Ela se montó lo más rápido que pudo en su auto para no dar chance de que Edward la siguiera, quería llegar lo más rápido a su casa, tenía demasiado en que pensar.El embarazo de Verónica, la extraña actitud de Kevin, los sentimientos que tenía por Edward y el estúpido contrato firmado por todos le hacían sentir que estaba en un laberinto con posibles salidas pero sin saber cuál es la correcta.Dejó pasar el resto del día mientras se encontraba tirada en la cama, sintiendo como si está la hundiera. Estaba indecisa todavía. ¿Debería hablar con su madre? Es mejor si no la preocupa, tiene suficiente con su padre enfermo, Ela ve la hora, 4:45 pm.Había apagado su teléfono, probablemente Edward le llamaría y quería evitar ver las llamadas perdidas. En la mesa de noche estaba el sobre con el positivo, Ela no podía evitar verlo y tener un poco de ansiedad.Se dió la vuelta en la cama para dejar de verlo y pensar en otra cosa, una manera más
Kevin se despierta con la resaca más grande del mundo, ninguna fiesta loca se le compara a una despedida de corazón roto, ni todo el alcohol del mundo podía borrar lo mal que se sintió en su última conversación con Verónica. ¿Por qué le afectaba tanto esa discusión?, Kevin divagaba en sus lío interno mientras se dirigía a la cocina por un vaso de agua, cuando está por darle un sorbo vé el sobre en el suelo, lo recoge, lo abre y vé:" Hola Kevin, sé que enterarte de esta . manera no es la adecuada, pero debido a nuestro último encuentro no quiero complicar las cosas, estoy embarazada, tengo 13 semanas de embarazo y planeo tenerlo, como lo supondrás es tuyo. Si te queda duda solo haz cuentas de una de las últimas veces que estuvimos juntos, todo encaja a la perfección. Sé que es sopresa, esperada para mí inesperada para ti, pero eso es lo que obtienes cuando follas incansablemente sin protección con una persona, el sexo trae bebés, no espero que salgas corriend
Edward yacía en la entrada de la casa de Ela, continuaba llamándola al teléfono sin recibir respuestas, estaba sin señal o algo así.Era cada vez más obvio que Ela no estaba en casa así que decidió ir hasta la casa de la señora Tamara.Al llegar tampoco encontró a nadie más que solo los empleados domésticos recogiendo algunas cosas de la boda que ya habían llegado. No se lograron cancelar a tiempo y tenían que ser enviados de vuelta.Edward un poco desconcertado le pregunta a la señora Jordan, la encargada de las empleadas domésticas.—¿Dónde están todos y porque están recogiendo las cosas? Todavía es temprano...—No sé detalles señor, pero por lo poco que pude oír la señorita Ela y la señora Tamara se fueron a discutir a su oficina, luego la señora Tamara mandó a cancelar todo y se marchó, la señorita Ela también se marchó.Edward le agradece y se va a dónde cree que ella puede estar, la casa de su madre... Necesi
Kevin estaba a toda marcha hasta el aeropuerto, llegó, se estacionó como pudo y a la velocidad de un rayo corrió hasta la zona de venta de boletos. Observa si Verónica se encuentra por ahí pero no la vé, camina más al fondo donde había un cafetín y sillas de espera, observa a Verónica sentada con sus maletas. Kevin intenta pasar pero no lo dejan por no tener un ticket.Se devuelve hasta la taquilla.—Hola, deme por favor un boleto...—¿A dónde se dirige señor?—A donde sea, solo necesito un boleto.—Claro, eso no es nada sospechoso.—Necesito hablar con alguien que se encuentra en esa zona de allá y no puedo pasar sin un boleto ¡Solo vendame cualquiera!La cajera lo observa con el ceño fruncido pero igual le vende uno, Kevin paga y se dirige lo más rápido que puede hasta donde estaba Verónica.—¡Verónica! Necesito que me expliques que rayos está pasando...Verónica se levanta as
Aprovechando que ambos estaban en la playa favorita de Ela quiso tomar la iniciativa de hospedarse esa noche en el hotel que estaba muy cerca. Ela no estaba muy segura de quedarse en un hotel ese día, pero ya era algo tarde, tenían que descansar para al día siguiente regresar y solucionar todo o al menos dar la cara por la mentira. Ninguno de los dos pensó en Kevin o en Tamara, en nadie más que no sea ellos dos, eran tan felices que lo demás solo se disolvía en el tiempo relativo. Llegaron a la habitación y Ela se percata que Edward pago la más hermosa y cara del hotel, se adentro mirando con un poco de reproche a Edward, se acerca a la ventana que daba justo a la cama y al abrir la cortina vé el hermoso y extenso mar, azul y brillante, un poco color naranja, se estaba poniendo el sol y el día cambio su color de amarillo radiante a naranja relajante. Ela se sentó en la cama. Edward le hizo compañía.
Edward y Ela estaban acostados en la cama.—Gracias por venir hasta acá...—fue la mejor decisión que tome en mi vida. Tenerte aquí es como un sueño del que nunca quiero despertar.Ela apoya su cabeza en el pecho de él, escuchando como su corazon late.—¿qué diremos cuando regresemos? Será raro ver qué la novia de tu mejor amigo este con el amigo—no había pensando en eso—hay mucho que aclarar—comenzando por pedirle disculpas a Tamara, oye deberíamos hablar de eso...—No te preocupes, yo le conté a Tamara antes de venir la verdad.—¿Lo hiciste?—si—Ela se levanta y se sienta en la cama—solo cancelo la boda y salió diciendo que buscaría a su esposo.—No deberíamos dejar solo a Kevin en esto, vamos a regresarnos.Ela asienta y ambos se comienzan a acomodar. Edward estaba buscando un poco desesperado si celular pero no lo encuentra en la habitación.—qui
Samantha y Jhon se fueron a su casa, ya era muy tarde en la noche, lograron ver a Tamara sólo un rato.Edward y Ela se quedaron junto a Kevin y Verónica. Estaban pendientes de una nueva noticia de su madre, o al menos saber cuándo le darán el alta.—Estoy muy impactado aunque no sorprendido en cierta forma por lo de el señor Carlos...—Confiesa Edward—Si, pues yo no. Ese hombre era muy obvio—Suelta Verónica—Al parecer todos lo esperaban menos yo—dice KevinVerónica le mira la mano a Kevin, la tiene un poco roja y con moretones.—Kevin debes curarte esto, vamos a llamar a una enfermera—No es para tanto Vero, estoy bien. Es lo mínimo que pude hacer en defensa de mi madre.—Igual hay que tratarte eso.—Entonces... ¿Ustedes ahora serán una familia?—pregunta Edward con una sonrisa—Eh, si... Una extraña familia—Dice Verónica.—Extraña quizá, pero será unida.Ambos
Beber como su no hubiese un mañana con licor de dudosa procedencia no fue una de mis mejores decisiones, más no significa que fue la peor, la peor en definitiva fue casarme pensando que estaba enamorada.Casarme para complacer a mis padres.Casarme para que la prensa tuviese una noticia positiva de mi.Casarme para que cada uno de mis pasos se vean confiables y seguros, pero solo me case para mentirme a mi misma con facilidad.Por un momento en mi juventud llegue a pensar que un embarazo y el matrimonio eran las dos cosas más felices que me pueden pasar a una mujer. Significaría estar completa, un logro majestuoso.Mis padres me veían con orgullo, como si fuese un trofeo a punto de ser entregada al ganador número uno.Desde pequeña se me enseñó a sonreír, incluso cuando solo quería llorar. "Llorar no es de niñas decentes" decía mi madre muy enojada conmigo mientras me acomodaba a regañadientes mi vestido. Yo solo q