NARRADOR OMNISCIENTE. Una gran sonrisa se le dibujó en los labios al hombre.—¿Dónde está ella? —preguntó con impaciencia.—Dónde debe estar —Respondieron al otro lado de la línea la mujer.—No estoy para juegos —dijo el hombre más alterado.—Ve por ella y llevatela lejos, junto con la criatura. No la quiero ver más nunca —ordenó la mujer al otro lado.—Ubícate, yo no sigo tus ordenes —gruñó aquel hombre.—A tu mujer se la llevaron, la encerraron, está acusada de matar al beta.—Maldita sea manda por ella ya que la saquen de ahí —le dijo el hombre al otro hombre que se encontraba escuchando la conversación.—No es fácil entrar a la manada, una cosa es cruzar sus perímetros, y otra es entrar a la misma manada —le respondió.—Me quieres decir que ella se quedara encerrada, no, yo mismo voy a ir por ella.—Ve, corre tu riesgo, pero yo no sacrificaré más de mis hombres —dijo el otro hombre con enojo.—Vine hasta aquí para llevarla conmigo y lo haré —gruñó el hombre con ojos rojos.—A pes
Miro a mi alrededor no sé a dónde he quedado, no conozco esta parte del bosque, pero tal vez Diana si.—A dónde estamos Diana, guíame.—Volemos debemos buscar la energía de Estrellita.—Estás segura qué está aquí.—Sí, su conexión me trajo hasta aquí. Ahora solo debo buscar su luz para que me lleve al lugar exacto.Nos inclinamos y colocamos las manos en el suelo, unas líneas de energía se trazan por todos lados y en ambas direcciones.—Esto nos llevará a Estrellita ¿verdad?—Sí, solo una línea debe quedar, la cual nos llevará a ella.Mi corazón se alegra al escuchar eso, ya quiero abrazarla, llenar su rostro de besos, estar con ella.Algunas de las líneas van desapareciendo de pronto solo quedan tres.—¿Cual de las tres es?—Espera un momento, deja que la magia haga su trabajo.Estoy ansiosa quiero ver a mi Estrellita, abrazarla, hacerle cosquillas, sentir su dulce aroma, escuchar su voz.Dos líneas desaparecen y solo queda una, mi corazón salta de alegría.—Es esa ¿verdad?—Sí.Desp
LINDA. —Sí lo dejé, además de dejarlo marcarme me entregue a él, es mi pareja de vida, mi destinado.—No, no —dice histérico, me mira a los ojos. —yo borraré cada rastro de ese hombre y pondré mi marca sobre su marca, tú eres mía, yo te escogí para que seas mi mujer —me mira de arriba abajo. —Te preparé por varios años para poner mi marca en tu cuello y reclamarte como mía y de la noche a la mañana aparece ese perro y le das todo de ti, eres mía Linda, ¡mía! —gruñe cada palabra, sus ojos se ponen rojos.—No soy tuya ni de nadie —me pega a su cuerpo.—Siempre te fui leal Linda, nunca miré a otra mujer porque a la única mujer que quiero eres tú.—Querer Rafael, siempre me humillaste me trataste peor que una basura, has hecho de mi vida un caos, un infierno, no quiero que Estrellita, viva en medio de todo está basura de vida que me diste.—Fui así contigo porque necesitaba que fueras fuerte, mi naturaleza no me permite ser romántico y mucho menos amoroso.—Ya no importa Rafael solo quie
LINDA.—No te atrevas ponerle un dedo encima —la piel se me eriza al escuchar su voz, mi corazón salta de alegría, giró la cabeza hacia él. —Estás bien amor —asiento.—¡Oh! Mira quien se atrevió dar la cara, que se siente ser traicionado por la mujer que según amas. —No sé dímelo tú, yo no he sido traicionado por la mujer que amo. Sabía cada movimiento que ella daba y no solo eso, ella me habló de tus planes y lo cobarde que fuiste —miró a Jarrell quien se para junto a mí.—Yo no hablo de ella, sino de esa mujer que está ahí tirada con el cuello roto —miró el cuerpo de Amanda, pero de inmediato quitó mi mirada.—Esa mujer no es nada mío.—¿Dónde tienes a Estrellita? —digo mirando a Rafael.—Descuida mi vida, pronto estarás con ella, solo déjame acabar con este perro domesticado —aprieto mis manos.—Diana.—Lo sé.La luz brillante envuelve mi cuerpo desde los pies hasta la cabeza, unas mariposas doradas vuelan a mi alrededor, las alas se extienden a lo largo de mi espalda, en mi cabez
JARRELL. Subí al auto y conduje hasta la dirección que me dio Waylon, al llegar le dije a Maxwell y a Waylon que se quedaran atrás, no quiero que Linda, ni Estrellita salgan lastimadas. Camino buscando el olor de Linda hasta que doy con él. —Está vez mataremos a ese perro rastrero. “—Sí Darek, está vez no quedará vivo. —No sabes las ganas que tengo de arrancarle el cuello. Corro a toda velocidad hasta llegar a donde ellos están. Rafael trata de acercarse a Linda. —No te atrevas ponerle un dedo encima —digo al estar cerca de ellos. —Estás bien amor —asiente. Rafael se mofa al verme, no puedo evitar ver a Linda, parece que haya pasado una década desde la última vez que la vi. Se convierte en la hada para luego despedirse de mí, no quiero que vaya sola, pero se que tiene su lucha también, no ella si no la hada. Vuela hacia no se donde, pero supongo que está siguiendo el rastro de Estrellita. —Es hora de acabar con esto domesticado. —No lo hubiera dicho mejor píca
LINDA. El corazón se me estruja al ver la condición de Rafael, a pesar de todo el mal que él me hizo fue él único que me ayudó cuando estaba sola, tal vez por eso se aprovechó de mi vulnerabilidad y de mis necesidades, pero es el que me tendió la mano. Además es el padre de mi hija, un mal padre, pero es su padre. —Diana, permíteme por favor. —Estás segura. —Sí. —Está bien. Tomó el control y en mi forma humana, miro a Jarrell y a Rafael, sus cuerpos están lastimados aunque el de Rafael se ve mucho más golpeado. Jarrell, empieza golpearlo sin piedad, cierro mis ojos para no ver… Al abrirlos Jarrell se gira hacia mí, da unos cuantos pasos y sin pensarlo quedó corriendo hacia él. Lo beso para sentir que está aquí, lo abrazó para sentir su calor, el latir de su corazón me reconforta de gran manera. Se disculpa conmigo, pero no quiero que se disculpe, lo único que quiero es irme y olvidar todo esto. —Li..n..da a..mo..r —gimotea Rafael. Miro a Jarrell, no voy a negar que quier
❦ ✿ LINDA ❦ ✿ Regresamos a la casa de Jarrell, solo teníamos unas horas de haber llegado cuando alguien tocó la puerta. Fui a ver quien era ya que Jarrell se encontraba hablando con Maxwell. —Todo es tú culpa, ella está muerta por tu culpa, no debiste aparecer —me grita Leysa, sus ojos están rojos. —¿De qué hablas? —preguntó confundida. Se que se refiere a Amanda, pero que culpa tengo yo de que haya muerto. —Tú apareciste en la vida de Jarrell y todo se volvió un caos casi lo matan por tu culpa… —Leysa —la reprende Jarrell. —No me hables así, soy tú luna, la luna de esta manada —dice eufórica. —Sí no la hubiese traído Amanda, estuviera viva, sabías que ella te amaba, que te seguía amando y tú la desechaste como si nada —Grita entre lágrimas. —No voy a discutir algo que ya no viene al caso, Linda es mi pareja destinada y no porque seas la luna de esta manada vas a venir a faltarle el respeto en su casa, entiendo tu dolor, pero tú prima se metió donde no debía y pagó las consec
❦ ✿ LINDA ❦ ✿ Ya en la tarde decidí que era el momento de enfrentar lo que soy o lo que tengo, la verdad no sé cómo fue que todo esto sucedió, cómo fue que Diana terminó en mi cuerpo o si ya estaba ahí. —Diana, es hora de hablar. —Lo sé, será mejor que te sientes, dile a Jarrell también, él debe tener preguntas. Caminó hacia Jarrell. —Amor debemos hablar con Diana, es hora de enfrentar todo esto. —Quiero que los dos se concentren en mí, saldré de tú cuerpo para que me puedan comprender. —Está bien —le digo. —Tengo un montón de preguntas y a la vez pienso que es mejor dejarlo así —digo ya cuando Diana sale de mi cuerpo. “—Es mejor responder todas las preguntas. —Primero quiero saber ¿cómo fue que terminaste en mi cuerpo o si ya estabas en mí y nunca apareciste? “—No, no estuve en tu cuerpo, sino hasta hace seis años cuando estuviste en aquel callejón a punto de morir —recordar aquella escena me entristece tanto. Solo tenía tres semanas de haber salido del orfanat