Cierro el grifo cuando limpio los restos de sangre que fluyeron de mi nariz y por el espejo miro a Jess con una sonrisa inocente.
— ¿Lo siento?
—Sabes que soy alérgica a eso —señalo la cabeza del cachorro que se asoma de su bolso botando baba.
— ¿Y yo que iba a saber que se te rompían los vasos?
Nos quedamos en silencio, la recorro de arriba abajo fijando la mirada en una gota roja en su camisa.
— ¿Te salpicó sangre? —agita la cabeza—. Sal de aquí —me recuesto del lavado, viéndola esconder el cachorro que empieza a chillar.
Sabe muy bien que no es por él que estoy sangrado, en un factor, pero el
— ¿Estas bien? —susurra Quill.Me limito a responder con un «Aja»—Leí el periódico.—Qué bueno —le digo.— ¿Eso fue lo que pasó?—Si tú quieres creerlo...Y no dice más.Como había predicho ayer. Los reporteros no dejaron pasar mi escena con Brayden en el pasillo, tampoco dudaron en alterar los hechos haciéndome ver como la mala y en términos más ortodoxos: La perra que se acostó con él y le rompió el corazón.Y, en el mejor de los momentos, Isaac Moore entra al salón y detrás de él
—Dime—respondo con total calma, dándome una pequeña idea por la cual me llama.—ESE IDIOTA ME TERMINÓ, ¡ME TERMINÓ!M****a, mi oído.Ruedo los ojos, yendo a mi armario a buscar algún abrigo. Por un momento pensaba en que, si de aquí a un tiempo no sé lo que haría con mi vida al salir de la preparatoria, probablemente me dedicaría a la clarividencia, no es la primera vez que doy en clavo.—Ya voy para allá—corto fastidiada, guardando el teléfono en la chaqueta.Yo misma soy ave de mal agüero. Lo que digo es cierto y lo que sospecho se cumple. Crecí m*****a por conocer el perfil masculino. Ninguno sirve.
«Diana McCarthy e Ethan Nilsson.La Bella y el Intelectual. La nueva versión del cuento de hadas se hace realidad. Impresionante fue encontrar a la estudiante de 4to con el delegado de último año solos en la sala privados de los que ponen orden dentro y fuera de los pasillos de Belmont. Ejemplos a seguir que a escondida parecen arrasar con todas las reglas. Fuentes cercanas confirman la relación asegurando que desde hace dos semanas empezaron los encuentros clandestinos.»Dejo de leer el I*******m con la salida de Jess de los vestidores disfrazada de bicho.— ¿Qué tal? —pregunta.—Un insulto a los ángeles.<
Llegamos a la fiesta.La casa McCarthy no era una mansión de ricos como pensaba, era solo una simple casa de dos pisos con una muy linda decoración, claro, linda de no ser por los hormonales con instintos primitivos, vasos regados por el jardín y una mezcla de cigarro, alcohol y vomito que me dan deseos de volver.De inmediato reconozco a los dos hombres que resguardan la entrada como los hombres de negro, son los tíos vagos y buenos para nada de Rafa Wells.—Nova —me mira con lascivia—. Igual de preciosa.Me abstengo de responder lanzándole la invitación por la cara cuando los demás entran, y le saco el dedo al otro cuando presiento que voltearon a verme el trasero.
Volví a la mesa para recuperar el aire, Quill estaba con el teléfono, Luke seguía avergonzándonos y Jess intercambiaba ADN con el diablo.¡Ven! Por eso es que ya no me preocupo cuando le rompen el corazón, en un dos por tres se consigue a otro "amor de su vida".— ¿Lo disfrutaste? —espeta Quill.Ignoro su veneno.No sabía qué hora era, seguramente ya muy tarde. Empezaba a sentirme ahogada a causa del calor, me llevo las manos a mi cuello para desabrocharme la capa pero algo me pareció extraño.Era un collar.Una rosa con todo y hojas, totalmente dorado pero con los pétalos carmesí. Lo mire perpl
Decir que Jess está bien y que la gente olvidó el bochornoso momento de la fiesta sería hipócrita y muy poco realista de mi parte.Lo que transcurrió del domingo se resume en lloriqueos, mocos sueltos, bolsas de frituras y la repetición de un video que sacaron al momento en la que la Basura—como apodamos a Diana—derramó todo el ponche en Jess.A esta hora Diana estará leyendo por todas las redes su escenita en la fiesta besándose con un fulano, los detalles lo sabe Sombra, decir su nombre completo me hace sentir retrasada.Sombra me explicó que el nivel de ebriedad de ambos fue tal, que jamás se sabrá si besó o no al novio de su amiga. Con pasarle esa información a la chismosa correcta el rumor correría como, no sé, ateo a testigo de jehová.
Una de las pocas cosas que disfruto de Belmont es cuando sus pasillos están solos y reina el silencio. Los profesores en clases, el director en su oficina encima del profesor Víctor y los delegados en reunión. Caminar por donde quisiera era seguro.—Repíteme otra vez, ¿Cómo es que lo conseguiste? —le pregunto a Luke con la caja en mano sin creerme que enserio lo había conseguido, y tan rápido.—La amiga "especial" de un tío, tiene un refugio de animales.Dejo la caja con agujeros a un lado y me recuesto de las taquillas, esperando que mi víctima salga. En estos momentos debería estar en deporte según el horario que Sombra me pasó, solo hay que esperar pacientemente hasta que salga.—Oye... —dejo de leer el
¿Dónde quedo esa frase "Las mujeres no callamos"? han pasado casi tres días desde mi venganza y los llamados a la dirección o la charla con un profesor no se presentan.¿Qué le pasa por la cabeza a esa rubia?No creo eso de que no me quiso acusar porque no era importante y mucho menos por miedo. En fin, así mejor.Estos últimos días se me han hecho más aburridos de lo normal. Luke no se ha metido en problemas y Jess no me los ha causa a mí. Algo faltaba, esa emoción que hacia mis días menos monótonos ya no estaba.—Estas como que estresadita—comenta Jess inclinando su cabeza.—Estresadita. ¡No me pasa nada!
Último capítulo