Era una mujer muy parecida a Kevin en cuanto a personalidad, ambos eran tan extrovertidos, fiesteros y egocéntricos. Fue fácil para ellos tener esa especie de conexión que los hacía escapar de su realidad al instante.Verónica a diferencia de Kevin no tenía esa presión por ser exitosa, sus padres siempre fueron distantes en todo sentido, de ahí la empatía de ella con Kevin ya que sentía que ambos estaban en la misma situación.La amistad con la familia de los Stanford fue gracias a los negocios millonarios que estos formaron, ella era muy inteligente en cuanto a saber cuánto invertir, le gusta la buena vida y por ende decidió que parte del dinero que podía manejar de sus padres lo invertirá en un negocio propio, algo que debió haber hecho Kevin pero este solo se centro en otras cosas.Verónica estudió en l a universidad solo tres años, se graduó en el extranjero, " comercio exterior". Llegó de vuelta a su país con ideas claras de lo que quer
Ela se despide de sus padres, había pasado todo el día con ellos contándoles con mucha emoción todo el viaje y lo que vió. Pero al día siguiente tenía que ir a la universidad y tenía que organizar todo.Llega a su departamento y comienza a desempacar todo, recordando lo bien que la paso y lo difícil que es ser hijo único con mucha presión, pero de la nada llegó el nombre de Edward a su mente, ya mañana lo vería y quería contarle como le fue. Observa el reloj y nota que es algo tarde, decide acostarse de una vez. Mañana será otro día.Ya al día siguiente ambos se encontraron en la entrada de la universidad.No pudieron evitar abrazarse, y preguntarse al mismo tiempo "¿Cómo estás?" Ambos sonrieron.—Estuvo increíble... Jamás me había subido a un avión y fue lo máximo aunque no lo volvería a hacer.—Cuenta Ela emocionada.Edward solo sonreía y la escuchaba atentamente con ojos brillosos, mientras caminaban hasta el salón.<
Verónica estaba vestida un poco más disimulada, inusual a su manera normal de vestir, sin un elegante vestido que insinuar su esbelta figura, sin tacones, sin joyas, solo un suéter, unos jeans y unos lentes oscuros. Estaba de brazos cruzados caminando de un lado a otro por el pasillo del centro comercial, intentaba calmar los nervios, no sabía si lo que estaba haciendo era lo correcto, pero era lo que le dictaba el corazón.Verónica observa desde lejos a Ela, la reconocía de la fiesta, se veía sencilla, hermosa eso no lo ponía en dudas, despertó su radar de celos de nuevo.Ela buscaba con la mirada algún rostro conocido pero no encontró nada. Verónica se aseguró de que ella viniera completamente sola, se le acercó.—Sigueme.—Dice Verónica mientras la guía hasta un restaurante.Ela se calma un poco al ver que van a un lugar rodeado de personas, podía tachar de la lista " secuestro o asesinato".—Estoy un poco confundida de p
Ela se montó lo más rápido que pudo en su auto para no dar chance de que Edward la siguiera, quería llegar lo más rápido a su casa, tenía demasiado en que pensar.El embarazo de Verónica, la extraña actitud de Kevin, los sentimientos que tenía por Edward y el estúpido contrato firmado por todos le hacían sentir que estaba en un laberinto con posibles salidas pero sin saber cuál es la correcta.Dejó pasar el resto del día mientras se encontraba tirada en la cama, sintiendo como si está la hundiera. Estaba indecisa todavía. ¿Debería hablar con su madre? Es mejor si no la preocupa, tiene suficiente con su padre enfermo, Ela ve la hora, 4:45 pm.Había apagado su teléfono, probablemente Edward le llamaría y quería evitar ver las llamadas perdidas. En la mesa de noche estaba el sobre con el positivo, Ela no podía evitar verlo y tener un poco de ansiedad.Se dió la vuelta en la cama para dejar de verlo y pensar en otra cosa, una manera más
Kevin se despierta con la resaca más grande del mundo, ninguna fiesta loca se le compara a una despedida de corazón roto, ni todo el alcohol del mundo podía borrar lo mal que se sintió en su última conversación con Verónica. ¿Por qué le afectaba tanto esa discusión?, Kevin divagaba en sus lío interno mientras se dirigía a la cocina por un vaso de agua, cuando está por darle un sorbo vé el sobre en el suelo, lo recoge, lo abre y vé:" Hola Kevin, sé que enterarte de esta . manera no es la adecuada, pero debido a nuestro último encuentro no quiero complicar las cosas, estoy embarazada, tengo 13 semanas de embarazo y planeo tenerlo, como lo supondrás es tuyo. Si te queda duda solo haz cuentas de una de las últimas veces que estuvimos juntos, todo encaja a la perfección. Sé que es sopresa, esperada para mí inesperada para ti, pero eso es lo que obtienes cuando follas incansablemente sin protección con una persona, el sexo trae bebés, no espero que salgas corriend
Edward yacía en la entrada de la casa de Ela, continuaba llamándola al teléfono sin recibir respuestas, estaba sin señal o algo así.Era cada vez más obvio que Ela no estaba en casa así que decidió ir hasta la casa de la señora Tamara.Al llegar tampoco encontró a nadie más que solo los empleados domésticos recogiendo algunas cosas de la boda que ya habían llegado. No se lograron cancelar a tiempo y tenían que ser enviados de vuelta.Edward un poco desconcertado le pregunta a la señora Jordan, la encargada de las empleadas domésticas.—¿Dónde están todos y porque están recogiendo las cosas? Todavía es temprano...—No sé detalles señor, pero por lo poco que pude oír la señorita Ela y la señora Tamara se fueron a discutir a su oficina, luego la señora Tamara mandó a cancelar todo y se marchó, la señorita Ela también se marchó.Edward le agradece y se va a dónde cree que ella puede estar, la casa de su madre... Necesi
Kevin estaba a toda marcha hasta el aeropuerto, llegó, se estacionó como pudo y a la velocidad de un rayo corrió hasta la zona de venta de boletos. Observa si Verónica se encuentra por ahí pero no la vé, camina más al fondo donde había un cafetín y sillas de espera, observa a Verónica sentada con sus maletas. Kevin intenta pasar pero no lo dejan por no tener un ticket.Se devuelve hasta la taquilla.—Hola, deme por favor un boleto...—¿A dónde se dirige señor?—A donde sea, solo necesito un boleto.—Claro, eso no es nada sospechoso.—Necesito hablar con alguien que se encuentra en esa zona de allá y no puedo pasar sin un boleto ¡Solo vendame cualquiera!La cajera lo observa con el ceño fruncido pero igual le vende uno, Kevin paga y se dirige lo más rápido que puede hasta donde estaba Verónica.—¡Verónica! Necesito que me expliques que rayos está pasando...Verónica se levanta as
Aprovechando que ambos estaban en la playa favorita de Ela quiso tomar la iniciativa de hospedarse esa noche en el hotel que estaba muy cerca. Ela no estaba muy segura de quedarse en un hotel ese día, pero ya era algo tarde, tenían que descansar para al día siguiente regresar y solucionar todo o al menos dar la cara por la mentira. Ninguno de los dos pensó en Kevin o en Tamara, en nadie más que no sea ellos dos, eran tan felices que lo demás solo se disolvía en el tiempo relativo. Llegaron a la habitación y Ela se percata que Edward pago la más hermosa y cara del hotel, se adentro mirando con un poco de reproche a Edward, se acerca a la ventana que daba justo a la cama y al abrir la cortina vé el hermoso y extenso mar, azul y brillante, un poco color naranja, se estaba poniendo el sol y el día cambio su color de amarillo radiante a naranja relajante. Ela se sentó en la cama. Edward le hizo compañía.