelantes la boda.— decía Vito, muy cerca de su hija, quien percibía el fétido aliento de su padre.— es más, tendrás un premio, volverás a tener tu tarjeta de crédito ili