Bajo la hermosa fachada de de uno de los viñedos mas antiguos de la Toscana en la región de Florencia una reunión se llevaba a cabo fuera de los ojos curiosos y ajenos a la Familia Amato, en uno de los subterraneos de la propiedad donde se almacenaba las enormes Tinajas de madera para ferventación del vino se encontraba una sala con una luz baja proporcionada por antiguos candeladros, daba la sensación de secretismo y lo cierto es que era el lugar más privado que tenia la familia Amato, con multiples entradas que venian de distintos tuneles subterraneos que conducian desde diversas propiedades donde solo la familia sanguinea tenia acceso, aquello hacia que las reuniones fueran impertubables por posibles redadas con la policia federal u otros, aquel lugar era el secreto mejor guardado del linaje italiano, tres imponentes hombres y una mujer se encontraban sentados en el centro de la sala en cuatro sofas de cuer
Emma apoyaba sus manos en el lavamanos y mantenía los ojos fijos en los propios que se reflejaban en el espejo en frente de ella, cerro sus ojos tratando de tranquilizar la inminente pérdida de control, sus manos temblaban suavemente, “respira Emma… Respira”... se dijo a sí misma, su corazón desbocado golpeaba con fuerza en su pecho y usaba todas las fuerzas para concentrarse en la música que escuchaba más allá de la puerta del baño, abrió los ojos y se sonrió a sí misma, podrá completar la jornada como la buena amiga que era y esperar a llegar a casa para perder por completo el control, Adriano debía seguir en Florencia, no sería un problema, había dejado una nota con Rosse donde avisaba que se había quedado en la casa de Sophie, aunque aquel pub estaba bastante lejos del pequeño departamento de su amiga en e
-¡Estoy bien!- Gruño Leonardo por quinta vez lo que iba de la mañana. Bajaba las escaleras a toda prisa mientras se iba quitando la ropa.-¡No!, ¡No lo estás! Eres un lobo, ¡ningún lobo práctica el celibato! - Mahia venía persiguiendole detrás mientras iba recogiendo la ropa que este dejaba caer al suelo-¿Oh y sabes por qué? Maldito alpha terco, ¡por qué no es natural para tu raza! - Roy seguía la discusión lentamente desde atrás- estás tan frustrado que en poco tiempo si no es sexo buscarás sangre, ¡es la naturaleza! - gruño en gritos ya cansada de repetirle aquel discurso - si no quieres hacerlo conmigo ¡Bien! ¡Pero busca a alguien!, ¡la manada te necesita cuerdo!-Eso no va a pasar…
Hace exactamente una semana que Emma le había dado la noticia a Adriano sobre su embarazo, al principio la burbuja rosa de amor y felicidad que estaban viviendo los absorbió ese fin de semana, los mantuvo en casa acurrucados uno contra el otro completamente anexos al mundo exterior, Emma lo había agradecido, su esposo era un trabajólico y tenerlo para sí misma un fin de semana completo era un verdadero lujo, pero cuando llegó el día lunes y su alarma sonó para ir a la escuela fue detenida por el Italiano, su excusa; el iba a trabajar desde casa esos días y ella no tenia examenes pronto asi que la quería a su lado, la ternura y las hormonas hicieron cobijo en su estado de ánimo y cedió, así mismo el día martes y nuevamente el día miércoles.Aunque por la tarde de ese mismo d&ia
En una lujosa habitación en el hospital más grande de Vancouver Sophie estaba sentada junto al cuerpo inconsciente de su querida amiga, habían pasado tres días desde el incendio y ella no se había movido de su lado, acarició su cabello una vez más, casi agradecía que durmiera un poco más, la realidad sin duda sería mucho más horrible que el sueño en el que estaba sumida, tomó un pequeño paño y limpio los dedos de su amiga, aquellos que sobre salían del yeso de su brazo. Cuando la llamaron del hospital pensó que se le paraba el corazón, primero no entendió por qué la habian llamaron a ella, sabía que Adriano la había puesto como contacto de emergencia en caso de que él no estuviera dentro del país pero ella había hablado con su amiga, la mañana del día del incendio y luego de clases sabía que volvía a casa junto a Adriano, que la llamarán a ella no tenía sentido, pasó todo el camino en coche hasta el hospital tratando de localizar al Italiano, pero tod
Un mes había pasado desde la noche del incendio, Emma había dejado la quemada propiedad tal cual había quedado y había ordenado se quedara así por ahora, no había ido a ver cómo estaba el lugar, no tenía fuerzas para recorrer los pasillos de lo que había Sido su hogar, su amor, Sophie se había encargado de recuperar todos los recuerdos en mejor estado, cuadros, joyas algunas prendas, regalos, y había almacenado uno de esos pedazos de su alma en cajas, luego cuando Emma compró un lujoso Penthouse en la misma cuadra del enorme edificio de AmatoGroup, dejo esas cajas en una sola habitación, bajo una cerradura electrónica que se habría solo con la huella de la morena, habían pasado los días estudiando la empresa, las decisiones de los últimos años y haciendo efectivo la posesión de activos heredado de su esposo,
Hacía un par de días que Emma comenzó a hacer de su vida una nueva rutina, lo necesitaba, le ayudaba a no pensar, no recordar y por consiguiente no desear aquello que ya no podía tener. El vacío en su pecho era tan grande que lo llenó con toneladas de trabajo, negociaciones, estudios y entrenamiento, no dormía más de cinco hora diarias, más de ese tiempo y las pesadillas comenzaban a buscarla reclamarla en la inconsciencia.Aquella mañana tomaba su café en una privada y pequeña cafetería a un par de calles de su edificio con una vista privilegiada del Queen Elizabeth Park, siempre en la misma mesa en la terraza, siempre a la misma hora, siete de la mañana terminaba de correr, pedía el desayuno antes de volver a casa y posteriormente al trabajo, apuro el café cuan
Entre los parrones de uno de los viñedos había un hermoso claro antes de una casona simplemente preciosa, la más grandes de la Toscana, se había cubierto el lugar con una enorme carpa Blanca, estaba todo previsto para la celebración de cumpleaños número veinticinco de Beatrice Amato, una real fiesta de gala al atardecer en la Toscana, simplemente precioso, la Italiano festejada gozaba de una sonrisa enorme saludando a sus invitados y luciendo simplemente preciosa en aquel vestido largo color plateado de escote bajo y sin espalda, a su lado un hombre rondando los treinta y fracción la acompañaba como un accesorio, compartía una sonrisa cortés y procuraba no hablar mucho para no opacar a la festejada, la celebración había sido maravillosa, un espectáculo circense, una banda de música clásica y ahora la bella italiana con una copa de vino al ig
A un poco más de un año desde la noticia del cambio en el CEO de Amato, Leonardo seguía siempre al borde del colapso de la frustración, su lobo siempre demasiado cerca de su piel, cualquier situación que involucra una onda de emociones más fuerte terminaba en un enorme lobo buscando derramar sangre. Lo único que lo mantenía a raya era la lealtad hacia su manada, su gente que a pesar de conocer la inestabilidad de su alpha continuaba confiando ciegamente en él, y por ello cada viernes las lobas se turnaban para visitar su habitación, Leonardo era un amante generoso y nunca había tenido una sola queja, más que ello eso le ayudó a ser incluso más cercano con su gente y el lado más sensible de la manada que involucra a las mujeres y a pesar de que la compañía de las hembras ayudaba a mantener su control a raya nunca era completamente satisfactorio, era un animal, una be