LINDA.—Hola mi amor qué alegría escuchar tu voz, quiero que me escuches atentamente si quieres ver a nuestra Estrellita. —¿Cómo pudiste Rafael? ¡Es tu hija ella no tiene….! —Un sollozo se me escapa.—Debiste regresar, nunca debiste irte de casa y menos con ese hombre.—Y por eso tenías que llevarte a mi hija.—Mi amor, sabes que no podemos estar separados y como tú no quisiste venir a mi, decidí llevarme a mi hija.—¿¡Tú hija!? Ahora es tu hija, Rafael, tú no la quieres.—La amo como te amo a ti Linda, pero mi naturaleza no me permite ser un hombre cariñoso, pensé que te habías acostumbrado a mi forma de amar.—¡Con golpes! Una persona que ama no golpea.—Debía hacerte fuerte, no soy cualquier hombre, no soy como los de tu clase.—Aun así.—Ya mi amor, verás que pronto estaremos los tres juntos, solo debes hacer lo que te diga y si lo haces podrás estar con Estrellita.—No voy hacer nada de lo que me pidas, no seré tu marioneta Rafael, ¡no más! Me canse de todo lo que respecta a ti.
♡♡ LINDA♡♡—Debes ir a las fronteras de la manada, un hombre te está esperando en ese lugar para entregarte mi encargo.—¿Encargo? ¿Por qué no vienes tú mismo?—Si voy yo con quién se va quedar nuestra hija, ya pronto nos veremos, se que deseas verme —hago una mueca de disgusto. —En cuanto tengas mi encargo te llamaré para darte las instrucciones de lo que debes hacer, no tardes.—Y como voy a saber donde queda esa dichosa frontera.—Amor así como escapaste de mí, así mismo debes saber cómo encontrar el camino a la frontera, tienes dos horas.—Rafael yo no… ¡Rafael aaaah! —Gritó al ver que cerró la llamada.—No te preocupes Linda yo sé cómo llegar.—¡Tú!—Sí.—Y cómo nos escaparemos de los guardias.—Déjamelo a mí.Miro por la ventana varios hombres recorren la casa, hoy Jarrell redobló la seguridad.—No podremos salir de aquí, cada esquina está custodiada.—No seas pesimista, cierra los ojos —hago lo que me dice.Siento la brisa acariciar mi rostro, abro mis ojos y miro a mi alrededo
☆☆ JARREL ☆☆Ver las manos de Linda manchadas de sangre me dio tanto terror, y aún más cuando vi el lobo en suelo, pensé que estaría herida o algo, pero gracias a la diosa Luna no era así.Ella colapsó en mis brazos y preferí que así fuera, la lleve a casa y limpie sus manos, y la acosté en la cama, aunque después de despertar no pudo dormir más. Deseaba dar con ese maldito pícaro cobarde, pero si es un protegido de Anibal será difícil encontrarlo, él es como el supremo de los pícaros, líder de todos, hace años ha estado luchando para obtener su supremacía, pero así como él hay muchos otros buenos lobos que aunque no forman parte de una manada controlan algunos territorios.Al día siguiente fui a ver uno de esos viejos amigos que se cansaron de formar parte de una manada.—Jarrell, que bueno verte.—Lo mismo digo Maxwell, ella es Linda, mi pareja de vida.—Qué gusto que la hayas encontrado, y es una lástima que nos conozcamos en estas circunstancias —Linda le sonríe sin ánimos.—Mucho
☆☆ JARRELL ☆☆—¡Yo! ¿Salir al bosque? ¿No? —Lo dice como si lo preguntara. —¿por qué? ¿sucede algo? —su cuerpo está tenso.—No amor, ¿cómo estás? ¿cómo te has sentido?—No estaré bien hasta que tenga a Estrellita conmigo, Jarrell —me mira. —tal vez deba buscar a Rafael…—No… no digas eso, Linda, no voy a dejar que tengas contacto con él, ya estamos cerca de él…—Cuando lo encuentren será demasiado tarde, tal vez y está planeando llevarse a Estrellita fuera del país, no voy a poder ver a mi hija crecer, no quiero volver atrás, pero si debo hacerlo por ella lo haré Jarrell. Siento mucho si esto te lastima, pero es mi hija y haré todo por ella —la abrazo, acuno su rostro y la miro a los ojos.—Te entiendo Linda, entiendo tu preocupación y sé que como madre harías todo por ella, pero dame unos días y verás que volverás estar con ella.—No puedo esperar más Jarrell, quiero a mi hija conmigo, ya han sido tres agonizantes días, no se como está, si está comiendo bien, si la están maltratando
✰✰ JARRELL ✰✰—No, no somos parejas como lo eres tú y ella, yo solo soy un…Parpadea varias veces, la miro a los ojos aunque estos no cambian su presencia si.—¿Qué sucede? ¿Por qué me miras así?—Nada amor ven a desayunar —la tomó de la cintura.No es primera vez que ese ser o ente que está en el cuerpo de Linda aparece, ella fue la que curó mis heridas la otra vez, pero aun no logro descifrar que es.—Linda, amor dime alguna vez has escuchado alguna voz en tu cabeza —detiene sus movimientos.—Yo —me mira pensativa. —Sí he escuchado a alguien decirme que hacer, pero no se que es, la cosa esa o la voz no me quiere decir que es, solo me dice que confíe en ella, que somos almas destinadas creo que estoy loca ¿verdad?—No amor, te acuerdas que en el libro dice que hay espíritus que no han podido ser libres porque aún tienen algo pendiente en este mundo, algunos les permiten reencarnar, a otros los dejan poseer cuerpos aunque es poco probable que eso suceda si no se usa un hechizo.—Aun n
LINDA.Lanzó el móvil y al ver que Rafael ha colgado no puedo hacerle esto a Jarrell después de lo que él ha hecho por mí, no puedo, pero si no lo hago no veré a Estrellita nunca más.Odio mi vida y la vida que me tocó, siempre en miseria, viviendo de la caridad de los demás, no quiero eso, quiero ser algo más no depender de absolutamente nadie.Miró el frasco y las instrucciones de la nota, la vuelvo a leer.Para que vuelvas a estar con nuestra hija deberás envenenar al hombre que dice ser tu pareja, «debes vertir tres gotas del contenido de este envase en una de las comidas» el antídoto te lo daré después de verlo agonizando en un hospital.Se que eso no es cierto, conozco a Rafael y él no se va arriesgar a que Jarrell lo encuentre.Quiero recuperar a mi hija, pero no dañando al hombre que amo y a él que me ama verdaderamente. Odio a Rafael, lo odio con toda mi alma.No se que hacer, ambos caminos me llevarán a perder a alguien y no quiero perder a ninguno de los dos. Por más que lo
LINDA. —Mi hija, ¿qué va pasar con ella si me encierras?—Debiste pensar en ella antes de atentar contra la vida del hombre que supuestamente amas y según es tú mate —gruñe Amanda. —deberían darte el peor castigo por matar al beta.—¡Lárgate de aquí Amanda! —le grita Waylon.—Yo no fui la que mató a tú hermano, si me hubieran escuchado nada de esto estuviera pasando, todo esto es culpa de la supuesta mate del Beta.—¡O te callas o yo mismo me encargaré de callarte! Tú eliges.—Lo siento alfa, no volverá a pasar.—Llevensela, quiero dos custodios cerca de ella.—No por favor déjame estar al lado de Jarrell, te lo pidió Waylon por favor.—Maldita sea Linda atentas contra su vida y quieres estar con él, una pareja no hace eso —mira a los dos hombres que están a mi lado. —que parte de llevársela no entendieron, refundanlan en un calabazo —me mira con enojo.—No, no por favor —sin importar mi clemencia Waylon, me hace caso.No digo más nada porque se que eso no me ayudara en nada, de qué
NARRADOR OMNISCIENTE. Una gran sonrisa se le dibujó en los labios al hombre.—¿Dónde está ella? —preguntó con impaciencia.—Dónde debe estar —Respondieron al otro lado de la línea la mujer.—No estoy para juegos —dijo el hombre más alterado.—Ve por ella y llevatela lejos, junto con la criatura. No la quiero ver más nunca —ordenó la mujer al otro lado.—Ubícate, yo no sigo tus ordenes —gruñó aquel hombre.—A tu mujer se la llevaron, la encerraron, está acusada de matar al beta.—Maldita sea manda por ella ya que la saquen de ahí —le dijo el hombre al otro hombre que se encontraba escuchando la conversación.—No es fácil entrar a la manada, una cosa es cruzar sus perímetros, y otra es entrar a la misma manada —le respondió.—Me quieres decir que ella se quedara encerrada, no, yo mismo voy a ir por ella.—Ve, corre tu riesgo, pero yo no sacrificaré más de mis hombres —dijo el otro hombre con enojo.—Vine hasta aquí para llevarla conmigo y lo haré —gruñó el hombre con ojos rojos.—A pes