1, 2, 3, 15, 20 de 30 academias de las cuales solo quedaron 10 finalistas, entre ellos Will, la gorda Samira de la otra vez y nosotros. Por alguna razón Jared no pasó y a esta hora debe estar en un vuelo directo a California.
Faltan dos horas para las presentaciones por lo que la habitación de Brayden se convirtió en un campin de planeación guerrillera en donde Carlos se mueve de aquí a allá con sus alentadores discursos.
—Última oportunidad para que no queden como unos fracasados, demostrarme que no perdí el tiempo y ustedes su dinero.
Motivador.
— ¿O qué? —Me burlo sentada en escritorio parecido al mío—. ¿No mata? ¿Nos expulsa?
Voltea a verme, sonri
La garganta me duele. El viento me despeina, el aire frio se cuela en mis pulmones con la punzada de vértigo que se implanta en mi cóccix cada que me entra valor y miro hacia el vacío.— ¿Por qué estoy aquí? —me pregunte a mí misma.Un hombre se me acerca a ajustar el arnés, dudo si de verdad esto vale la pena y no encuentro razón lógica por la cual me encuentro en un puente a 40 metros de altura con mi vida a punto de colgar de un hilo.—Porque lo prometiste y porque me amas —respondió Brayden.El hombre de seguridad ríe mientras me ajusta la correa.—Yo no prometí nada, no accedí a nada y mucho menos te amo —le borro la sonrisa de tarado—. Tocaste e
BRAYDEN's POV.Sé que es fría, obstinada y he de admitir que escuchar sobre su reputación me eriza la piel al punto de hacerme dudar. Muchos les temen y no sé por qué exactamente. Sí, puede que a veces se pase de la raya, o que parezca una psicópata cada que alguien se atreve a enfrentarla, que casi haya matado a mi hermana e inclusive a mi... pero es que se ve tan linda frunciendo el ceño cuando está molesta.— ¿Qué putas haces aquí?—Más amorosa y le ganas a Cupido.—Son las ocho de la noche —Me regaña—. ¿Qué haces a estas horas, Brayden?—Vine a cumplir las visitas comunitarias —ru
Por primera vez en mucho tiempo me siento liviana. Algo de mi conciencia se limpia luego del vomito verbal que le solté a Brayden. Tarde o temprano tenía que saberlo. Entrar en nuestro grupo de amigos era fácil, ganarse la lealtad es otra cosa. Que Isaac lo ayude a saber de mí, que Nayet lo alcahuetee, que Rafa no lo moleste, que Debrah bromee con él, que Megan me escriba sobre él y que Ashton lo quiera tanto es porque algo bueno tuvo que hacer. Conseguir su confianza es rudo debido a todo por lo que hemos pasado, darse la espalda es como dársela a un hermano. Por eso me dolió tanto alejarme de ellos. Hacerlo fue la decisión correcta. Las múltiples casa hogar por la que Isaac tuvo que pasar no le fue nada nuevo a Brayden, é
No, no me he vuelto loca.O capaz y si porque no es posible que esté haciendo la única cosa que me prometí no hacer.Sé lo que sucederá a penas se cierre la puerta, sé que lo estaré empeorando todo pero a estas alturas ya nada importa.Empecé a dudar de mis sentimientos con las palabras de Jess, lo admití en el campo de futbol y lo corroboré aquella noche en la piscina. No me culpen de querer hacerlo ahora, tengo autocontrol y sé que lo puedo manejar.Beta está en sus brazos, inquieta por querer que yo la cargue. A penas se escucha el click del pestillo le pido que la baje mientras apago la luz quedando solo con la que atraviesa la ventana.— ¿Estás s
Desperté sudada, el cuerpo lo siento fatigado, la garganta me duele por lo que tuve que toser a secas viendo el cabello verde Jess recogido en un moño, de rodilla y con un trapo tallando el suelo.—Maldita —Gruñe—. Cochina. Espero que algún día te dé diarrea en público.—Deja de refunfuñar que ya estoy lo suficientemente m*****a para que me añadas mal de ojo también.—Limpio el vómito que debería ser TU responsabilidad.La remede, internamente feliz. Ya no sentía pena porque Jess limpiará el vómito, yo estaba eternamente agradecida. Tomé a Beta que estaba a mi lado y me levanté con ella en brazos.—Estas bañada en vómito, bonita, y... —el cuerpo se me
Hoy no era un buen día, me sentía mal en varios sentidos. Empezando por la cabeza y terminando en la boca de mi estómago donde la ansiedad está teniendo un hijo con la cobardía. La fuerza se fue a la m****a cuando la profesora Dolores se creyó el cuento de Jess de ir a consultarle algo al nuevo suplente de matemáticas.— ¿Estas lista? —me pregunta con una suave mirada. Niego con la cabeza, nerviosa por entrar—. Lástima, yo sí.Jamás imagine ser víctima de la presión social. Tampoco me considero una, pero el simple hecho de tener a Jess como un pajarito picándote la cabeza toda la noche te hace cambiar de opinión a las malas.Los que habían sido mis amigos estaban solo a una perilla de mí. Esta sección siempre fue catalogada como la más revoltosa y, según los prof
¿Por qué hace tanto frio? Tenía semanas sin sentirme así.Fue mi primer pensamiento al ser consiente de mi cuerpo. Del dolor tanto físico como emocional. La resignación me toma nuevamente «Estar aquí no me alienta nada» Comencé a sentir el pinchazo en mi brazo cuando intenté sentarme, el tubo de cánula alrededor de mi nariz cuando no pude y se me contrajo el rostro.Seguía viva. ¿Cómo? Después de un año de mierda, no tengo idea.Aún no termino de pagar por los males que he hecho, supongo.De niña me encantaba venir al trabajo de mamá. Todo era grande, limpio y bonito, Liz
Ya pasó el plazo que Debrah me consiguió en Belmont. Es el cuarto día y sigo internada en el hospital, con Jess planchándose el pelo en una esquina de la habitación y Luke en un videochat con su novio.—Huele a cotufa quemada —Acoto, generando sus risas—. Y a hurto de wifi privado.—Qué bueno que una de las enfermeras me puso amablemente la contraseña.—Porque le coqueteaste haciéndola pensar que eras hetero.— ¿Qué hizo qué? —cuestiona el chico del teléfono.—Nada —salta Luke.
Último capítulo