El sol radiante de la mañana alumbraba la habitación de hospital donde se encontraba Julián y ámbar plácidamente dormidos. Ámbar fue la primera en despertar y sonrío de tener a Julián a su lado. Sabía que debían hablar sobre lo ocurrido el día anterior, Pero sentir su calor le daba una paz y esperanzas inmensas.Levantó su mano, la cual seguía con una vía tomada, y se acercó a la nariz de Julián intentando acariciar. Ámbar sonrió al sentir la respiración de Julián contra su mano. Sus dedos rozaron suavemente su mejilla, trazando las líneas de su rostro. La luz del sol que se filtraba por la ventana iluminaba su cabello, creando un halo de luz alrededor de su cabeza. Julián seguía profundamente dormido, su rostro sereno y relajado.Un suspiro escapó de los labios de Ámbar. Se sentía tan feliz de tenerlo a su lado. A pesar de todo lo que habían pasado, el amor que sentía por él seguía siendo inmenso. Se levantó con cuidado para no despertarlo y se dirigió al baño. Mientras se miraba
Ya habían pasado 24 horas desde el suceso del beso. Ámbar pensaba en su habitación la manera de conquistar a Julián de nuevo. Ambas se encontraba sentada en su cama rodeada de fotos de ella y Julián mientras observaba las imágenes. Una lágrima resbaló por su mejilla. Sacó las cajitas de todos los regalos que le había dado y su corazón se oprimía. Julián había sido el hombre más paciente con ella, la amaba de todas las maneras posibles y perderlo no era una opción.Cansada de pensar en Cómo obtener su perdón, se acostó boca abajo, casi asfixiándose, hasta que una idea loca Se cruzó por su cabeza, salió corriendo a la habitación de Aitana, abrió de golpe la puerta, sobre saltando a Aitana —¿Qué pasa, Ámbar? —preguntó Aitana, llevándose una mano al pecho, aún sobresaltada.Ámbar cerró la puerta de un golpe y se dejó caer en la cama de Aitana, respirando agitadamente. Respiró profundamente hasta que logró articular las palabras que tenía atorada.—Se me ha ocurrido una idea para que Ju
Una cena lidiada por Lucas y Aitana, su intensión era poder lograr que Ámbar y Julián se reconcilien. No sabían cuan exitoso sería el plan, pero no se darían por vencidos.Aitana buscaría entre los vestidos de Ámbar y encontrar el indicado y perfecto para lo que sería su plan sin falla.Lucas se encargó de buscar a una de sus tantas amigas, de esas que estaban dispuestas a hacer cualquier cosa por una cantidad de dinero.—Me pides que busque a una amiga para que le dé celos a Ámbar y ahora te pones celosa. —Hablo Lucas con una sonrisa.—Te está insistiendo mucho en darte cariño…—Lucas le robó un beso profundo.—Soy todo tuyo, tienes todo lo que necesito de una mujer, no necesito buscar más. —aseguro besando luego su frente.Aitana sonrió y decidió enfocarse en el plan de reconciliación, eso les permitiría escaparse solos y disfrutar como nunca.Ámbar se emocionó mucho, aunque no sabía nada sobre la otra mujer, estaba feliz de ir a una cena y que Julián estuviese ahí. Coopero buscand
Julián salió del baño, tratando de ocultar su paquete, Mientras que Ámbar sonreía feliz en el espejo. Tenía tres horas para hacer algo magnífico para Julián, y así demostrarle que solo tenía el poder sobre su cuerpo. El sentimiento de protección, no tenía palabras para describir lo que sentía por él. No estaba tan segura si podía asentir amor y obsesión al mismo tiempo. Pero era así, como se sentía.Ámbar decidió llamar de inmediato a alguien que le decorará la habitación lo más romántico posible, en poco tiempo. Esa reconciliación era muy importante para ella.Julián fue al apartamento de Lucas y busco unas cosas que había dejado allá, fue a una tienda por una botella de champán y unos bombones, y un par de horas después. Estaba vía al hotel, donde con ansias deseaba probar cada rincón del cuerpo de su lobita. Si molestia había pasado, cuando vio como muchos la observaban. Entendiendo que nada podía hacer, solo sentirse orgulloso de tener a una mujer tan hermosa como ella.Julián l
Aitana y Lucas por fin podían estar juntos, la reconciliación de Ámbar y Julián, sin duda, era la mejor noticia de todas. Aunque no para todos.Pero eso no quitaría las ganas de estar a solos y sin perder tiempo se escaparon a un hotel donde podían hacer cosas las cuales Lucas quería enseñarle a su novia. Ya había sido el príncipe azul, delicado y amorosos.Ahora necesitaba sacar ese lobo interior, enseñarle un poco del placer, de juegos entre ellos, descubrir otras formas, que él quería. Verla hacer algo que le diera vergüenza y ser él quien le dijera lo hermosa que era así.Aitana estaba sorprendida y sin querer se excitaba nada más imaginar lo que Lucas podía hacer en su cuerpo.La suite del hotel era un santuario de placer. La luz tenue de las velas proyectaba sombras en las paredes, creando un ambiente íntimo y sensual. Aitana, con un vestido de esos que amaba Lucas, los cuales se veían tan recatados, pero que le daba acceso a meter su mano donde la humedad se hacía, presenté en
El amor entre Lucas y Aitana crecía con cada día que pasaban y cada encuentro que tenían. Y habían pasado dos días y las vacaciones más esperadas, llegaban.Ámbar y Julián seguían en su reconciliación, visitando cada lugar especial y siendo captados por Rocco, quien seguía con su obsesión.El padre de Aitana no estaba aún convencido del amor de Lucas por su hija. Pero igual decidió darle una oportunidad para que demostrara cuánto respetaba a su hija. —Sé que estás muy feliz, hija. Pero yo aún no me creo ese amor de Portillo, por ti. —Comento Antonio mientras picaba un bocado de carne.—Amor, por favor —Acuso Pamela.—Está bien, papá. Esperaré a que confíes en él. —Dijo Aitana, entendiendo la desconfianza de su padre por Lucas.—Iré a hablar unas cosas con él. El viejo fuente lo tiene de encargado y me quiero asegurar que sea un buen administrador en un mañana.Aitana asintió y sonrió a su madre, quien tocó su mano para que no se pusiera nerviosa.Mientras que los padres de Lucas, no
Los minutos que Lucas tenía intentando llamar a Aitana, los aprovechaba ella, para empacar y salir en el vuelo que estuviese disponible. No le importaba si era o no en primera clase. Solo necesitaba salir de ahí lo más pronto posible, respirar aire libre y en su lugar favorito era el más indicado.Aitana decidió no molestar a Ámbar, estaba segura de que ellos intervendrían por Lucas. Obligándola a hablar con el primero antes de tomar la decisión de irse así, y el dolor de escuchar a esa mujer y ver esas fotos la tenían cegada.Su padre estaba preocupado, tratando de persuadirla de esperar a que se calmara un poco y así tomar una mejor decisión.—¿Estás segura mi amor? —preguntó Antonio nuevamente.—Si papá, quiero estar sola. Por favor, prometo estar bien. — casi suplicó Aitana con su voz quebrada.Su padre asintió resignado. Ya no podía hacer más. Solo escuchar los insultos de su esposa en poco tiempo. Con lo dramática que era, ya empezaba a tener dolor de cabeza.Antonio se encargó
La voz de la madre de Aitana resonaba por toda la casa, acusando a su esposo de haber sembrado la discordia entre su hija y Lucas. No, sé esa manera, sin conocer bien la historia, Pamela estaba segura de que había una explicación para todo eso.Antonio, con el ceño fruncido, intentaba calmarla, negando rotundamente cualquier acusación.—¡No puedo creer que dudes de mí! Yo jamás le diría Algo a mi hija, sin estar seguro —exclamó, su voz cargada de frustración. La madre de Aitana, con los ojos enrojecidos, lo miraba con desconfianza. —Entonces, ¿cómo explicas que se haya ido sin decir nada? ¿Cómo explicas que le mostraste esas fotos sin hablar con Lucas? —Reclamo panela muy enojada.—Ella lo llamó y contesto una mujer. Dejándole claro que Lucas jamás cambiará —Dijo Antonio.—Él asegura que estaba en el baño y que antes le pidió a esa mujer que se marchara. Debiste enfrentarlos. Ahora mi niña se fue y no se nada de ella. —con lamento hablo Pamela.Cayó sentada en el sofá, secando sus