Camila Albora
Cuatro años después...
—Camila ¿Estás segura de que quieres teñir tu cabello?—Cuestiona Valeria por quinta vez en el centro comercial, suspiro.
—Valeria, es solo la punta, no veo nada de malo en eso. —Anuncio buscando con la mirada ese salón que vi hace varios días cuando vine por estos lados.
—Xander se molestará, —me recuerda y localizó el salón para luego mirar a mi mejor amiga por varios segundos, suspiro.
—Valeria, ya tengo diecisiete años y puedo tomar mis propias decisiones. Además Xander está lejos, —le recuerdo lo obvio mientras caminamos al salón de belleza.
Tengo ya un año que no hablo con Xander y según me cuentan mi pobre lobito está trabajando duro para volver antes de seis o siete años a la manada, Xander tiene cinco años y medio fuera, lo extraño mucho y ahora sin poder comunicarnos me hace extrañarlo más.
—Bien, —suelta cuando entramos al salón en donde somo
Xander Cohen —¿Por qué la rechazas? Es nuestra oportunidad de marcarla,—gruñe Bruno molesto porque rechace a Camila, suspiro. —No es tiempo Bruno ¿Crees qué nuestra pequeña se merece que le demos su primera vez así sin enamorarla y sin darle su primera cita?—Cuestiono lo obvio. —Odio cuando tienes la razón,— responde para cerrar el enlace. No es que yo no desee estar con mi luna porque la deseo con todas mis fuerzas, pero debo controlarme, Camila merece todo lo mejor y debo demostrarle que no la quiero solo porque es mi mate sino porque yo de verdad la quiero y que amo todo de ella. Sé que ya no es una niña y lo comprobé al ver su cuerpo tan espectacular, su cintura pequeña, sus nalgas bien ejercitadas, su hermosa piel blanca cubierta solo por esas bragas de encaje blanco, provocaron que todo en mí despierte y que mi entrepierna duela de solo verla, Camila es todo
Omnisciente Mientras Camila, Carter y Valeria entran a la fiesta, Felipe el cual se encuentra en el balcón mirando todo con aburrimiento sintió un olor dulce que provocó que su garganta ardiera y que sus ojos se vuelvan de un rojo carmín al igual hizo que sus colmillos salgan con deseo de probar la sangre de la persona que emana tal fragancia. No solo Felipe se sintió extraño, sino que el omega interno de Carter se colocó en modo defensivo porque sentía que algo estaba por suceder, no entendía que sucedía. —Kan¿Qué pasa?—Cuestiona Carter a su omega a través del enlace, no suelen mantener conversaciones durar. —No lo sé, me siento extraño, —es lo único que responde antes de cerrar el enlace y dejar a Carter con ese extraño presentimiento. Felipe con disimulo comenzó a buscar la fuente de ese maravilloso olor mientras que las demás personas lo miraban con
Camila Albora Un dolor atraviesa mi pecho mientras me estoy retocando el maquillaje en el baño. Dejo salir un grito y llevo mi mano al lugar donde siento como si un objeto filoso lo estuviera atravesando. Trato de regularizar mi respiración y veo algunas imágenes pasar por unos segundos, es como si mirara a través de los ojos de alguien cuando cierro los míos. Un enorme lobo blanco, Bruno, está siendo atravesado por una flecha y parte de su pelaje se mancha de su sangre. Todo vuelve hacer como antes, me miro con horror en el espejo al salir del trance en el que entre, no, esto no puede estar pasando. —Xander, —susurro, salgo rápido del baño y empujo a todo el que se a traviesa en mi camino hasta que puedo llegar fuera de la casa. Observo por todos los lugares buscando a mi seguridad hasta que los veo en una esquina—¡Samuel!—Grito y este enseguida esta adelante de mí con una expresión de preocupación. —Luna ¿Qué pasa?—Preguntan preocup
Omnisciente El alfa rey Xander lucha contra los efectos de la adelfa, el cual es un veneno mortal para la raza humana, pero este fue modificado para poder atacar a los alfas mientras que por otro lado la mejor amiga de la mimada no ha dado cuenta de que desde la distancia el líder Kaner de la manadablanca lunala observa y disfruta del fabuloso aroma que desprende su luna, Valeria eleva sus brazos y contonea sus caderas al ritmo de la música electrónica que suelta el Dj. —Está cerca, —susurro la loba de la joven provocando que esta detenga sus movimientos confundida por lo que acaba de decir su parte animal. —Nara¿Quién está cerca?— Cuestiona por el enlace mirando a todo lado sin ver nada fuera de lo común, pero Nara no le responde y luego unos brazos tatuados la atrapan por la cadera. —Mía, —gruñe el alfa Kaner en el cuello de la joven chica provoca
Camila Albora Calor, calor y más calor, es lo que siento en este momento, trato de moverme para la parte fría de la cama, pero algo me lo impide y esa persona gruñe provocando que abra mis ojos. Gimo de dolor al mover mi cuello y sentir un pequeño ardor en esa parte que lo conecta con mi hombro, con mucho cuidado me giro hasta quedar frente a frente con el culpable de mi calor y de mi malestar, Xander que duerme plácidamente con su rostro relajado y sin duda parece un hermoso angelito. Todos los recuerdo de lo que paso anoche llegan de golpe, provocando que lleve una mano a mi cuello a ese lugar donde Xander me mordió. Duele y siento una pequeña palpitación allí. —No lo toques, —escucho la voz ronca de este y observo como me mira con sus ojos dorados. Aun no entiendo por qué lo tiene de esa manera. —¿Por qué me marcaste?—Pregunto en un susurro mirando sus ojos, no me creo que allá echo eso. —Eres mía Camila y n
Camila Albora Levanto los brazos porque Xander se empeña en colocarme la toalla, no puedo evitar poner los ojos en blanco y luego libero un suspiro cuando ya estoy cubierta, coloco una en mi cabello para poder secarlo más rápido. —No me gusta que lo tiñas, —reprocha Xander después de mirar las puntas rosadas de mi cabello, alzo mis hombros. —Es mi cabello, no es una decisión en la que debas intervenir lobito, —anuncio acercándome al espejo y abro los ojos enorme al ver el tatuaje que tengo en mi cuello—¿Qué es esto?—Le pregunto a Xander mirándolo por el espejo y observando como él envuelve una toalla en su cadera para cubrir su desnudez. —Mi marca, —murmura colocándose detrás de mí y pasando sus dedos por ella, eso provoca que un escalofrío me recorra de pies a cabeza. Observo la marca y es una X.C. entrelazada con algunas flores y estrellas, extraño, pero me encanta. —¿Tú también tienes una?—Pregunto girándome y él se gira.
Omnisciente Mientras Camila va a reclamarle a Xander, el cual está en su oficina en la mansión. En el territorio neutro donde estuvo la luna están llegando unos cazadores a buscar explicación de por qué su colega no ha dado un reporte de su misión que fue vigilar las fronteras y aprenderse la estructura de vigilancia. —Ahí está la cabaña, preparen arma, recuerden que a unos kilómetros de aquí está la manda del perro real, —alerta el jefe de misión sacando dos dagas de plata con hojas envenenadas. —Sí señor, —responde al unísono sus acompañantes sacando uno una catana y el otro dos pistolas con balas de platas las cuales en su interior llevan cápsulas con ese veneno que tenía la flecha lanzada a Xander, con mucho cuidado entran a la casa y encuentran el cuerpo del cazador en un estado de descomposición. —Revisen todo y busquen el libro, —pide acercándose al cuerpo del cazador y observando la daga clavada en la frente de este. —Extraño,
Xander CohenLevanto la mira y observo a mi luna la cual camina de un lado a otro como león enjaulado, cosa que me pone bastante nervioso porque cuando una mujer dice ‘‘Tenemos que hablar’’ es porque nada bueno puede salir de esa conversación y siempre el más perjudicado es el hombre.—Vamos princesa solo dilo, —la animo a hablar tratando de no entrar en sus pensamientos, pero después de marcarla me es inevitable poder dejar de escucharlos y a un no sé si ella lee los míos.—¿Me puedes explicar eso de que los hombres lobos entrando en celos?—Interroga a lo que relajo mis facciones, pero luego frunzo el ceño.—¿Quién...? Mi madre, —murmuro soltando un suspiro, para luego pasar mi mano por mi rostro. —Toma asiento, —pido por qué sé que esta charla será larga y no tengo idea de que