Mi polla palpita mientras me balanceo contra la suavidad de su muslo y mi cuerpo se tensa. -Eres mia. en su coпо. repito antes de correrme en su coño.

Abre los ojos y mira hacia abajo, donde la he marcado. La leche gotea lentamente de la punta de mi polla, pero es imposible no ver el desastre que he hecho. Está por todos los labios de su coño y en el interior de sus muslos porque ha salido disparada de mi como una explosión.

Necesitando un poco más, uso la punta de mi polla para empujar el semen dentro de ella. Es solo la punta, pero me siento tan bien con su calor a mi alrededor.

-Luca. gime, acercándose a mi.

-Tengo que metértela. le digo, con una necesidad posesiva que me atenaza como nunca. Una obsesión se cierne sobre nosotros como una tormenta, y miro fijamente su coño. No puedo parar. Envuelvo mi polla con la mano y la masturbo con la punta aún encajada.

-Espera, no estoy en nada. aparta. Nolia parpadea, pero no me aparta