Al fin luego de una hora de viaje, llegaron a una hacienda en un lugar intrincado y muy custodiado. Todo el mundo saludaba a su prometido y le llamaba jefe. Néstor la ayudó a bajar del auto, e introducirse en la vivienda llevando su mano apoyada en su espalda, realmente era una hacienda muy hermosa, aunque le pareció muy fría y extraña. —Bienvenida a tu futura vivienda —Le dijo cuando estaba en el centro del salón— esta casa la acabo de comprar, puedes cambiar todo lo que quieras en ella, a partir de hoy es tuya, no necesitas quedarte nunca más en un hotel. Y le entregaba la llave qué Adele tomó muy nerviosa dándose cuenta de que era su prisión de lujo. Más cuando vio que entraban sus maletas, los hombres que acostumbraban a cuidar su habitación en el hotel. Sintió cómo sus ojos se le humedecían, pero no lo demostró. Caminó a su alrededor mirándolo todo. Existían en verdad cosas muy valiosas, pero que no le decían nada.—¿Te gusta? —preguntó Néstor que no dejaba de obs
Santiago termina de hablar por teléfono y se queda pensativo, camina rumbo a dónde están sus padres, en compañía de Adrián que lo observa en silencio, después de haber escuchado la conversación sin decir nada. Se detienen a ver que vienen a su encuentro sus padres muy felices.—Santiago, no vas a creer los resultados que salieron en los últimos análisis de tu mamá— le dice de lo más emocionado su padre.—¿Qué dieron para que ustedes dos estén tan felices? ¿Mamá sigue mejorando por casualidad? — pregunta esperanzado.—¡Eso mismo Santiaguito, eso mismo! —contesta su padre lleno de felicidad. —El doctor nos acaba de decir que se sigue cómo va, cree que va a rebasar completamente, no encontraron células cancerígenas en el último análisis que le hicieron. Nos dijo que siguiéramos haciendo lo mismo. Así que ya sabes, tienes que darle mucho, mucho, mucho, amor a tu madre. Estoy convencido de que esa fue la medicina que la puso bien.—¡Oh, papá no me hagas sentir más culpable de lo que ya me
Siguen hablando por todo el pasillo del hospital, hasta llegar a la zona VIP dónde le indican dónde está la señora Thompson. Al entrar al pasillo ven a Christian, Isabella, Marta, y Christie conversando entre ellos, mientras los niños juegan entretenidos a su lado. Así como pueden apreciar cuando sale el señor Thompson de la habitación y se ve realmente cansado.— Hola chicos ¿cómo sigue su madre? — pregunta el abuelo.—Hasta ese momento estaba despierta, pero ahora se durmió— contesta Christie. —El doctor piensa que si sigue todo el tratamiento correctamente va a rebasar este infarto por eso me quedaré con ella en el hospital para vigilar que lo haga todo muy bien. La conozco, de seguro está desesperada por ir a atender a papá, qué es otro que no se siente bien, padece de la presión alta y no le ha dicho nada en la casa para que le hagan su comida diferente.—Pues debió decirlo —dice la abuela— a partir de hoy le haré una dieta estricta para que no le suba más la presión, si come de
Después de hablar con su madre en la habitación, y que ella le confesara que cree que su padre está detrás del secuestro de sus niños. Siente un fuerte dolor en su corazón ante esa traición. Aunque se niega a creer que sea cierto, no puede negar que ese día lo había notado extraño en la escuela, su nerviosismo era evidente. Todo el tiempo en que sucedía el hecho estuvo así, incluso ahora se acuerda que desde antes. Trataba de disimular sus encontradas emociones, y los deseos que tenía de enfrentar a su padre allí. Para no dejar que su hermana ni su esposa se dieran cuenta de lo que está sintiendo. Pero se hizo la firme promesa de averiguar si es verdad.Desde que perdió su memoria, su gran trauma ha sido que su familia lo engañe. No soportaría si eso sucediera. Todo este tiempo en que ha tenido que luchar con ellos para mantenerse alejado de Adele, por el sentimiento de engaño que lo embarga cuando ella está cerca, y que lo ha hecho sentir abandonado por ellos y no ha sido a
—¿Por qué piensas así tan mal de mi madre? ¿Qué necesidad tiene ella de robarle el dinero a mi papá, que se lo da a manos llenas?—Mira no sé nada de ella, pero del padre de Luis sí sé mucho. Sé qué es un vividor que le gusta quitarle el dinero a las mujeres, y como su hijo, un golpeador. Vive en casinos, y descuidando sus negocios y si no me equivoco, de seguro te casaron con Luis para adueñarse de toda tu fortuna cuando la heredaras.—¿En serio crees que el plan era ese? — pregunta Isabella pensativa. — Luis me dijo la noche que peleamos, que solo se había casado conmigo por mi dinero. Por la fortuna de mi familia, creo que si no hubiese hecho el arreglo que hizo el día del compromiso, yo fuera su esposa ahora,y hubiese aceptado todo lo que él hubiese querido.—¿Qué quieres decir con eso?—Amor, no fui yo la que hizo ese arreglo de estar casados tres años y después divorciarnos. No te niego que yo tenía la idea de que cuando papá me diera mi fortuna en tres años, que me lo h
Isabella camina rumbo al almacén en la empresa donde trabaja, cuando ve venir a Luis con cara de preocupación. Trató de esquivarlo, pero este se le mete delante. Impidiendo que pueda seguir caminando, se detiene y lo mira directamente.—¿Qué quieres Luis? —le pregunta molesta pero sin miedo.—Disculpa Bella, digo Isabella. ¿Puedo hablar contigo un momento? —pregunta Luis, con un tono de voz nada amenazante, más bien de súplica le parece a ella.—Luis, estoy muy ocupada, no tengo tiempo para perder, creo que tú y yo no tenemos nada que hablar. —Trata de escaparse, le molesta sobre manera, hablar con él.—Mira Bella, lo que quiero es pedirte disculpas —habla sin dejar de mirarla directamente. —Fue mi culpa todo lo que pasó entre nosotros. Yo fui el que incumplí, tú no hiciste nada para merecerte lo que te hice, por eso quiero pedirte disculpas de todo corazón. Isabella se asombra de escuchar lo que Luis le dice, nunca imaginó que él iba a reconocer que el error había sido suyo, y
—¿En serio Luis hizo eso? —preguntó asombrada Marta. —Puede que el susto de perder a su mamá, lo haya cambiado. Pero no te fíes de él, sigo pensando que está detrás de lo que pasó en el cumpleaños de los niños. —No me fiaré de él, pero no te niego que me haya pedido disculpas, me agradó, al menos no tengo que asustarme cada vez que lo veo por los pasillos. Si vamos a trabajar juntos, será mejor que tengamos una relación cordial.—En eso tienes razón, a lo mejor ha recapacitado — aceptó Marta. —Pero sigo creyendo que no debes fiarte, es una rata y nunca va a cambiar.—De acuerdo, ahora te dejo, para ir a ver a papá, mira me está llamando. ¿Quieres venir a tomarte un café con nosotros?—No, ve tú, tengo muchas cosas que hacer aquí. Y aunque me reconoció como su hija, todavía me da pena tratarlo como mi padre.—Ja, ja, ja… Tonta, papá es muy bueno.—No olvides llevar a los guardias de seguridad, aunque sea ahí enfrente.—No lo olvidaré, además, recuerda que papá me estará mirando
Se aleja feliz después de haber conversado con Isabella, sabe muy bien que la engañó. Lo pudo ver en sus ojos, sonríe pensando que todavía no ha cambiado nada, sigue siendo la misma niña inocente y buena de corazón, qué al escuchar que su madre estaba enferma, enseguida se dispuso a ayudar. Se escondió y escuchó cuando ella llamó a su papá. Ahora desde un balcón de la empresa, puede ver con claridad como ella le entrega la lista a su padre, y está seguro que tiene ya el dinero garantizado. Ellos recuperarán todo lo que le pertenece. Está consciente que el padre de Isabella está en bancarrota como que también su abuelo tiene dinero hasta por gusto, y que no dejará que nada de esas propiedades vayan a otras manos que no sean las de ellos. Regresa feliz a su oficina, al ver que su plan está funcionando a la perfección. Toma el teléfono y vuelve a llamar a Adele, con la misma respuesta. El teléfono lo manda al buzón, y otra vez vuelve a dejarle un mensaje pidiendo que