Después de que Adele desapareciera del hospital. Y de intentar buscarla por todos los posibles lugares que conocía su padre y Eva, sin lograrlo. Decidieron alejarse un tiempo para quitar las vistas de encima de él y porque debía regresar ante la exigencias de su padre a su país. Se llevó a Eva con él y a Oswaldo, que le creyó la historia de quienes habían disparado a Luis, Vivian, el niño, Adele y los demás, habían sido los hombres de Santiago en su empeño por salvarlos. Se dedicaron todo el tiempo a crear un plan de como vengarse y apoderarse de todo lo de los Thompson y si era posible de los Sardinos. Es decir que el plan de de Eva y Oswaldo no había cambiado, aunque ahora lo compartieran con el príncipe engreído que estaba furioso porque por primera vez en su vida, se había encontrado con alguien que no se doblegaba ante su poder. Después de que Eva le diera todas las pruebas en que se insinuaba que el señor Thomspon había sido el que secuestró a Susan, y la había tenido escon
Por otro lado en una imponente casa, Adele al fin abre los ojos y mira a su alrededor sin reconocer nada del lugar donde se encuentra. Una enfermera al verla, viene a revisarla, para luego salir corriendo y regresar con una señora. Que se queda mirando Adele con adoración y con un poco de miedo en la puerta.—¿Mamá? ¿Eres mi mamá, verdad? — pregunta sin poderlo creer todavía, para enseguida agitada preguntar. —¡Luis! ¿Dónde está Luis, y Vivian y el niño?—No sé nada de eso hija, ¿quiénes son? ¿Quién te hizo esto?—¿Puedes darme un teléfono mamá, por favor?—Sí, sí, toma el mío. ¿A quién vas a llamar?—A mi esposo para saber de mi hijo.—¿Hijo? ¿Tienes un hijo Adele?—¡Sí, tengo un hijo con Luis Ibañez que es mi esposo!—¿Cuando te casaste hija? Adele se queda pensativa como si quisiera recordar lo que le pregunta su mamá pero no puede. En su mente lo único que le interesa es llamar a Luis para saber del niño, al cual ella protegió con su cuerpo, cuando vio que Eva le iba a dis
Ha terminado de leerle a Isabella que sigue en su estado de coma, con todos sus signos vitales bien, pero no despierta. Se seca una lágrima mientras le acaricia la mano, y comienza a hablarle.—¿Sabes Bella? No puedes seguir dormida, porque somos muchos los que te necesitamos para seguir viviendo, para ser felices. Hay algo que jamás te he confesado, Bella. El día en que me invitaste a ir a tu apartamento, yo había decidido acabar con mi vida ¡Sí, como lo oyes! Me habían casi encontrado esos tipos que aún me persiguen, para que firmara los papeles de traspaso de mis propiedades a ellos, esto no se lo he dicho ni siquiera a papá, que está investigando todo. Luego me meterían en un burdel, y pensaba, que primero muerta, que permitir que hicieran eso conmigo. Porque sabes una cosa, yo creo que fui la culpable de la muerte de mis padres, yo Bella, recogí a un chico en la calle, y le armé tremenda perreta a mis padres para que lo dejaran viviendo con nosotros, era un poco mayor que yo, e
Vuelve a besarla y a mirarla por un segundo a ver si ve algún indicio de que ella escuchó, o va a despertar, pero nada. Isabella sigue durmiendo. Se monta en la silla de ruedas y sale al encuentro de los demás. Santiago al verla se le acerca, y la abraza al ver lo emocionada que está.—¿Todo bien hija? ¿Bella está bien? ¿Por qué lloras?—Sí, sí papá, Bella está bien, solo que la extraño mucho, solo eso…—¡Todos las extrañamos! No llores, ya verás que va a despertar un día de estos. Ahora ven, te tengo una sorpresa. Marta…, mejor, Isabel Sardino hija mía, quiero que conozcas a tu madre a partir de hoy, Susan Rivera. —Dice Santiago enseñando a Susan que la mira nerviosamente.—¿Madre? Se asombra Marta, ya sabía toda la historia de ellos dos. Sin embargo, todavía Santiago no le había anunciado a nadie oficialmente que estaban juntos. Mira a la bella Susan estrujarse nerviosa las manos, y le parece estar mirando a Bella, cuando esperaba que ella le respondiera si aceptaba venir a este
Se hace un silencio algo incómodo en que todos se miran sin saber que decir, hasta que el abuelo Sardino se adelanta y dice.— Ahora que todos estamos reunidos como una familia, como siempre debió ser, vamos a analizar todos los puntos, en lo que lleguen Christian y David, de cómo rebatir todo eso que está sucediendo en los medios de comunicación.—Papá, tenemos un problema con eso. A Susi le da miedo salir de la casa. Tiene un pequeño trauma y solo se anima a venir al hospital a ver a Bella —explica Santiago.—Pues algo debemos hacer. No podemos seguir permitiendo que los sigan denigrando, aunque no hemos tenido perdidas, pero ya estoy a mandar a coger al principito ese y enseñarle lo que le sucede al que se mete con nosotros,—¡Querido! Debes calmarte. —dice Tania por señas y le palmea la espalda y continúa, siendo traducida por Santiago, para que los demás la entiendan. —Creo que si por fin se llevan a Bella para la casa de Christian, podríamos de nuevo irnos todos para allá, in
Está sentado en la oficina del doctor qué atiende a Isabella, junto a su cuñado el doctor David en espera de que les diga si puede llevarse a su esposa para la casa. Ya instalaron todo en la habitación suya lo que necesitaban para mantener la vida de Isabella estable sin ningún tipo de problemas. David se encargará personalmente de atenderla. Al fin, ven aparecer al doctor acompañado del director del hospital, que saludan y se sientan muy serios frente a ellos.—¿Y bien doctor, puedo o no puedo llevarme a mi esposa para la casa? — pregunta impaciente Christian—Antes de contestarte esa pregunta Christian, necesito hacerte otras porque se ha presentado con tu esposa un asunto que no podemos entender —habla el doctor de Isabella mirando al director del hospital que se mueve inquieto.—¿Qué quiere decir doctor? ¿Pasa algo con Bella? —pregunta Christian visiblemente asustado—Ella se mantiene con todos los signos vitales normales — comienza a explicar el doctor sin dejar de mover ne
Pero Christian se aleja furioso tirando la puerta con rabia de la oficina y sale disparado rumbo hacia dónde se encuentra Isabella, aunque al llegar al elevador se detiene y se agacha atrapando su cabeza entre las manos y se echa a llorar—Pobre Bella, pobre Bella. Todo es mi culpa, yo soy el culpable de todo lo que le ha pasado a ella.—Cálmate Chris, todavía no sabemos si fue eso —le pide David pasándole una mano por la espalda tratando de que se calme. — A lo mejor no es lo que tú te imaginas, ella a lo mejor sí estuvo con otro hombre o quizás contigo.—¡No, conmigo no ha estado! ¿Y no escuchaste que yo no puedo embarazar a las mujeres? ¡La violaron David, a mi Bella la violaron cuando se quedó sola! Golpea con furia la pared una y otra vez, hasta que sus manos sueltan sangre y David le impide que siga haciéndolo, y lo abraza con fuerza dejando que se desahogue en su hombro sin saber qué decir o hacer. ¿Cómo es posible que si siempre tuvo vigilancia en su habitación, que le haya p
—¿Entonces por qué te sientes culpable si no la escuchaste? Ellos hablaban de las bombas y quizás podría ser de cualquier tipo que no fueran explosivas. Así que deja de llorar y al regresar a la casa, le contarás todo a tu papá y verás que te va a decir lo mismo que te acabo de decir yo. Ahora vamos a ver qué quiere Christian qué es tan serio para que te llame así con tanta urgencia. Llama al chófer que enseguida se dirige para la casa de Christian dónde llegan y todavía no están todos los demás Christian le pide a los dos que entren en el despacho porque necesita hablar urgentemente sin que nadie se entere el motivo.—¿Qué es Chris, tiene algo malo Bella? — pregunta Marta preocupada al ver el semblante que tiene el.—No es eso Marta, se trata de algo muy serio. Y si permití que entrara también Rodrigo, es porque la pregunta que le realizaré necesito que me la contesten con completa honestidad.—Claro que lo haremos Chris, pregunta lo que quieras.—¿Cuando ustedes las secuestraro