CLARISSE BLAFWOOD

Esperando a que abriera el regalo, se sorprendió al ver que se trataba de una pequeña manilla con corales en ella, la cual había comprado hace unos días mientras viajábamos de camino a la institución. Se colocó feliz, quedó apenas agrandándome para que me viera directo a los ojos, me sonrió y unió sus labios a los míos. Después de terminar con todo, salimos de allí para dirigirnos hacia el hotel debido a que lo llamaron para solucionar unos inconvenientes, tuve que esperar en la sala mientras terminaba como media hora para finalmente entrar a la habitación suite presidencial dirigiéndome específicamente para la ventana viendo todo el paisaje, tenía una vista muy hermosa hacia toda la ciudad. 

Me concentré en aquella, pensando en mi madre como se había perdido tan bellos momentos solo por caer en las garras de un lobo, s

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