Seguimos a Julian por la selva; todo el tiempo me mantuve alerta por si decidía llevarnos a una trampa.

Nos detuvimos unos veinte minutos después cuando nos hizo una señal para que nos transformáramos en lobas. Yo le di un asentimiento seco a Tracey para que le hiciera caso al lobo y enseguida nos transformamos.

Caminamos unos metros adelante en esa forma, todo el tiempo intentando ser cautelosos

Nos hizo un gesto lobuno para guardar silencio y luego movió ligeramente una rama del arbusto frondoso en el que nos escondíamos para que viéramos mejor.

Aquí había una construcción envejecida de una sola planta que en otro tiempo quizá fue una bodega enorme. Actualmente, parecía que Peter la había convertido en una especie de taller.

Crearon un camino despejado en el que circulaban carretillas llenas hasta el tope de algo que parecía sal granizada con la única diferencia que ésta era amarilla.

Lobos recibían las carretillas y comenzaban a triturar la "sal" con picos los granulados más grand