Capitulo 38

Ámbar seguía en el hotel, estaba en la cama, sus lágrimas no cesaban y eso había causado que la temperatura de su cuerpo aumentara, llevándola a tener una fiebre que la consumía. La habitación, antes cálida y acogedora, ahora le parecía fría y hostil.

Las sábanas, húmedas por el sudor, se pegaban a su piel, y cada respiración era un esfuerzo. Su cabeza palpitaba como un martillo, y su garganta ardía con cada palabra que intentaba pronunciar.

Aitana decidió quedarse con ella, pero la había rendido el sueño, esperando a que Ámbar durmiera un poco sin llorar, pero eso fue imposible. Que Julián no regresara y tampoco le respondiera los mensajes y las llamadas, la tenían completamente desesperada y en llanto imposible de parar.

Varios movimientos de ella, buscando el calor que necesitaba para calmar la fiebre que tenía. Despertó a Aitana.

Encendió la luz de la lámpara que estaba en la mesita de noche y Su rostro lleno de sudor la asusto, tocó su frente y gritó asustada.

—¡Ámbar por Dio
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo