Cuando Nolia se aleja de mi, la irritación me atenaza la nuca. Se dirige a la casita de su padre, en las afueras de la finca, pero no puedo acompañarla. Ahora que el plan ha comenzado, no puedo delatar nuestra conexión. Si alguien me encuentra con ella, podrían sospechar. Ya tengo una diana en la espalda porque trabajo para Vitaly. Bueno, supongo que técnicamente solía trabajar para él.

-Adelante. me llama Marco desde el otro lado de la puerta, y el guardia me abre.

Cuando entro, me detengo delante de su escritorio y extiendo los brazos. Es una invitación a registrarme y coger mi arma. También es una señal de respeto. Le digo a Marco que él manda y estoy dispuesto a doblar la rodilla para demostrárselo.

-Bienvenido a la finca Benecci. dice Marco, y luego hace un gesto con la cabeza para que uno de los chicos de su oficina me registre.

El tipo me hace un cacheo superficial y luego me saca la pistola de la cintura y la coloca en el escrito