Tyler.Mi cabeza palpitaba con fuerza, abrí los ojos, pero ellos insistían en volverse a cerrar, a pesar que no quería volver a dormir sentí como si alguien o algo me arrastrara de vuelta a la oscuridad, peleé, pero al final estaba muy cansado y perdí.Ruidos, voces… abrí nuevamente mis párpados; techos blancos, ¿dónde estoy? Más ruido…voces de mujeres que no conocía; no quería dormir de nuevo pero ahi estaba ese hilo Invisible que arrastraba mi cuerpo hasta lo más profundo de mi memoria, fue por ello que apesar de que queria despertar, esta vez no peleé, esta vez me dejé ir.—Por favor despierta… —su voz—, por favor vuelve conmigo. por favor bebé.—susurró una voz que si conocia.«Isa». Estoy aquí vida, estoy aquí Isa!—Mi amor, no puedo hacer esto sin ti, te necesito Tyler, quedate conmigo —«Aquí estoy, bebé»—. Me niego a pensar que no vamos a volver a estar juntos, pero tengo tantas cosas que decirte, —sus caricias me incitaban a volver —me has querido como nadie lo ha hecho, fuis
Tyler.Pasaron dos semanas antes que pudiera levantarme completamente de la cama, necesitaba ver a Mia, abrazarla, sin embargo, no me darían de alta hasta dentro de tres días más, por lo que tuve que conformarme con una videollamada por Facetime, mi niña estaba mejor, ella habló y habló sin parar, Megan lloró al verme. Isabella estaba aquí todos los días y por la noche prácticamente la obligaba a ir a casa y descansar, sobre todo porque sabia que el hospital no era el mejor lugar para una mujer embarazada. habiamos tenido suerte en que todo esto no afectara al bebé, asi que insistia e insistia hasta que ella se iba sin embargocuando despertaba, ya estaba en la habitación; me ayudaba a comer, aunque yo podía hacerlo, insistía en que camináramos por la habitación mientras ella me sostenía y cada segundo que pasábamos, sin el fantasma que yo debía interpretar, me descubría amándola más.Estaba despierto cuando ella entró a la habitación esa mañana, Lara, una de las enfermeras, me había d
TylerLara y otra enfermera ayudaron a Isabella a acomodarme en la cama, ella cubrió mis piernas con una sábana y se aseguró que estuviera cómodo antes de acercarse a mi oído.—Creo que los dejaré solos. —Negué con un gesto y agarré su mano con fuerza.—Eres parte de mi vida, lo que sea que el señor Shields quiera decirme, tú estarás presente —hablé en voz alta y clara, ella asintió dejando un pequeño beso en mi boca antes de sentarse en la silla que había a un lado de mi cama, Domenico se mantuvo de pie, cerca de la puerta—. Lo escucho —anuncié sin apartar la mirada de él, ya no interpretaba el papel de su hijo, ya no tenia que mirarlo como nada más que mi igual.El hombre caminó con pasos lentos, un rastro de barba gris cubría su mentón y sus ojeras eran oscuras y pronunciadas. Extendió el sobre hacia mí y lo tomé sin saber qué quería que hiciera con él.—Hice que nos realizaran una prueba de ADN, mientras estabas inconsciente. —La sangre corrió a prisa por mis venas, pero antes que
TylerAbrí los ojos y estiré la mano buscando el calor de Isabella en la cama, transcurrió un mes desde lo que habíamos vivido.Un mes desde que sabía era un Shields.Un mes desde que no había tenido noticias de Jameson o visto a su padre.Sabía que Isa habló con domenico acerca de la hija de Jameson y Kate, la pequeña Emmy y que Nonna viajó a Las Vegas por la niña, pero eso lo sabía por ella, no porque mi donante de esperma hubiese hecho algún movimiento para hablar o vernos.El olor a café y tocino me hizo levantarme de la cama y buscar el origen del maravilloso aroma. Isa estaba en la cocina ataviada con una de mis camisas, como se había vuelto su costumbre, el cabello a medio recoger, descalza y jodidamente preciosa, caminé hacia ella abrazándola por la cintura y dejando mi cabeza en el hueco de su cuello.—Buenos días, mi amor —susurró dando un beso en mi mejilla.—Buen día, mi vida, huele delicioso por aquí… —Mis manos descansaban en la pequeña curvatura que había salido en la p
UN MES DESPUES.Tyler.Jameson murió o al menos eso fue lo que Domenico dijo. Sin embargo no fue eso lo que nos causo gran impacto a Isabella y a mi. Cuando nos encontraron en la bodega luego del derrumbe del edificio, Domenico en un intento de salvar el pellejo de su hijo o su apellido de la mala reputación, inscribio a Jameson en el hospital bajo mi nombre real. durante el tiempo que estuve ahi segui ursurpando el papel del hijo de Domenico Shields. Mientras el verdadero Jameson ocupaba mi lugar como el hijo de los Brown. El hijo perdido de Domenico Shields.con Jameson muerto, pensé que mi vida volveria a la normalidad, pero no fue así. asumir que la persona que había muerto era en realidad Jameson y que yo era el verdadero Tyler Brown implicaba que tanto Jameson como yo habiamos cometido un delito. Uno que se pagaba con prisión.Asi que no fue Jameson quien murio, quizá su crueldad y su egolatria, quiza su egosimo y su horrible manera de ser, pero no su nombre.Nunca pensé que
Tylercinco años más tardeEscuché la puerta cerrarse muy despacio, pequeños pasos acercándose a la cama y su cuerpo subir sobre el mío. Tomó todo de mí no sonreír.Soy Feliz.Un beso fue dejado en mi mandíbula con suma delicadeza.—Despierta —susurró el amor de mi vida. Amé a Lily con cada latido de mi corazón, pero con Isabella… con ella todo era único, maravilloso, ella era mi complemento, mi perfecta dupla.—Ty, sé que estás despierto. —Su nariz, rozó la mía, descendió por mis labios y cuando su boca se posó de lleno en la mía, no pudo evitar seguir su besoCarajo, la amaba, el corazón me iba a explotar dentro del pecho, ella estaba a horcajadas en mi cintura, su pelvis rozando mi ingle, que poco a poco empezó a tensarse.No importaba cuántas veces la tuviera, siempre quería más con ella. Su cabello creó una cortina alrededor de nuestros rostros, pero pude ver una gran sonrisa cuando por fin terminé el beso.—¡Feliz San Valentín!Nuestro quinto San Valentín. El primero sin niños.
Aeropuerto Catania- Fontana rossa - Catania (sicilia) Caminaban tomados de la mano, ambos con abrigos de cuerpo completo y lentes oscuros, cada uno con un niño en brazos, mientras miraban hacia todos lados, asustados o nerviosos apesar de que intentaban aparentar que todo estaria bien. Él hombre se detuvo en la puerta de embarque de la aerolinea Alitalia, besando las manos de la mujer susurró un par de oraciones en un fluido italiano, soltandose de su agarre la mujer acaricio la mejilla de su marido con ternura, sus ojos llenandose de lagrimas mientras él limpiaba las que se derramaban. —¿Estás seguro? —preguntó ella con duda, el hombre a su lado asintió. —Stefano dijo que si nos dividimos será más difícil que nos rastreen — murmuró limpiando otro par de esquivas lagrimas. —No quiero separarme de ti. —El bebé dormido en los brazos de la mujer se removió y ella lo acunó hasta que volviera a dormir. —Yo tampoco, amor. —Él acarició su mejilla—. Pero es mi manera de protegernos
Las Vegas, Enero de 2021. 27 años despues... Jameson... Había una chica de grandes pechos observandome desde la parte norte de la mesa, sonreí guiñandole el ojo sin importarme la mujer sentada a mi lado, ella, lamió su labio inferior en una clara invitación, llevaba más de veinte minutos coqueteando. Tomé los dados de la mesa y Kate, se apretó a mi traje de siete mil dólares, haciéndole arrugas, plenamente consciente del coqueteo entre la rubia y yo, mi ego se vanagloria ante su marca de posesión, pero algunas veces mi ego y yo no nos llevamos muy bien; así que, me removí haciendo que se separara de mí, ella entrecerró los ojos mientras le di mi sonrisa cínica. Ni siquiera entendia el sentido de su molestia, ella sabía perfectamente cuál era su lugar en mi vida. —¡Vamos, baby, tú puedes, amor! —susurró en mi oído y yo besé los dados antes de lanzarlos; como en una sucesión en cámara lenta, los vi en el aire… cayendo sobre la mesa, mostrando claramente el doble seis que necesitab