Parpadeé atontada con la luz que me llega directamente a los ojos.Casi no podía ver pero recordaba todo lo que había pasado antes de que mi visión se nublara.Ese retrato.¿Por qué Aidan me lo había estado ocultando?¿Cuándo lo mandó a hacer?¿Por qué parecía tan antiguo?Y la pregunta más importante... ¿Por qué me había sentido de ese modo al verlo?—¡Audrey, despierta!¡Mamá vendrá en cualquier momento y se dará cuenta que escapamos de la casa!Yo fruncí el ceño cuando esta persona me sacudió haciendo que me despertara de golpe.Una vez más parpadeé levantándome, dándole la espalda a los molestos rayos de sol.Fue en ese momento que me di cuenta de donde estaba.Un lugar desconocido pero que a la vez me hacía sentir en casa.Era un prado enorme lleno de flores preciosas de muchos colores con mariposas revoloteando alrededor y yo había estado acostada en medio de ellas.—¡Por fin, tête vide, casi nos pillan por tu culpa!La chica era rubia, no más alta que yo y parecía tener unos cat
Audrey:Él está aquí.Puedo sentirlo cada vez más cerca.Su mirada.Su presencia.Su cuerpo.Incluso aunque no pueda verlo sé que está ahí.Velando por mí.Han pasado meses desde nuestro primer encuentro sin embargo sé que no se ha alejado de mí.Es mi llama gemela.El hombre que ha nacido para estar conmigo sin embargo sé que si no se ha acercado es porque quiere protegerme de algo de lo que yo no tengo ni idea.Soy una bruja.La única que lo acepta de mi familia.Incluso mi madre reniega de su poder pero yo no lo hago y este mismo poder me indica que él no es humano.Debería temer pero no lo hago.Contrario a eso siempre quiero estar más cerca de él.Volverlo a ver.Captar su aroma masculino adictivo.Me ha hechizado pero no ha sido su culpa.Es cosa del destino y también de mi corazón que lo ha elegido.—Sabes que ese hombre será tu muerte ¿Por qué sigues esperando a por él?La voz de mi abuela me hizo sobresaltar.Había estado tan perdida en mis pensamientos que no la había escuch
Selene:—¿Selene?La voz masculina que tanto conocía me estaba llamando.Mis ojos se sentían pesados pero a pesar de eso logré abrirlos un poco para ver a las personas que se encontraban a mi alrededor.Su cara fue la primera que vi logrando que mi corazón saltara de inmediato sin embargo me forcé para no mirarlo únicamente a él.También estaban Genevieve, Aleix, Isakar y Verona.Todos con semblante preocupado mirándome directamente.—¿Estás bien?Te desmayaste en la oficina de...—Estoy bien —le respondí abruptamente a la chica y no porque quisiera hacerlo sino por el revoltijo de emociones y sensaciones que estaban ahora dentro de mí.Había visto los recuerdos de esa mujer, Audrey.La del cuadro.Esa misma mujer que yo fui antes.Por Dios, sabía que la reencarnación existía pero esto es demasiado para mí.No entiendo absolutamente nada.Todo parece una locura.Como una broma del destino.—No intentes levantarte.Ya llamamos al doctor, vendrá enseguida —señaló Aidan colocando sus man
Isakar:Hace meses atrás:Me he encargado de la manada a pesar de no ser el Alfa de esta.He pasado años buscando a mi padre para liberarlo de la prisión donde probablemente lo tengan los malditos cazadores.—Ni siquiera yo sé dónde lo tienen hijo, ellos también ha estado usando una magia poderosa.Esta tiene que ser la magia de Circe.—¿Qué quieres decir con eso Abelone?La bruja sonrió con desdén y una chispa de esperanza en sus orbes.—Que ellos ha estado utilizando parte de la energía vital de alguien muy importante.Alguien que ha estado ligado a tu padre desde siempre.Sin poderlo evitar me estremezco por esta declaración y la miro con obstinación.—No querrás decir...—Sí.Ella ha vuelto.Lo pude sentir hace veinte años atrás pero tan pronto como lo hice su esencia desapareció para mí.Me angustié mucho pensando que había muerto pero no me lo parece.No creo que esté muerta otra vez.Aunque no pueda sentir su presencia eso puede deberse a que hayan ocultado su esencia.—¿Pueden
—¿Luna? ¿Qué hace a esta hora aquí? —me preguntó Verona entrando en la cocina.Yo me había levantado tan temprano que ni siquiera había salido el sol pero necesitaba hacer algo o me volvería loca pensando una y otra vez en mis padres.—Buenos días Verona.Estoy horneando pie de limón.Tenía antojo —le sonreí y ella me sonrió de vuelta.No estaba mintiendo sobre esto.Realmente quería comer pie de limón.—Si me hubieras dicho...—No quería molestarte, además a mí me gusta mucho hornear.—Nunca me molestas Luna, todo lo contrario.Además a una embarazada hay que darle todo lo que pida.El Alfa anoche...—No quiero hablar sobre Aidan, por favor Verona.La mujer me miró avergonzada y asintió con la cabeza para comenzar a hacer el desayuno de todos y yo fui ayudándola.—Debería descansar Luna.—Estoy bien.No tengo problema con ayudarte.Había estado ignorando la ventana todo el tiempo para no ver por error a Aidan ni siquiera.No tenía la fuerza para admitir que quizás él tuviera la razón
El terror me sobrecogió.Jamás me había asustado tanto.Mis ojos comenzaron a lagrimear de inmediato.—No...Por favor, Leif, no hagas esto ¿Sí?—Shh, relájate.Todo será tan rápido que no sentirás dolor.Voy a deshacerme de ese bastardo y luego volveremos con los demás así no tendrás que llevar la vergüenza de tener un animal de ese maldito.—¡Leif, para, me estás haciendo daño!De repente llegó corriendo el otro lobo que nos había acompañado y Aila.Yo no quería que ella viera esto.Es muy pequeña.Suficiente tuvo con ver la muerte de su propia madre.—¡Luna!—Selene...Aila al ver a Leif se horrorizó como nunca antes la he visto.Dio un paso hacia atrás y lloriqueó en la espalda del lobo.—¡Ni un paso más o la mato! —rugió Leif y el lobo se detuvo enseguida sin saber qué hacer.—Selene, diles que te vas conmigo.Yo negué con la cabeza sintiendo las lágrimas caer de mis ojos sin poder detenerlas.—No, por favor, ya basta...—¡Diles!—¡Ah!Él apretó el cuchillo contra mi cuello pero
—Selene, no voy a hacer esto cuando ahora mismo estás tan confundida —susurra Aidan en mis labios y me aparta un poco de él.Sus ojos me miran con ansiedad y yo le devuelvo la mirada.—Puede que la cabeza me esté girando ahora mismo por todos los acontecimientos que han pasado pero de una cosa estoy segura Aidan.Quiero estar contigo.Quiero que me hagas tuya otra vez.¿Tú no quieres eso?Él me tomó la cabeza con ambas manos mirándome con ojos brillantes como si lo que le había dicho había despertado algo dentro de él.—¿Qué si no lo quiero, pequeña? No tienes ni la menor idea de cuanto quiero esto.De cuanto te quiero a ti pero no quiero volver a tenerte y perderte Selene.No otra vez.Mi alma se destruye cuando no estás cerca.Te ansío con una desesperación que no es normal pero que solo me pasa cuando estoy cerca de ti ¿Lo entiendes, amor?Mis ojos se humedecieron enseguida no solo por sus bonitas palabras, sino también porque yo podía ver el amor reflejado en su cara.En sus ojos.
A la mañana siguiente por primera vez en mucho tiempo Aidan está durmiendo a mi lado.Parece relajado.No puedo evitar sonreír al verlo tan sexy.Recorro su mandíbula con uno de mis dedos e inmediatamente él se despierta posando sus increíbles ojos azules sobre los míos.Estos enseguida brillan al verme y me siento derretida frente a él.—Buenos días pequeña, ¿Cómo dormiste?—Increíble, no quiero irme pero quedé con Genevieve en ayudarla a preparar la fiesta de Aleix.—Yo tampoco quiero que te vayas —gruñe él con voz y ojos posesivos antes de tomar mis labios en un beso intenso.No puedo evitar corresponderle pero cuando siento que estaba a punto de cambiar de intensidad me aparto haciendo protestar a Aidan.—Tengo que irme.—Selene, tengo que terminar de contarte toda la verdad para que ya no haya más secretos...Yo apreté la mandíbula.No quería.No quería que todo se arruinara de nuevo.No quería alejarme de él.Por lo menos quería estar tranquila el día de hoy.—Por favor Aidan, h