Capítulo 54

Al despertar a la mañana siguiente la puerta ya estaba colocada donde debía y Aidan no estaba dentro de la habitación.

Estaba completamente sola.

Pero aún así podía captar el aroma de su perfume.

—Acaba de irse —susurré.

Me puse de pie para asearme y luego salí de la habitación.

Quería desayunar, estaba muriéndome de hambre.

Después de que lo hice intenté ir en busca de Abelone, aunque nadie me lo ha dicho estoy segura de que la bruja también vino a Grecia.

Quería olvidar todo lo que Genevieve me había dicho pero no era cosa fácil.

—Buenos días, Luna.

La voz burlona de Kiara llegó a mis oídos y casi bufé por lo bajo.

—Buenos días.

Intenté seguir mi camino pero ella volvió a hablarme.

—¿Cómo te fue con tu familia, Luna?

Había malicia en el tono que estaba usando.

Una malicia que despertaba sospechas en mí.

—Es una lástima que no se hayan dado tus planes —me dijo con sorna al ver que no le respondía.

—Tú, fuiste tú quien puso a Aidan en sobreaviso ¿No es así?

Lo entendí todo.

La rabia c
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