Me desperté a primera hora. ¿Cómo lo sabía? Por la posición del sol, claro. Miré a mi alrededor y vi a Jake durmiendo a cierta distancia. Le observé: su pelo negro estaba desordenado y sus labios tenían una sonrisa tensa. Me pregunté que estaría soñando. Recordé todo lo que pasó anoche y me sonrojé: aunque no quería perder aún mi virginidad... no le había mentido, era verdad que me sentía atraída hacia él aunque no sabía el motivo. Era una sensación extraña para un chico al que había conocido cuatro ¿o eran cinco? días antes."Tenías que haberme despertado. No habría podido resistirse a mis encantos." "Me alegro que se controlase, no quiero perder aún mi virginidad.""Eso no es lo que me dicen tus recuerdos""Estaba bajo el dominio de ser Luna. Eso no cuenta.""Aún así, hay algo más de fondo. Esa atracción no es normal.""¿No? No nos ha pasado con otros chicos.""Sólo con Alfred.""Aguafiestas.""De todas formas tienes que hablar con Jake, tanto del beso... como explicarte qué son lo
Los días pasaron bastante rápido. Llegamos casi dos semanas después al aeropuerto atravesando bosques en nuestra forma de lobo y durmiendo de vez en cuando en algún pueblo humano. No nos habíamos encontrado ningún pícaro ni ninguna manada algo que le extrañó a Mar, así que tuve que explicarle que después de la caída de Luz de Luna y SunLight, los lobos se habían retirado al no tener un lugar en el que prosperar o con quien hacer tratos. No quise mencionar que los pícaros consideraban el territorio gafado y por eso no se habían establecido... aunque en eso teníamos un poco de culpa.También le conté muchas cosas acerca de su familia y la manada antes del ataque. También le hablé de las cosas que pasaron después del ataque y la situación exacta de la manada: era peor de lo que ella se podía imaginar, necesitábamos con mucha urgencia el dinero.Por otro lado, acerca de mi castigo... bueno, me había obligado a darle un beso de buenos días y otro de buenas noches. Parecía que eso la ayudab
Ella tan sólo sonrió y me señaló la cama. Con un suspiro, me quité la camiseta y los pantalones y me metí en la cama. Noté que ella no se había movido.— ¿Alfa? ¿Has cambiado de opinión? — No. ¿Por qué te has quedado en boxers?— Los cuerpos dan mucho calor. Además, es incómodo dormir con unos jeans. — de repente vi mi oportunidad — Pero si te incomoda dormir conmigo en ropa interior puedo dormir en el suelo.— No. — dijo ella con determinación y fastidiando mi último y desesperado intento por evitar esta noche. — Dormiremos juntos.Y sin decir nada más, se quitó el sostén por debajo de la ropa.— Es muy incómodo dormir con eso puesto. — dijo y acto seguido, subió de un salto a la cama. Se puso detrás mío — Vamos a tener que dormir muy pegados. Yo dormiré en el lado de la pared y tu en el de la puerta.— De acuerdo, Alfa.— dije intentando evitar la tensión en mi voz: su olor me estaba empezando a afectar y no ayudaba saber que estaba sin sujetador.Tensé todos mis músculos cuando not
Bum bum, bum bum, bum bum... aquel sonido rítmico y relajante me despertó junto a un olor muy agradable. Por primera vez desde la muerte de mis padres, me sentía bastante bien. Sonreí acomodándome de nuevo, hasta que me di cuenta que me rodeaban unos brazos. Aparté la cabeza del pecho lleno de cicatrices que estaba utilizando de almohada y vi a un Jake durmiendo tranquilamente. Estaba disfrutando de las vistas (algún día le preguntaré porqué tiene tantas cicatrices) cuando recordé todo lo de anoche. La vergüenza hizo que bajase la cabeza."Te lo merecías." — dijo Sahira en mi mente."Lo sé... lo sé. Estos últimos días he sido muy cruel con él.""No has sido sólo cruel: has sido una verdadera calientapollas. Aún no entiendo porqué sigue con nosotras."No supe qué decir porque Sahira tenía razón: las últimas dos semanas había hecho de todo sólo para atormentar a Jake... y todo porque me sentía mejor haciendo sufrir a otras personas. El lobo de Jake estaba en lo cierto: no era una buena
Seguimos a Esteban por el bosque durante dos días. Estaba entusiasmado por la situación: decía que desde la caída de mis padres muchos eran los Alfa que habían comenzado a abusar de su título y poder por lo que en los últimos quince años habían aumentado en gran cantidad los pícaros. Según él, ahora los Alfa se sentían confiados al no haber nadie por encima de ellos. — Entonces, ¿crees que varios se unirán a mi manada y ejército? — Creo que una gran parte sí. Antes la posición de los Benditos, como lobos superiores a los Alfa por sus poderes y elegidos por la Diosa, imponían respeto. Los últimos Benditos eran conocidos por ser justos, así que si una manada se pasaba ellos intervenían por la seguridad de la raza. Los Alfa que cuidaban a sus manadas no tenían ningún problema con ellos y los demás Alfa... sólo se controlaban por miedo, pero muchos lobos vivieron felices. Después de que murieran... algunos Alfa se quitaron la máscara. Injusticias, asesinatos, esclavitud, venta de lobas
El pueblo era sencillo pero estaba bien comunicado y abastecido. Había tiendas de todo tipo, la mayoría artesanales. Estaba sorprendida de la habilidad de algunos lobos ya que vendían de todo: muebles, sofás, cubertería, joyería etc, todo artesanal con diferentes estilos: gótico, elegante, clásico... la variedad era impresionante."Nos vendría muy bien tener lobos con estas habilidades. Parecen de muy buena calidad".— comentó Sahira en mi mente."Sí, además de que sería una buena financiación."— Es increíble lo que estoy viendo: tantos negocios abiertos con trabajos tan increíbles y extraordinarios.— dije señalando la tienda de muebles.— También vendemos armas, Alfa. La ciudad es muy próspera y no necesitamos ningún Alfa que nos guíe. La convivencia es pacífica.— No entiendo porqué alguien querría abandonar ésto. — Por soledad, no ser visto como un paria, seguridad, sensación de pertenencia a un grupo... hay varios motivos. Y por supuesto, también la venganza o mejorar la vida de
La casa de Esteban estaba en perfectas condiciones y muy bien arreglada. Tenía un toque elegante y minimalista a excepción de algunas armas expuestas en la pared. — Son para cazar y proteger el territorio. — explicó cuando me vió mirándolas.No dije nada y continuamos con la visita. Nos mostró la habitación en la que iba a pasar la noche: tenía una cama queen size con unos cojines y una colcha que sólo con verlos ya prometían una comodidad y descanso de ensueño. En la vida había visto algo tan cómodo.— Es increíble. — dije observando los tonos blancos y azules de la habitación — parecen sacados de un cuento de princesas.— Los cojines son de pluma de oca y pato. Los he estado cazando durante años y he rellenado las almohadas de ello. — Impresionante.— Entonces espera a ver el baño.Esteban tenía razón: cuando llegamos al baño quedé aún más impresionada. Mezclaba los colores blanco y negro con adornos y toques en color oro: todo el baño tenía un aire elegante. Vi una ducha con disti
Miré con expectación a los dos lobos: debían de ser gemelos porque eran casi idénticos. — No sabemos mucho, Alfa. Sólo son leyendas e historias vagas...— Nuestra madre siempre nos contaba una especie de cuento. Nosotros creíamos que eran mentira...— Hasta que hemos visto todo lo que haces. — Ya no creemos que sea mentira, Alfa. — terminaron diciendo los dos a la vez. Les miré con curiosidad.— ¿Por qué creéis que un cuento puede interesarme?— Porque estamos convencidos que es algún tipo de profecía que habla de ti, Alfa.— ¿Y eso cómo es posible? — La familia de mi madre tuvo una gran amistad con una familia de Benditos que desapareció en la Segunda Guerra Alfa. — Uno de aquella familia decían que podía ver el futuro pero que sólo podía contar una parte de forma extraña. — Así que un día le habló a nuestra antepasada de una visión que no debía ser olvidada.— Una visión que debía sobrevivir al paso del tiempo. — Una visión que debía contarse en el momento adecuado a su destina