Damián al día siguiente de haberse embriagado hasta no poder más, se levantó con un dolor de cabeza tan fuerte, que parecían clavarle pequeños golpes con martillos en la cien.Se levanta de la cama muy desorientado y se desliza hasta la cocina por un vaso de agua. Ahí se encuentra a Tania sirviendole un poco de sopa.—Buenos días, dormilón— irónicamente.—¿Buenos? Son terribles.— quejándose por el dolor de cabeza.—Eso pasa cuando bebes tanto alcohol como si tuvieras veinte recién cumplidos. Ya no estás tan joven— le coloca la sopa en la barra de la cocina.Damián toma asiento.—¿Dónde está Axel?— sentándose en la barra para comer la sopa.—Se fue a hacerte un mercado decente, ¿Cómo es posible que en esa nevera de más de diez mil dólares solo tengas agua y cerveza?— burlandose.Damián guardó silencio, por dentro está avergonzado. Solo le daba pequeños sorbos a la sopa.—Escucha, te diré esto porque eres el mejor amigo de mi futuro esposo y creo que seremos mucho más que familia dentr
—Mejor no hablemos de cosas del pasado,— admite Rebecca—Te ves mejor ahora. Tu rostro se ve más...—¿Qué?— a la defensiva—¿Se ve más que?Rebecca suelta una carcajada.—No lo digo en mal sentido, te ves muy bien.— se acaricia el cabello.—Gracias, supongo.— inquieto.—¿Qué pasó cuando tuviste el accidente? Y persona lo directa de mi pregunta.Damián dudo si contarle la verdadera razón o solo contarle una excusa. Lo mismo que saben todos; solo fue un accidente... Rebecca había sido su novia durante cinco años, había un nivel de confianza sin embargo cuando Rebeca decidió ponerle los cuernos ya toda confianza que existía se había eliminado por completo. Así que decidió contarle la historia genérica que conocen todos.—solo estuve en el momento y lugar equivocado —¿En serio? Porque desde que te conozco sé que eres un buen conductor. —sí bueno, la culpa fue del otro conductor.—comprendo me alegra que estés vivo.—¿Y eso que volviste?— cuestiona Damián.Rebeca comienza a explicarle el
Rebeca y Damián llegan al bar lujoso y piden un par de cervezas para empezar, también intenta no arruinarle el momento a Rebeca ya que aunque entre ellos un pasado muy triste aún la considera una buena amiga. Sin embargo Rebeca solo planeaba emborracharlo un poco para empezar a coquetear con él como tenía planeado. Luego de un par de preguntas para ya no hacer tan incómodo el encuentro Rebeca le confiesa algo. —En realidad me gustaría confesarte algo— da un sorbo a su bebida.Damián la observa con curiosidad.—Me gustó verte.—¿Eso era todo?— con una sonrisa burlona en su cara.—¿Qué? ¿Qué tiene?— confundida.—Pensé que diría un secreto muy oscuro o algo así —en medio de risas. —Bueno, ese para mí es un secreto muy oscuro. —¿Que yo te parezca atractivo? Ese no es un secreto Rebeca todas lo saben.— suelta una carcajada. —Bueno, si has cambiado un poco tal vez, ahora eres más narcisista por lo que veo.— bebe mientras lo mira fijamente.—No, sabes que bromeo.—en medio de risas—Tú ta
Amaranta llevaba una vida monótona, aburrida y automática.Solo se encargaba de sonreír para las fotos en las reuniones de Artur, y fingir que todo estaba bien. Aún le tenían prohibido tener teléfono, laptop y sus documentos para evitar que escape.Sin embargo ella actuaba como si ya nada de eso le importara. Logrando convencer a su padre de que ella había superado de una vez por todas a Damián. Cuando la realidad es que nunca lo haría.Estos dos años que amaranta ha vivido en el matrimonio con Arthur han sido de una completa monotonía y vacío emocional.Lo único que agradeció fue que al vivir así como si nada le importase su padre notó que ya había superado a Damián. Así que un día la visita sorpresa y ella muy desconcertada finge naturalidad en su actitud. Como si nada hubiese pasado entre ellos.—¿Papá? Que sorpresa.—Tenia tiempo sin verte...—Casi ocho meses—afirma con una sonrisa en su boca.—he estado ocupado con unos negocios...—tranquilo no debes explicar nada de eso padre.
Damián cada vez más se volvía más poderoso económicamente influyente entre los CEO'S del momento.Se había apoderado de zonas muy clase alta, haciendo que las acciones de la empresa triplicaran su valor.Las noticias sobre Damián; el hombre de veintinueve años que domino el mercado de hoteles en menos tiempo que su padre, estaba en todos lados.En el corazón de Damián ya no quedaba un rastro tan grande de aquella herida, aunque todavía recordaba con dolor y tristeza el abandono de Amaranta, intentaba continuar día a día con una sonrisa en la cara, aunque destruido por dentro.Sus amigos Axel y Tania que aún no se casaban, Tania siempre terminaba poniendo excusas sobre el porque no podían casarse todavía, sin embargo, Axel sabía que ella solo estaba esperando el regreso de Amaranta. Fueron un apoyo muy importante para Damián y también le fue Rebeca.Esa noche loca en la que Damián se emborracho demás y Rebeca se tomó fotos desnuda con él solo quedó en la memoria de ella. Él despertó al
—¿Estás bien?— repite Rebeca a Damián al verlo algo ido.—Si—responde evitando pensar en Amaranta—¿Te estás divirtiendo?—No, la verdad no— bebe su shot.—¿Por qué?— curioso.—Es que siento que las personas murmuran cuándo me ven— acomodándose el cabello.—Quizá solo son ideas tuyas.—Tal vez.—Rebecca, han pasado muchos años, no creo que alguien recuerde lo que me hiciste— afirma—tal vez tu eres quien está obsesionada con pensar en ello.Rebeca se acerca a Damián y le coloca la mano en el pecho.—A mi solo me importa lo que pienses tu de mí, eres quien realmente me importa— le da un pequeño abrazo.Damián no sabía cómo responder, pero para no dejarla mal, también la abrazó.Amaranta luego de acomodarse y ver que estaba preciosa decidió salir del hotel, esta vez estába más tranquila ya que no tenía nadie encima, tenía sus documentos en la mano porque no pensaba dejarlos en la habitación para evitar cualquier otro tipo de secuestro por parte de su esposo o de su padre. Bajó hasta la e
—Lamento que te enteres de esa forma...— se lamenta Amaranta.—No, no estoy molesta contigo, bueno— piensa— en el momento que me enteré si, te odie por ocultarme algo tan importante y delicado como eso, pero con el tiempo comprendí que era algo difícil de contar.Amaranta le dió otro abrazo a Tania.—Dios mío, como te extrañé—llorando.—¿Cómo llegaste aquí si no tienes documentos y estás atrapada con tu padre?—Ellos están aquí de viaje de negocios, me escapé para venir a verlos— explica limpiándose las lágrimas.Tania le pasa un pañuelo.—¿Extrañas a Damián?— curiosa.—Mas que extrañarlo, me muero por verlo, hice todo esto para que él esté bien, pero...— guarda silencio pensando en que decir.—¿Pero?—No sé cómo reaccionará. Si tú pensaste que te abandoné, él debe estar destrozado o peor aún... Con otra mujer y ya se olvidó completamente de mi.—No digas eso, Damián se volvió loco cuando se enteró que te fuiste, la paso terrible todo este tiempo. A penas ahora es que está algo alegre
Amaranta olvidó por completo los miedos, las dudas, las angustias. Está justo en frente de quien realmente ama, quien en todo este tiempo jamás olvido y mirarlo ahora después de todos estos años, se siente como la primera vez.Damián sentía lo mismo, un manojo de sentimientos encontrados, no sabía por dónde empezar ¿Debía abrazarla y luego besarla? ¿Debía regañarla, reprenderla, exigirle una explicación? Fueron los segundos más tensos de toda su vida estaba frente al amor de su vida y sentía que estaba paralizado. Amaranta fue la primera que rompió el hielo ya que no soportaba estar otro segundo más sin saber qué pasaba por su mente. —Damián yo de verdad...Damián la interrumpe con un beso apasionado.Haciendo que Amaranta se quede sin aire y sin palabras. La besó con tanta euforia que parecía no acabar. El tiempo se congelo para ambos.Luego de ese beso tan esperado por ambos se separaron de repente, como si estuviese mal lo que acabaron de hacer.—¿Por qué te fuiste?— cuestiona D