Narra KateÚltimamente he estado bajo mucho estrés para la boda, y a pesar de eso, he querido descansar, sin embargo, no he podido.—Mira este vestido. —Dice Mariane, la mamá de mi prometido, con una brillante sonrisa.—Es hermoso. ¿No crees, mi pequeña? —Últimamente he estado muy distraída y es por lo mismo.—Lo es. —Respondo sin muchas ganas, se supone que debería estar feliz, pero no me siento así.—¿Qué ocurre? —Mi madre me mira con preocupación.—Sólo me siento un poco cansada. —Para que negar lo que es evidente.—No te preocupes, sólo pruébate el vestido, aun falta la prueba del pastel y de lo demás nos encargaremos nosotras. —Al menos mi futura suegra es comprensiva, lo cual agradezco.—Claro que sí. —Digo con una leve sonrisa.Tomo el vestido y entro al vestidor para cambiarme. Una vez puesto, me miro al espejo y es realmente hermoso, salgo para que lo vean y las veo sonreír, contando que mamá está llorando de felicidad.Yo también lloro, pero no sé si sean también de felicida
Narra KatherineEstaba parada frente al altar vestida con un hermoso vestido blanco mirando hacia el sacerdote que nos está casando a mi prometido y a mí. Se supone que debería ser feliz, ya que es el hombre del que me había enamorado desde la universidad, sin embargo, no me siento así ¿Por qué? Porque ya no lo amo, yo me enamoré de alguien más. Y si nos estamos casando, es porque estoy esperando un hijo suyo. ¿Cómo pasó? En una fiesta de la fraternidad a la que él pertenecía. Todo fue tan confuso, ya que sentía que con quien había estado, era con su hermano.—Los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia. —La voz del cura me saca de mis pensamientos y siento las manos de mi ahora esposo haciendo que quede frente a él. Me mira con esa frialdad que lo caracteriza y me da un casto beso en los labios.Escucho los aplausos de los invitados. La verdad me causa nauseas todo esto.—Debo agradecerte de alguna manera, ya que, gracias a que estás embarazada de mi hijo, soy en nuevo CEO de
Narra ScottNo puedo creer que me haya atrevido a tanto por estar al lado de la mujer que mas he amado, ni siquiera sentía esto por ella, Fátima Robinson, una chica hermosa, pero con falta de carisma, y a veces pienso que estoy pasando por lo mismo, ya que ella también amaba a Adam, sin embargo, un día sin decirle nada a nadie, se fueron quien sabe a dónde. Incluso ya la había olvidado y haciéndome la promesa de no volverme a enamorar, hasta que conocí a Katherine.Una chica bella, carismática y en ocasiones tímida, o sacaba ese carácter que ocultaba y eso hizo que me enamorara aun mas de ella.Creí que, al casarnos, Kate se daría cuenta de que la amo de verdad a pesar de esta falsa careta que le muestro al ser frio con ella, sin embargo, no es así.—Scott, tienes que firmar estos documentos. —Dice Claudia, mi asistente.—Claro que sí. —Digo al reaccionar de mis pensamientos.—Veo que no estas contento por la boda. —A veces es muy entrometida.Claudia es la novia de mi mejor amigo y e
Narra KateMe encuentro nuevamente frente al hombre que amo y con quien se suponía me casaría, sin embargo, no lo estamos y todo por culpa de Scott.Aun se ve triste y un poco demacrado y me da mucha tristeza verlo así.—¿Has estado comiendo? —Le pregunto con preocupación.—No te preocupes por mí, hermosa. Dime, ¿Cómo te ha ido? —¡Dios! Cuantas ganas tengo de abrazarlo y besarlo, me hace mucha falta.—¿Cómo no me voy a preocupar? —Acaricio su mejilla con mi mano y él cierra sus ojos ante mi tacto.—Tú eres mas importante. —Vuelve a mirarme y sonríe levemente.—Adam, no sabes como te extraño. —Y es verdad.—También te extraño mucho. —Una lagrima recorre mi mejilla y Adam la limpia con mucho cuidado.Suena su móvil, lo observa y lo vuelve a guardar.—Debo irme. Espero vernos pronto.Nos levantamos de las sillas, se acerca a mí y me da un tierno beso en la comisura de mis labios.Y ya que me encontraba en el centro comercial, aproveché para comprar ropa maternal, ya que en unos meses mi
Narra AdamNo puedo creer que el imbécil de Scott se haya salido con la suya una vez más, se supone que no debió pasar y, sin embargo, lo logró. Es un desgraciado con suerte. Por más que traté de que no se casara con ella, ahí están juntos, aunque debo admitir que ella aun me ama, pero… al parecer, Kate aun está enamorada de mi y eso es una gran ventaja.Sus palabras me sorprendieron al decir que ese idiota le daría el divorcio en un año, cosa que lo dudo, y de no ser así, hablaría con nuestros padres para hacerle que cumpla con ello. No deben estar juntos.—¿Qué ocurre, cariño? —Dice Margot despertando. Si, aun la sigo viendo, pero ella sabe que no me casaré nunca con ella, y al final lo aceptó.—Nada. Vuelve a dormir. —Le digo y así lo hace.Ella insistía en casarnos, pero no tiene caso si no sentimos nada mas que plac3r. Mi corazón siempre estará con Fátima.…—No creo que Scott sea apto para ser CEO de la empresa. —Digo con seriedad a mi padre.—Pero ¿Qué dices? Sé que los dos lo
Narra AdamAun no podía cree que Fátima estuviera aquí, junto a mí. Es como si estuviera viviendo un sueño hecho realidad, pero en parte no es así, ella ha pasado por mucho, y ahora se dedica a esto y eso me duele y mucho.Nos encontrábamos abrazados y la verdad ignoro cuanto tiempo llevamos así, y la verdad no me importa, me gusta estar así con ella. Hasta que se levanta y se va a dar una ducha.—¿Te puedo acompañar? —Digo desde el marco de la puerta. Me mira, pero con tristeza.—¿Qué ocurre? —Me acerco a ella con sutileza y la abrazo.—Tienes que irte. Ya es tarde y… —Suspira antes de volver a hablar. — debo atender a otros clientes. —Su voz se quiebra y eso me hace sentir mal.—Renuncia y vente a vivir conmigo. —Digo y me mira sin poder creer lo que acabo de decir.—Me gustaría, pero… tengo una deuda que cumplir y… —La interrumpo.—Por eso ni te preocupes. Estoy aquí para ayudarte. No quiero que sigas en esto. —Nos miramos y vuelvo a ver ese brillo en su mirada.—Te amo tanto, siem
Narra KateHoy quería ver a Adam, sin embargo, me ha dicho que está muy ocupado en el trabajo. Ni hablar, ¿Qué le puedo hacer? así que me había quedado de ver con mi amiga para ir a comer hamburguesas a un buen lugar.—¡Dios! Tú si que comes por dos. —Dice Joanna en un asombro fingido que me causó gracia.—Tonta. —Y yo finjo molestia y al final terminamos riéndonos.—Apenas vas para 3 meses ya de embarazo y, a decir verdad, no se te nota en lo más mínimo. — Y eso es cierto.—Pero si sigo comiendo de esta manera me inflaré como un globo. —Hago una mueca de desagrado.—No creo que a S… digo, Adam le importe. —Sé que iba a decir Scott.Él aun sigue intentando “conquistarme”, sin embargo, últimamente ha desistido en esa absurda idea, digo, sé que lo intentaba, pero debe comprender que sigo amando a Adam.—Sé lo que ibas a decir y no te preocupes, él sabe muy bien que no siento nada. —Digo sin importancia.—Pero él siempre te ha amado. —Ella sabe muy bien que no.—No. Él amaba o no sé si s
Narra Adam.Sé que dije que trataría de ver a Kate, pero al tener a Fátima a mi lado, se me complican las cosas, sin embargo, no desistiré de mi decisión de separarlos. Scott debe pasar lo mismo que pasé cuando lo vi queriendo conquistar a mi novia. Al principio creía que él tenía que ver con la decisión de ella y su familia de irse lejos, pero no fue, ella me explicó la situación y ahora está nuevamente a mi lado.—¿Qué ocurre, cariño? —Fátima me saca de mis pensamientos.—Nada, mi cielo. Lo que pasa es que hay mucho trabajo. Discúlpame por no poner la atención que mereces. —Y en parte es verdad.—Lo entiendo, cariño. Iré de compras. Nos vemos al rato. — Me levanto de mi lugar y la acompaño hasta la puerta, sale y se acerca a mi dejándome un beso en la comisura de los labios. —Es muy linda.Siento el aroma de…—¿Kate? —¡No puede ser! ¿Qué hace aquí? la miro y se ve muy triste. Quiero ir hasta donde ella se encuentra, sin embargo, entra a la oficina de Scott.—Así que venias a verlo.