Eran casi las 10 de la noche cuando Javier salió de su trabajo, lidiando con importantes negocios junto a su padre. Ya estaba presentando bastantes problemas por no estar atendiéndolo. Se dirigió directo a su vehículo, buscaba salir de allí cuanto antes. Al salir de la gran torre empresarial de la constructora OBRALITEC C.A., vio en su retrovisor una moto que comenzaba a perseguirle. La persona que lo manejaba estaba vestida de negro y tenía un casco que le cubría toda la cara. Javier dio varias vueltas para despistar al misterioso acompañante mientras trataba de adivinar quién podrá ser. Recordó aquel incidente con el novio de Esmeralda, Roberto. “¿Podría ser él quien me estuviera persiguiendo?” Se preguntaba, en tanto pensaba cómo actuar si fuera el novio desquiciado de Esmeralda quien estuviera en esa moto.
Al cabo de un rato, su paranoia se estaba convirtie
XIV En una entrevista que la señora Gabriela de Martínez, madre de Amanda, tuvo con los detectives Ramos y Castro mencionaron que su hija tenía una amiga de nombre Cristina, información que ambos detectives no conocían. Cierto día Amanda estuvo mostrando todo su talento artístico en una exhibición sobre arte moderno que se efectuaba a las afueras de la ciudad en una prestigiosa fundación de nombre FUNCOMUNIC, perteneciente a una empresa bancaria que promocionaba trabajos voluntario en comunidades depauperadas, allí entre páspalos, refrescos y personas asistentes al acto se tropezó con una mujer q
Había pasado ya casi una semana luego del encuentro de Javier con Esmeralda en el que esta le lanzo un bombazo que lo dejo aturdido, su relación con Amanda estaba cada día peor. Entro a su oficina, la misma donde en ocasiones mantenía “ciertas relaciones” o “entrevistas” con una que otra chica, esta vez fue a su faena, llego a las 8:30 de la mañana a partir de ese momento y durante toda la mañana estaba atareado por reuniones pendientes que se debían hacer con socios de la constructora y torres de papeles por firmar sobre contratos y obras por hacer — el dinero requería de algún sacrificio — decía cuando estaba en aquellos aprietos.De pronto se oye un alboroto que viene de la planta baja, se escuchan gritos, objetos que caen al suelo un alboroto total. Decide bajar el mismo a ver qué sucede, como siempre prefiere tomar el control de las cosas por muy vulgares que
Estaba Amanda aquel día junto a Cristina cuando esta última sorpresivamente le estampo un beso en la boca. Amanda no se lo esperaba guardo silencio por unos instantes mientras procesaba aquello la miro y le dijo:— ¡Oye!, solo somos amigas.— Discúlpame pero es que no me contuve — lo decía apenada Cristina, se había puesto ella misma en una situación embarazosa.— No tienes por que disculparte amiga pero debes entender que estoy casada con un hombre.— Ok está bien, estoy convencida de que “cada uno tiene su modo de matar las pulgas” pero, ¡Vaya hombre el que tienes! ¡Te mereces algo mejor!— No estoy en contra de que entablemos una amistad Cristina, así que demos por superado lo que paso.— Esta bien Amanda pero sabes que me gustas.— Ya lo creo, pero ahora no estoy para más conflict
Durante bien entrada la tarde de un día caluroso de 2004, en las oficinas del cuerpo de investigaciones de la policía estatal, se recibió una llamada telefónica de un caballero quien indicaba que había encontrado muerta a su cuñada en el baño:—¡Aló!, ¡Aló! ¡Con la policía por favor! —Su voz se escuchaba angustiada y agitada.—¿Sí? ¿Dígame?—¡Mi cuñada, la encontré muerta en el baño, está ensangrentada!—¡De acuerdo! —dijo el interlocutor—. ¡Deme la dirección y en un momento iremos para allá!Minutos más tarde de haberse producido la llamada, se presenta al lugar del crimen el detective de la policía Wilfredo Ramos, hombre de aspecto robusto alto de piel blanca con anteojos, bigote grueso, de 55 años a punto de ju
En un atardecer y estando en la sala, Amanda, visiblemente molesta, decidió encarar a su esposo:—¡No puedo soportarlo más Javier! Esta situación no la aguanto. Tenemos que hablar. ¡Tenemos que darle una salida a esto!—¿Y cuál es tu problema? —dijo Javier, alzando la voz—. ¡Desde que estás conmigo no te falta nada!—No se trata de eso. Ya no eres el mismo, has cambiado —sollozó.—Siempre he sido así mujer, que tú hasta ahora no te hayas enterado no es mi problema. —Se volteó, dándole la espalda a Amanda, abrió la puerta y de un golpe, la cerró. Se había ido de nuevo.Allí estaba Amanda, en esa inmensa casa de grandes jardines y frías ventanas, pero con una elegancia enigmática y lúgubre en sintonía con su estado de ánimo. Sola de nuevo, sin sabe
El abogado de Javier volvió a interrumpir, esta vez, para solicitar al detective Ramos que dejara ir a su cliente:—Señor Ramos, creo que por hoy ya es suficiente. Es evidente que mi cliente está en toda la disposición de colaborar.—¡Muy bien gracias! Pueden marcharse. Si requerimos de su presencia lo llamaremos —dijo el detective Ramos, mirando el reloj de su muñeca y con cierto fastidio.El detective lo dejó marcharse, sin embargo, muchas preguntas se hacía en relación al caso. ¿De no ser él quien directamente asesinara a su esposa, estaría involucrada una tercera persona? ¿Sería Javier un autor intelectual del crimen? ¿Cuál sería el móvil de aquel asesinato? Solo había que ampliar el abanico de posibles sospechosos y testigos, esperar los adelantos hechos por los técnicos forenses, las pruebas de laborat
En las oficinas del destacamento de la policía de investigaciones, se encontraba el detective Ramos. Estaba revisando algunas de las pruebas del crimen que ya se habían adelando, cuando su asistente, el detective leo Castro, le dijo:—¡Por fin, detective! ¿Existe la posibilidad de que haya sido un suicidio? ¿Qué dicen las pruebas hasta ahora?El detective Ramos se dirigió a su interlocutor y con voz firme, le expresó:—Un suicidio no podría ser ya que, en primer lugar, si se hubiera disparado a sí misma, el disparo debió tener una trayectoria ascendente y en este caso, fue descendente. En segundo lugar, las pruebas de trazas de disparo efectuadas al cadáver, indican que fue otra persona quien efectuó el disparo. En tercer lugar, las pruebas de luminol arrojaron rastros de sangre desde la puerta hasta el baño, lo que sugiere que el cuerpo fue arrastr
La esposa de Darío, hermano menor de Javier, respondía al nombre de Jennifer. Era una mujer de 27 años de edad, recién graduada de la universidad y casada desde hace más de cinco años. Poseía una conducta de dependencia ante cualquiera que la hiciera sentirse útil. Era muy insegura de sí misma. Antes de casarse, Javier le confesó que gustaba de ella, pero él nunca le llamó la atención, así que ignoró su comentario. Su matrimonio era una relación normal, salvo que por razones de trabajo, su esposo Darío se la pasa fuera del país, situación que la hacía sentirse sola. Un día Javier tuvo la oportunidad de hablar a solas con Jennifer. Fue en una reunión entre amigos que organizaron él y su esposa Amanda en el jardín de su casa, fue allí donde la abordó:—¡Caray Jeni, estás muy linda